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VUELTA A ESPAÑA | ETAPA 17

Urán: “A falta de 150 m pensé ‘mira, marica, ataco ya o pierdo”

El colombiano del Education First logró, tras su victoria en el monasterio de Tentudía, cerrar el círculo de victorias en las tres grandes vueltas: “No pude posar con los brazos en alto”

Monasterio de TentudíaActualizado a
Urán: “A falta de 150 m pensé ‘mira, marica, ataco ya o pierdo”
Jesús Rubio (AS)

Cada mañana, en cada salida de La Vuelta, hay un grito que se repite cuando presentan al Education First: “¡Rigo, Rigo!”. Es uno de los corredores más queridos por la afición. Su forma de ser, de hablar y de interactuar también ayudan a ello. El colombiano cuenta con un gran palmarés, además de ser segundo en el Tour de Francia (2017) y el Giro de Italia (2013 y 2014). Este jueves entró en el selecto club de ganador de etapa en las tres grandes.

Se le resistía en La Vuelta, y en su séptima participación en la ronda española llegó: “A falta de 150 metros pensé, mira marica, o ataco ya o pierdo. Tenía que ser el día. Pude ganar pero me quedó sin la foto que quería. No pude posar con los brazos en alta y no tendré esa instantánea para enmarcarla. También es verdad que mi mujer siempre me dice que no levante los brazos por si me gana otro. Pese a ello estoy muy feliz”, dice el colombiano, con su clásica sonrisa, junto al monasterio de Tentudía. Sobre el motivo por el que recibe tanto cariño en España, trató de explicarlo: “Aprendí a disfrutar de mis deportes, de mis rivales, de la realidad. Cada salida, cada mañana, estoy feliz. Si un día las cosas salen mal, no pasa nada. Al día siguiente se vuelve a intentar. Hay mucha tristeza y falsedad en el mundo, por eso hay que luchar por estar bien”.

Además, su victoria permite sumar unos valiosos puntos (100) a su equipo, inmerso en la lucha por la permanencia en el World Tour: “¡Malditos puntos! Qué presión... pero sí, esta suma nos vendrá muy bien”. Una década pasó desde que un joven Rigo se jugó, y perdió al esprint, el oro olímpico con el kazajo Vinokourov en Londres. Ahora es otro corredor, y además mucho más querido.