Mazazo al Athletic tras quedarse sin la Conference League: adiós a unos 10 millones

Cuando en fútbol alguien espera favores ajenos normalmente acaba con la puerta cerrada en las narices. El Athletic estaba expectante con la resolución del TAS sobre el ‘caso Osasuna’. Había quien pensaba, sobre todo en Navarra, que fue Ibaigane quien levantó las alfombras por los amaños de partidos a cargo de exdirectivos rojillos hace algo más de diez años y ese paso llevó al organismo europeo a rechazar la inscripción del club pamplonica en la Conference League, pero esto no se ajusta a la realidad: entró en el asunto de oficio. El caso es que en Bilbao se esperaba como agua de mayo un posible regreso a los torneos continentales y ha salido cruz, por sexto año consecutivo no jugará más que Liga y Copa.

El regalo que podía llegar se queda en Pamplona, y San Mamés se resigna sin una posible inyección económica que habría sido una bendición en las arcas de Jon Uriarte. Este ya desveló que algunas renovaciones estaban pendientes de la resolución de la UEFA, pero al final decidió hacer una oferta a Raúl García sin tener la certeza de si llegaría la Conference de rebote. “Ir o no puede marcar ciertas decisiones”, sentenció. Los cálculos son de unos diez millones por participar en la fase de grupos. En un club con déficit estructural de 30, esta decisión supone un golpe muy fuerte y condiciona los fichajes que se trate de acometer. Por ejemplo, el sueño lejano de Laporte queda disipado, aunque este verano ya resultaba imposible seducir al central del City antes de saber nada del TAS. Hay que abordar una previa, y solo por estar en la ronda de grupos, los clubes reciben 2,9M€, más medio kilo por victoria, y 166.000 por empate. Ser primero añade 650.000 y segundo, 325.000, muy buenos pellizcos con la que está cayendo. La televisión también aporta un buen pico. El West Ham percibió 14,5 millones por levantar el trofeo hace unos meses y la Roma, 19M€ en 2022.

A todo ello habría que añadir los ingresos en taquillas y el premio a la masa social de un evento que no se saborea desde hace mucho. Bueno, en la Conference nunca ha habido huellas bilbaínas, como sí ha ocurrido en la Champions y Europa League. Aunque el equipo desanimó a su parroquia el final del curso pasado, cada temporada sirve para limpiar el recuerdo del anterior. De hecho, la venta de entradas para el partido que alza el telón de la 20223-24 está soportando un ritmo frenético.