Un primer mandamiento tardío

Si el fútbol fuera la Biblia, sus diez mandamientos irían encabezados por el ‘No encajarás’ como punto de partida. Más si la religión del gol se ejerce en Segunda, donde el tópico de las ‘defensas imponiéndose a los ataques’ es recurrente latiguillo periodístico y, de paso, verdad absoluta. En pocas categorías es tan importante defender como en ésta en la que el Leganés ha estrenado 16ª temporada sin mucho tino (apenas 4 puntos de 18 posibles), ni éxito en el blindaje. Pese a ser uno de los equipos con mejores guarismos defensivos, ha necesitado llegar a la 6ª jornada del campeonato para dejar por primera vez a cero su meta. El duelo del domingo, ante el Burgos, desvirgó la eficacia absoluta en la retaguarida blanquiazul.

Antes en todos y cada uno de los partidos disputados el Leganés encajó al menos un gol, sin (eso sí) sobrepasar la barrera de los dos tantos recibidos como límite y en un único partido. He aquí una de las primeras estadísticas llamativas que tiñe de paradoja a este Leganés irregular. Con seis tantos encajados, el Leganés es el sexto equipo menos goleado del campeonato. Ni tan mal. Tampoco son desastrosos sus números de disparos recibidos (57, apenas 9,5 por partido, el cuarto mejor registro del curso) o bloqueos a remates rivales (22, también el cuarto mejor registro del torneo sólo a ocho del mejor ‘bloqueador’, de Las Palmas).

“Errores” fatídicos

Pero, pese a ello, el Leganés recibió goles ante el Alavés (dos), el Oviedo (uno), el Lugo (uno), el Eibar (uno) y Las Palmas (uno). Sólo frente al Burgos se quedó la meta a cero sin, además, percepción excesiva de peligro en un rival avezado en eso de dejar su portería impoluta. Por ahora excepción que define la regla de este equipo al que han castigado “en exceso” sus “errores”.

El entrecomillado es de un Imanol Idiakez por momentos del curso desesperado al ver como fallos puntuales han supuesto pérdidas notables de puntos. Una retahíla trastabillada de tropiezos que se inauguró con el penalti cometido a Borja Bastón en Oviedo (probablemente el gol en contra con más fallos encadenados del curso) y siguió con los tantos encajados en Lugo (error en el marcaje a Señé) y Las Palmas (error en la salida de balón).

Posesión como base

De ahí que, pese a lo escaso del botín ante el Burgos, el triunfo frente a los castellanos fuera analizado por Idiakez como espaldarazo al trabajo diario. “Los jugadores lo ven. Ven que hoy han tenido el 70% de posesión, 13 tiros a portería, que el Burgos no ha pasado de medio campo porque no les hemos dejado… evidentemente estamos en el camino de la mejoría”, entonó aferrado a ese primer mandamiento defensivo que, en su libreta, se hilvana precisamente con el gusto a tener la pelota como forma de vida.

Con una media del 56% de posesión, el Lega es el tercer equipo de Segunda que más posesión media acumula. Ya sólo falta, apuntan en Butarque, que tanta tenencia lícita derive en una mejora defensiva y, de paso, sirva de base para entonarse en ataque, siguiente mandamiento de la Biblia pepinera con la que encontrar la senda de la recuperación.