ATLÉTICO DE MADRID

Griezmann imita a LeBron, que ya tomó su 'Decisión' en 2010

Antoine Griezmann desvelará a las 21:15 y a través de un vídeo en Movistar+ en qué equipo jugará la próxima temporada. James ya hizo algo semejante.

HOREUTERS

Esta noche de miércoles todos nos fuimos a dormir con una noticia más próxima al show business que al deporte (aunque en estos tiempos cada vez cuesta más separar un concepto del otro): Antoine Griezmann anunciará hoy en qué equipo jugará la próxima temporada a través del programa La Decisión que emitirá Movistar+ a las 21:15. Para los amantes del fútbol es una sorpresa. Una postura extraña y nueva que para el baloncesto es un simple déjà vu, una imagen congelada en el verano de 2010 con un resultado catastrófico para el protagonista.

Ese julio de 2010, LeBron James tenía que elegir su futuro: continuar en los Cleveland Cavaliers, el equipo de su ciudad (él es de Akron) y el que lo seleccionó en el primer puesto del draft de 2003, o aterrizar en una nueva franquicia. Al El Elegido, como le bautizó Sports Illustrated incluso antes de saltar a la NBA, no le faltaban pretendientes. Desde Chicago hasta Nueva York pasando por Clippers o Nueva Jersey... y 25 conjuntos más. Y de todas las opciones posibles, James tomó el camino más tortuoso: se sentó delante de una cámara de la ESPN y realizó un programa de 75 minutos en el que anunció en riguroso directo su destino. ¿El nombre del especial? The Decision. La Decisión en español. El mismo nombre que ha elegido Griezmann: la pasión del francés por la NBA va más allá de las canchas... parece ser.

"En este otoño... esto es muy difícil... en este otoño llevará todo mi talento a South Beach y me uniré a los Miami Heat. Siento que me va a dar la mejor oportunidad de ganar y ganar durante varios años, y no solo durante la temporada regular o simplemente cinco partidos seguidos o tres, quiero ser capaz de lograr campeonatos. Y siento que puedo competir allí". Esas fueron las palabras que acabaron con su figura. Mal aconsejado por su entorno y torpemente justificado detrás de la donación de los réditos del programa (a los Boys And Girls Clubs of America), LeBron decidió inmolar su imagen públicamente. Esta se transformó de forma integral en cuestión de segundos. Sus defensores no comprendieron quién le inculcaba las virtudes de utilizar semejante plataforma para anunciar que abandonaba su casa, a los que eran sus seguidores y vecinos. Así se interpretó en un reguero que nació en Internet y estalló en las calles: las ya imposibles camisetas de LeBron como ‘cavalier’ ardían (en las tiendas a precio de saldo a partir del día siguiente) mientras la policía tomaba posiciones en torno a la residencia de LeBron.

Su posición en la Liga se desmoronó entre sus semejantes y los seguidores conocieron a su enemigo moderno. Nadie había sido tan insensato y nadie estaba dispuesto a perdonarle. Un sentimiento azuzado desde la propia Cleveland (que se encontró de un plumazo sin proyecto) por Dan Gilbert, propietario de unos Cavs que en una dura carta lo acusó de traidor y de haberse borrado en los momentos decisivos de la traumática eliminación ante Boston en los últimos playoffs. Un comportamiento de amante despechado al que todos se unieron.

Sus dos anillos le dieron cariño, pero no amor. Solo una acción igualmente publicitaría podía borrar su mal. Y lo hizo regresando a casa. Su I'm coming Home de 2014 en Sports Illustrated, con en el que anunció su vuelta a los Cavaliers fue un bálsamo. La historia moderna del hijo pródigo, culminada con al que grito al cielo de San Francisco tras cumplir la promesa de conquistar el primer anillo en la historia de Ohio: "Cleveland, esto es por ti". Cinco palabras que cerraron una herida de seis años y 52 años de maldición en Ohio. Veremos qué camino toma Griezmann.

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