Nutrición

Acude a Mercadona y derriba en un momento el debate entre la fruta congelada y fresca

El proceso de congelación de la fruta implica una serie de pasos que permiten preservar sus nutrientes y textura.

La fruta es un alimento fundamental en nuestra dieta, lleno de vitaminas, minerales y antioxidantes que contribuyen al bienestar general. Sin embargo, a la hora de elegir entre fruta fresca o congelada, muchas personas se sienten confundidas sobre cuál opción es más beneficiosa para la salud. Si bien la fruta fresca es tradicionalmente la opción preferida, la fruta congelada está ganando terreno por sus múltiples beneficios, su accesibilidad y su conveniencia.

El proceso de congelación de la fruta implica una serie de pasos que permiten preservar sus nutrientes y textura. En primer lugar, las frutas se lavan, pelan y, en algunos casos, se blanquean (especialmente aquellas con piel gruesa o de difícil conservación). Luego, se congelan a temperaturas muy bajas, lo que ralentiza el proceso de oxidación y evita la pérdida de nutrientes. Es importante destacar que las frutas congeladas suelen ser procesadas y congeladas en su punto óptimo de maduración, lo que significa que se cosechan cuando están más ricas en nutrientes y sabor.

Así lo aclaran dos jóvenes que se han hecho virales en la red con un vídeo en TikTok donde desde un Mercadona derriban los mitos sobre la fruta congelada: “¿Qué son mejores, los arándanos frescos o los congelados? ¿Qué son mejores, las setas frescas o las setas congeladas? Seguramente pensarás que todo lo que es fresco siempre es mucho mejor. Pero no estaría yo tan seguro”, comienzan diciendo desde la cuenta NutriRixi.

“Vamos a derribar varios mitos. Todo el mundo se piensa que lo congelado es mucho peor, que tiene menos nutrientes, que tiene menos propiedades. Pero no solamente eso es un mito, sino que incluso los congelados son mejores. Las frutas congeladas por aquí las recogen el mayor punto de madurez, y las congelan justo después, por lo que no pierden las propiedades. En cambio, sobre la fresca, cuando la recogen es cuando está verde, y cuando la vas a comprar o consumir puede que hayan pasado ya semanas. Por lo tanto, ahí es cuando puede perder propiedades”, agregan. “Con la mayoría de frutas y verduras, cuanto más días pasan, más van perdiendo propiedades y más pochas se ponen. Y con las congeladas no pasa”.

De hecho, citan el artículo de A. Bouzari, D. Holstege y D. M. Barret “Vitamin retention in eight fruits and vegetables: a comparison of refregerated and frozen storage”, publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry, que comparaba precisamente esto, las vitaminas retenidas por las frutas frescas y las congeladas. “Se ve claramente que la mayoría de vitaminas están en las frutas congeladas. Retienen mucho más. Con lo que el mito se cae solo. En nutrición hay más mitos que fueras de juego de Mbappé en el Clásico”, sentencian.

Además, hay que destacar algunas investigaciones sugieren que la fruta congelada puede mantener o incluso concentrar ciertos nutrientes, como las vitaminas C y A, debido a que el proceso de congelación retiene estos compuestos mejor que la exposición prolongada a la luz y el aire que sufre la fruta fresca durante el almacenamiento y transporte.

Por otro lado, la fruta fresca también puede perder nutrientes con el paso de los días, especialmente si no se consume de inmediato o si se almacena incorrectamente. Las vitaminas, como la vitamina C y algunas del complejo B, son sensibles al calor, la luz y el oxígeno, lo que significa que, con el tiempo, la fruta fresca pierde parte de su valor nutricional.

Otros beneficios de la fruta congelada

Una de las grandes ventajas de la fruta congelada es su disponibilidad durante todo el año. Al congelarse en su temporada de cosecha, las frutas se pueden disfrutar incluso fuera de su temporada natural. Esto significa que no necesitas esperar a la temporada alta de fresas, mangos, arándanos o cualquier otra fruta de temporada para poder disfrutar de su sabor y beneficios. Asimismo, este proceso contribuye a un menor desperdicio, y es que la fruta congelada puede durar meses en el congelador sin perder sus propiedades, lo que permite reducir el desperdicio y tener siempre a mano una opción saludable.

Por otro lado, la fruta congelada puede ser una opción más económica, especialmente fuera de temporada. A menudo, la fruta fresca en su temporada alta puede ser más costosa si se compra fuera de su ciclo de cosecha, y puede llegar a ser un gasto innecesario si no se consume a tiempo. La fruta congelada, al estar disponible durante todo el año, es una opción asequible y práctica para aquellos que buscan una fuente continua de frutas sin preocuparse por los precios fluctuantes.

En definitiva, ambas opciones, fruta fresca y fruta congelada, tienen sus ventajas y pueden ser excelentes para incorporar en una dieta saludable. Si bien la fruta fresca puede ser preferida por su textura y sabor en ciertos contextos, la fruta congelada ofrece una serie de beneficios que la hacen igual de atractiva: conservación de nutrientes, disponibilidad todo el año, mayor durabilidad, facilidad de uso y menor desperdicio. La clave está en elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades de cada uno, estilo de vida y preferencias. Si lo que se busca es conveniencia, calidad nutricional y reducción del desperdicio, la fruta congelada es una opción que no se debe descartar. Al final, lo más importante es incluir frutas y verduras de manera regular en la dieta, ya sean frescas o congeladas, para disfrutar de todos los beneficios que estos alimentos aportan a la salud.

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