Rafa Nadal: los millonarios negocios y los lujosos bienes de una leyenda

Rafael Nadal es para muchos el mejor tenista de la historia. En el manacorí convergen todos los ingredientes necesarios para elevarlo a la categoría de leyenda gracias a una carrera trufada de éxitos que ha cimentado a base de esfuerzo y sacrificio sin decir una palabra más alta que otra. Por ello es normal que sea tan admirado como venerado y que se haya ganado el respeto de todos a lo largo de su excelente carrera deportiva.

A sus 36, mermado físicamente, Nadal se ha proclamado de nuevo campeón de Roland Garros (¡14!) y ha aumentado su palmarés de Grand Slams -tiene 22- poniendo tierra de por medio con Novak Djokovic y Roger Federer como el tenista masculino que ahora mismo señala el camino al resto.

Pero la trayectoria de Nadal no solo está plagada de cifras estratosféricas en lo deportivo. Evidentemente, sus ganancias y patrimonio también está a la altura de lo que se le presupone a uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Quizá no sea el que más dinero gane, pero es que hasta en eso es especial porque el manacorí aplica a los negocios su propio código ético.

Según Forbes, desde que debutó como profesional en 2001, ha ganado más de 125 millones de dólares (107,6 millones de euros) gracias a sus logros en la pista, según estima Forbes. A sus emolumentos como tenista, el manacorí también añade sus lucrativos contratos con varias firmas Nike, Babolat, Richard Mille y Amstel que le reportan unos 12 millones de euros anuales.

Su acuerdo con Kia supone el ejemplo antes mencionado de que Nadal se rige por unos códigos diferentes al resto. La marca coreana apostó por él en 2004 y el tenista se ha mantenido fiel a lo largo de los años. En la actualidad es embajador de la firma y su acuerdo expira en 2025.

Precisamente, su colección de coches, que incluye varios modelos coreanos, no es muy conocida pero el manacorí tiene en su garaje un Aston Martin DBS, un Mercedes-Benz SL55 y un Ferrari 458 Italia. Aunque hay que mirar al azul del océano para encontrar una de sus posesiones más preciadas: el 80 Sunreef Power Great White, un catamarán valorado en unos 5,5 millones de euros adquirido en 2020.

Nadal también posee una imponente cartera de inmuebles, como recoge Forbes haciéndose eco a su vez de diversas informaciones surgidas con el paso de los años. Tiene un chalet de 7.000 metros cuadrados valorado en 4,3 millones de dólares (3,7 millones de euros), ubicado en Porto Cristo (Manacor, Mallorca) y en 2012 adquirió una villa de lujo en República Dominicana, valorada en aquel momento en unos 495.000 euros de entonces.

Pero no todo son bienes materiales. Sus diversos negocios también explican el porqué de su patrimonio. La joya de la corona es la Rafael Nadal Academy, creada hace seis años en Manacor, mientras que su actividad inmobiliaria también puede tildarse de exitosa gracias a sus inversiones en el sector turístico, principalmente en el Caribe mexicano, y otras de índole más comercial como un edificio inmobiliario del siglo XIX situado en el corazón de Madrid (General Castaños, 3) adecuado en forma de viviendas de lujo que superan en algunos casos los diez millones de euros.

Pero hay más. Nadal también es uno de los inversores de la cadena de restaurantes Tatel, que en la actualidad cuenta con sendos locales en Madrid, Ibiza y Beverly Hills (EEUU), y próximamente abrirá dos más en Riad (Arabia Saudí) y Baréin. Un negocio que también cuenta con importantes socios como Cristiano Ronaldo, Pau Gasol o Enrique Iglesias. De igual forma, a principios de año anunció que se unía a la plataforma NFT de Tom Brady, Autograph y próximamente lanzará una colección exclusiva. Está claro que Nadal sabe moverse dentro y fuera de la pista.