NATACIÓN | BUDAPEST 2022

Popovici abre una nueva era

El rumano de 17 años ganó el oro en los 200 libre con otro récord mundial júnior y se sitúa como el cuarto nadador más rápido de la historia en esta prueba.

Tom PenningtonGetty

El presente es de David Popovici, el nadador rumano de 17 años que lleva dos temporadas apuntando y convirtiendo en realidad toda su proyección. Y el futuro asusta. Si el domingo en las semifinales de los 200 libre batió el récord mundial júnior con 1:44.40, en la final se ha colgado el oro con otro mordisco gigantesco, de tiburón, 1:43.21, a la misma distancia de su anterior récord que del mundial en manos del alemán Paul Biedermann desde el Mundial de Roma de 2009 (1:42.00). Popovici inicia una era en Budapest. Su nado no tiene límites, es como si proviniera de un futuro en el que las personas son anfibios.

El rumano tiene escamas. Se desliza por la piscina sin apenas esfuerzo, sin levantar agua ni cambiar el ritmo, con una naturalidad asombrosa. Forma parte de aquel grupo de deportistas que impactan al verlos en directo, por eso desde el primero momento el Duna Arena de Budapest puso sus ojos en ese espigado de piel morena y aspecto aún juvenil que se deslizaba por la calle 4. El británico Tom Dean salió a por todas y marcó el mejor tiempo al paso por el 50 con 23.72. A solo cinco centésimas nadaba impasible Popovici, que siguió inalterable en el 100 con el británico marcando un ritmo por debajo del récord mundial (49.81).

Fue después del segundo viraje cuando a Dean le empezaron a flaquear las fuerzas y el prodigio de Bucarest, que ya fue finalista con 16 años en los Juegos de Tokio, apretó con un parcial de 26.31. Se colocó primero incluso aún por debajo del récord de Biedermann. Ayudado por el bañador de poliuretano, la máquina germana hizo un último parcial estratosférico. Popovici no acabó tan fuerte pero ya había hecho el trabajo. Se colgó el oro con 1:43.21 a una distancia sideral del segundo, el coreano Sungoo Hwan (1:44.47). El bronce fue para el valiente Dean con 1:44.98.

Katie Ledecky.Tom PenningtonGetty

Ledecky entra en el club de los 20

Después de su exhibición en los 400 libre en la primera jornada del Mundial de Budapest, Katie Ledecky sumó su segundo oro, su vigésima medalla en este tipo de campeonatos en los 1.500 libre. Acostumbrada a dominar esta prueba con mano de hierro, la estadounidense se consolidó en cabeza con un ritmo infernal desde los 200 metros y nadó contra el cronómetro. No fue la Ledecky de los récords del mundo inalcanzables, pero ganó con suficiencia y estableció otra marca meritoria (15:30.15). Ledecky iguala con Natalie Coughlin y sigue a la caza de Ona Carbonell, que suma 23 medallas mundiales.

La carrera estuvo por detrás. La plata finalmente se la colgó la también estadounidense Katie Grimes, que se fundió en un abraza con Ledecky (15:44.89) mientras que la australiana Lani Pallister fue bronce con 15:48.96.

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