Capitán por un día

Sergio Herrera es habitualmente el capitán de Osasuna, pero el de ayer no era un partido cualquiera para el club navarro, que no quería olvidar lo afectados que se han visto varios de los componentes de la familia rojilla por la DANA de Valencia. Por eso, Herrera cedió la capitanía a Lucas Torró, alicantino, quien en lugar de lucir el brazalete habitual con el escudo del club pamplonés, exhibió uno con la bandera de la Comunidad Valenciana. Los de Vicente Moreno, capitaneados por el bueno de Torró, estaban dispuestos a rendir homenaje a todas las víctimas de la DANA, pero no les salió nada: faltó intensidad y salieron goleados del feudo blanco.

La capitanía del pivote valenciano fue circunstancial, pero no faltan argumentos para que Torró portara el brazalete. Es un jugador disciplinado fuera del campo, que vive las 24 horas pensando en fútbol y que se cuida en todos los aspectos para tratar de dar el máximo rendimiento. Es además un buen compañero en un vestuario en el que nunca ha dado ni un solo problema.

Y qué decir dentro del campo. Su trabajo no es el más vistoso del mundo, pero siempre está ahí, en el centro, conteniendo y ofreciendo su ayuda a todos sus compañeros. La pena es que no pueda llevarse un buen recuerdo del día que lució el brazalete de capitán en el Bernabéu, sobre todo porque no pudo rendir el homenaje que todos querían a todos los afectados por la DANA y dar una alegría al míster.

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