VUELTA A ESPAÑA

Peñas Blancas 2.0

Mikel Zabala, seleccionador en la RFEC, reconoce con AS el puerto, uno de los cinco finales en alto inéditos en La Vuelta 2022. “Hay un cambio brusco al inicio”, explica.

Estepona

La Vuelta contará en la edición de 2022 con cinco llegadas en alto inéditas, en la media habitual que tiene la ronda española, que cada año busca rincones del país para refrescar el recorrido. De las presentes en esta edición, una es inédita a medias, ya que parte de la ascensión se realizó en 2013. Se trata del puerto de Peñas Blancas, en la localidad malagueña de Estepona, aunque en aquella edición no se escaló hasta la cima actual.

Faltaron los 4,5 kilómetros finales, que sí se subirán el próximo 1 de septiembre, en la duodécima etapa. AS acudió a reconocer el recorrido con Mikel Zabala, seleccionador Sub-23 de carretera y en la dirección técnica del MTB en el ciclismo español. Afincado en Granada, donde es profesor en la Universidad tras sus estudios en Ciencias del Deporte y posterior Doctorado en Inglaterra, conoce la ascensión a la perfección.

“Es un puerto clásico de la zona, que se presta mucho para que los ciclistas vengan a entrenar, también por la belleza del entorno”, explica Zabala, que antes estuvo ocho años en el Movistar Team como director de rendimiento y para contribuir a la preparación física. “Aquí, en el pasado, venían a entrenar equipos históricos, como el Banesto”, añade. En esta jornada, el pelotón recorrerá de punta a punta Málaga, siendo un día llano hasta la subida a Peñas Blancas.

Mikel Zabala, en el monumento dedicado a los ciclistas en la ascensión a Peñas BlancasPACO RODRIGUEZDIARIO AS

En total, 21 kilómetros de ascensión con una pendiente media del 6% teniendo su mayor dureza en la longitud más que en el desnivel. “Vendrán de cruzar toda la provincia y, justo en el giro de Estepona para el inicio de puerto, se encontrarán algunas de las rampas más duras de la subida. En ese momento puede haber gente a la que le cueste coger el ritmo y acuse el cambio tan brusco. La sensación que tengo es que se subirá muy rápido, a bloque, y que será un equipo el que tome la iniciativa”, dice el vasco.

Para las fechas que es, ya en el ecuador de la carrera, puede ser un equipo que trabaje para defender el liderato o en su defecto, otro que luche por obtener el maillot rojo”, apunta Zabala. La gran dureza llegará en el tramo final, dentro de los últimos 5 kilómetros, que es justo la parte inédita en la carrera. “En el desvío hacia Los Reales es cuando de verdad empieza lo más duro y lo novedoso de la subida. Se trata de un giro a izquierdas en el que los corredores se encontrarán otro tipo de carretera, ya que se pasa de una subida ancha a un camino estrecho, con asfalto rugoso de mucho pilotaje. Será como una clásica hasta el final”, recalca.

“La labor de los gregarios será clave, especialmente hasta el desvío. Luego, les tocará a los líderes tomar la responsabilidad”, cuenta Zabala mientras pasa por dicho tramo con su bicicleta. Y, a nivel de datos, ¿cómo se puede definir esta subida? : “Calculando la distancia de la ascensión y la pendiente media, los de cabeza van a estar fácil en los 6 vatios/kilo. Los que vayan a disputar la etapa superarán esa media especialmente en el tramo final, porque los buenos siempre tienen un cambio más, y cuando lo hagan el resto pueden saltar como palomitas”, recalca Zabala, al que le espera un cargado verano en las pruebas por países Sub-23, con corredores como Juan Ayuso y Carlos Rodríguez, aunque este último ya irá únicamente con los sénior: “Esa es la idea que tiene”.

“En Peñas Blancas un corredor no va a ganar La Vuelta, pero si uno tiene un mal día, se queda del grupo y, sobre todo, pierde rueda, puede perder mucho”, detalla Zabala, con vistas al mar de fondo que acompañarán a los corredores el día 1 de septiembre. La cuenta atrás está en marcha.

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