El truco de Google Maps para saber dónde has aparcado

Todos los conductores tienen momentos y circunstancias que sacan de quicio hasta al piloto más pacífico. Una de ellas suele ocurrir, paradójicamente, fuera del automóvil. Si hay una espera que puede superar en tiempo y desgana a la incesante búsqueda de un aparcamiento es, precisamente, su consecuencia más directa: volver al coche sin recordar el lugar donde se ha estacionado.

En la teoría es sinónimo de torpeza, pero la realidad es que ocurre con mucha más frecuencia de la que nos gustaría; especialmente, bajo el amparo de la ley de Murphy, si tenemos prisa por encontrarlo. De hecho, es un olvido tan extendido que las grandes empresas han encontrado un hueco donde introducir sus servicios. En esta línea, Google ha irrumpido de lleno con su aplicación de Maps para poner punto y final al enigma del coche perdido.

¿Cómo se accede a esta función?

Ahora, además de consultar el tráfico y los aparcamientos libres, Google Maps permite guardar la ubicación en la que se ha estacionado. En primer lugar, se debe abrir la aplicación; tras apagar el coche y bajarte del mismo, hay que pulsar en el punto azul que señala el lugar exacto en el que te encuentras. Una vez se haya completado este paso, se desplegará un menú en el que figura una serie de opciones; y entre ellas está la de ‘Guardar aparcamiento’. Un mecanismo sencillo para un problema cotidiano.

Ahora bien, ¿y si compartimos coche y lo aparcan en la calle de al lado? Tampoco hay problema. En caso de que se quiera añadir más información, solamente se debe pulsar -de nuevo- en el icono que marca la posición del vehículo y el usuario podrá definir la nueva ruta que ha seguido el vehículo, compartirlo con terceros o, incluso, añadir datos y notas que puedan ser relevantes a la hora de arrancarlo la mañana siguiente.

Como cada acción conlleva un registro temporal, esta función de Google Maps es también un perfecto recordatorio para aquellos que estacionen en un parking por horas. Y así lo contempla la aplicación, que, en estos casos, habilita un contador establecido por nosotros mismos para saber a qué hora debemos regresar si no queremos terminar pagando mucho más.

Una vez dentro del coche, si se pulsa en el mismo vehículo, se despliega la opción de borrar la localización. Y problema solucionado. Así ha puesto punto y final Google Maps a uno de los dilemas menos oportunos con los que convive cualquier conductor. Olvidar sigue siendo peligroso, pero ahora, por lo menos, no se pierde el coche.