Urán entra en un club selecto

Los temores se cumplieron en la matinal de La Vuelta. Primoz Roglic, terriblemente magullado, anunció su retirada de la carrera. Un abandono doloroso, porque Roglic es el campeón de las tres últimas ediciones, historia viva de la ronda española. Con su adiós no sólo se ha marchado una leyenda, sino también el principal candidato a desbancar a Remco Evenepoel. Eso es lo peor. El esloveno se despide cuando mejor estaba, cuando más espectáculo daba, cuando acorralaba al maillot rojo… Roglic iba a más y Evenepoel iba a menos. Y en ese punto de inflexión se esperaban grandes momentos en esta última semana. Como el momentazo que brindó el martes en Tomares, en el mismo ataque en el que sufrió su desgraciada caída. Primoz se ha ido por la puerta grande. Con aplauso y admiración.

El abandono de Roglic condiciona, y mucho, el futuro de la carrera. Ahora Enric Mas se ha quedado como principal aspirante, o incluso el único, para destronar a Evenepoel. Era más fácil incordiarle con dos rivales a palos, pero la vida no se puede rebobinar. Mas asciende a retador número uno. Y detrás de él se postulan otros dos españoles, los dos debutantes, el futuro que se hace presente: Juan Ayuso, que estrenó su podio virtual con una caída al inicio de la etapa, aparentemente sin consecuencias por lo visto luego en la meta; y Carlos Rodríguez, su hermano siamés, que parece haber aflojado en la traca final. Junto a ellos empieza a sonar con fuerza el nombre de Miguel Ángel López, que ha enseñado las garras en las últimas etapas, aunque este miércoles cedió una decena de segundos en un desenlace demasiado explosivo para él. Y, con menos ruido, también asoma João Almeida, una baza estratégica del UAE para terrenos como el Piornal o la sierra de Guadarrama. El portugués termina fuerte.

Esta es la presentación de los actores que se jugarán los puestos de honor de La Vuelta en los próximos tres días. Un reparto estelar que ya se midió este miércoles en el Monasterio de Tentudía, una subida del 10,3 kilómetros al 5% de pendiente media, con rampas del 12%. Una buena ascensión para Roglic. La nostalgia del ausente. El Movistar asumió la herencia y se puso a trabajar para Mas en las inmediaciones de Tentudía. El balear atacó, como había anunciado con la maniobra previa, pero esta vez Evenepoel sí tuvo buenas piernas para frenar las provocaciones de todos los rivales. El terreno no era lo suficientemente exigente, eso es verdad, pero Enric no quería quedarse con las ganas de probarlo. El único gallo que pegó un picotazo al tiempo fue Almeida, nueve segundos que de momento no valen de mucho. Este jueves vuelve la montaña, la etapa extremeña del Piornal, que ofrecerá más alternativas que una simple subida final, si alguien quiere aprovecharlas.

Bastante antes que los capos, en concreto cinco minutos antes, Rigoberto Urán se coronaba ganador en la meta cacereña tras rematar la fuga del día, una aventura que congregó a 13 corredores, con varios insignes a la caza de la etapa, entre ellos Jesús Herrada y Marc Soler, los dos únicos españoles que han mojado en esta Vuelta. Ambos buscaron el doblete, y Herrada estuvo cerca de conseguirlo, pero Rigo no se cebó ante el ataque final del manchego, y tiró de experiencia para dosificar sus fuerzas y para remachar la victoria en el momento preciso. Herrada y Soler entraron tercero y cuarto, respectivamente, con Quentin Pacher en la segunda plaza. Urán, que es seguramente el ciclista más querido en Colombia, con permiso de Nairo Quintana, se reencontró con un triunfo que no cataba desde el año pasado en la Vuelta a Suiza. De paso, Rigo ingresa en el selecto club de vencedores de etapa en las tres grandes rondas. Es el socio número 103. Un honorable éxito para un veterano de 35 años.