Kawhi resucita a los Clippers

En el Intuit Dome de Los Ángeles se juntaban dos de los equipos perdedores por excelencia de la actual NBA. Dos proyectos fracasados de forma obvia que luchaban por volver a la luz de forma bastante desmayada, resignándose a un presente horroroso mientras confían en que el futuro sea mejor, algo que no es complicado dadas las circunstancias. Los Clippers, aferrados al pasado y con el escándalo de Chris Paul todavía haciendo pupita, dejaban la vida pasar mientras apilaban muchas derrotas y alguna victoria, cuatro consecutivas antes del partido frente a los Kings por si a alguien le apetece mirar el vaso medio lleno, algo complicado si tenemos en cuenta lo competitiva que es la Conferencia Oeste y lo mucho que penaliza un inicio. Talento tienen para remontar, pero dependen más del fallo de los demás que del acierto que puedan tener a partir de ahora.

En la otra cara de la moneda estaban los vilipendiados Kings, un equipo en ruinas, sin rumbo ni dirección, esperando a que llegue un milagro que nunca llega. En 2023 pisaron los playoffs por primera vez en 16 años, acabando con la racha negativa más larga de la historia de la NBA, una ausencia eterna que consiguieron paliar por obra y gracia de Mike Brown. Pero las dificultades del año y medio siguiente se cargó al entrenador, que se movía a la antigua usanza, poniendo a los mandos a un Doug Christie que conoce muy bien la entidad pero que no ha dado con la tecla mientras que Brown triunfa en los Knicks, donde apila victorias. Es decir, nada de nada mientras están en medio de una temporada horrorosa, incluso peor que la de los Clippers. Y eso ya es decir si tenemos en cuenta lo que ya se sabe.

El partido también supuso el reencuentro entre Russell Westbrook y esos Clippers en los que militó hasta hace dos temporadas, siendo el chivo expiatorio de las derrotas en playoffs por culpa de sus desmanes deportivos y de la propia actitud de una franquicia histriónica. Ya volvió en su temporada en los Nuggets, que también acabaron con su presencia en cuanto pudieron, pero siempre genera algo de morbo ver como se junta con excompañeros como James Harden o Kawhi Leonard. El base de los Kings está a un buen nivel dentro del infierno, mientras que la Barba sigue demostrando que tiene un gran talento y Kawhi recupera su mejor versión, aunque sea por unos días. Un partido más correspondiente al pasado que al presente y en el que no había nada de futuro. Y un día para disfrutar de la gente de antes y no tanto de la de ahora. El paso del tiempo es para todos, claro.

La cosa se resolvió con un nuevo gran partido de Kawhi y la quinta victoria consecutiva de los Clippers, en un momento positivamente impropio para su temporada. Y Leonard se fue a 33 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y 3 robos, 11 de 19 en tiros de campo, 5 de 9 en triples y 6 de 7 en tiros libres. James Harden, por su parte, se fue a 21, con 5 pases a canasta. En los Kings, que llegaron a perder de 43 y no estuvieron en ningún momento con posibilidades, hubo un 33% en triples y 18 pérdidas totales, pero más allá de eso la imagen fue realmente lamentable. Westbrook, por su parte, anotó 12 puntos en casi 19 minutos en el reencuentro con sus antiguos compañeros. Y esa fue sólo una anécdota dentro de un microcosmos muy particular en el que un equipo sigue siendo un desastre y otro que intenta por todos los medios resurgir de sus cenizas. Como el ave fénix.

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