Los mejores bares y restaurantes de la A-3: ¿dónde comer bien cuando vas de viaje?
La Autovía del Este, entre Madrid y la Comunidad Valenciana, es un trayecto especialmente transitado en vacaciones repleto de grandes opciones gastronómicas.
Aunque se trata de un camino especialmente transitado durante el periodo estival, cada vez más familias aprovechan otras jornadas festivas o incluso fines de semana largos para mojarse los pies en el Mediterráneo y disfrutar de una climatología mucho más amable que la que se ‘sufre’ en la meseta.
Tapas manchegas, arroces y dulces típicos protagonizan la ruta por la Autovía del Este, que une Madrid con el levante español por lo que en este caso es casi imprescindible tener en cuenta también sus ramificaciones. Valencia es el destino principal de esta vía, pero Alicante e incluso Murcia también reclaman su protagonismo.
Así pues, como comparte la Guía Repsol, a lo largo de su recorrido se prodigan las cafeterías con bollería recién hecha, bares con bocadillos de buen pan, asadores, restaurantes tradicionales o innovadores donde probar la gastronomía de la zona, tan cambiante como evocadora.
Paradas obligatorias en la A-3
Cuenca (Castilla-La Mancha)
Puede que en determinadas provincias sea más complicado encontrar un buen bar o restaurante en la propia autivía, pero ese no es el caso de Cuenta ya que las opciones son relativamente abundantes y sugerentes. Empezando por la Venta San José, en Villares del Saz a la altura del kilómetro 124. Un templo de la cocina manchega con más de 40 años de historia y una impresionante selección de quesos. Todo a una excelente relación calidad precio.
El Vasco, en Villarubio, famosos por sus judías blancas con perdiz y sus boletus en temporada; y Marchena, célebre por su morteruelo, el cordero al horno y los bocadillos son otras posibilidades para el viajero en la provincia conquense. Ambos se encuentran en la misma A-3, el primero en la salida 93 y el segundo en la misma que la Venta San José.
Valencia (Comunidad Valenciana)
Ya en la provincia de Valencia, ll lado de la A-3 y muy cerca del circuito de Cheste, en Las Bairetas (Chiva) se puede comer una paella sobresaliente y otros arroces, por menos de 20 euros, como el de pato y ajos tiernos. Al frente de la arrocería está la familia Margós, a cuyo local se puede acceder tomando la salida 323 para adentrarse en la localidad valenciana.
En las proximidades de Valencia, Al norte de la ciudad, a pie de la V-21, se encuentra Bergamonte (La Pobla de Farnals), donde también se comen unos muy buenos arroces tradicionales y carne a la brasa. Y al sur, ya en Valencia, Cristóbal es un buen lugar para bautizarse en eso del esmorzaret, el típico almuerzo valenciano.
Los ‘afluentes’ de la A-3
Como comentábamos con anterioridad, tan importante es la vía que discurre entre Madrid y Valencia como sus ramificaciones hacia Alicante y Murcia. En este sentido, la relevancia de la A-31 y la A-30 son evidentes y ambas comparten una característica en común: Albacete ejerce de nexo de unión.
Albacete (Castilla-La Mancha)
La A-31 o Autovía de Alicante enlaza la A-3 a la altura de Albacete con la costa alicantina, y un punto estratégico es La Roda, en Albacete. Allí podemos parar en El Sueño de Jemik (salida 40), para parar a tomar algo, y Confitería La Moderna (Ubicada en la N-301, en pleno centro de la localidad), para comprar los hojaldres típicos de la zona, los miguelitos.
En Albacete ciudad, pocos se arrepienten de pedir un arroz o degustar la cocina manchega en el restaurante Jardines Puerta de Madrid (salida 69), cuya ubicación también permite reincorporarse pronto a la marcha.
Región de Murcia
La A-30 se toma a la altura de la capital albaceteña y es clave para alcanzar varias de las localidades turísticas más importantes del levante murcinao. A la altura de Fuente Álamo, una vez superada Murcia, se encuentra Venta Garcerán (salida 169). Perfecta para una parada rápida y algún que otro plato de cocina típica murciana antes visitar Cartagena. Airemar (salida 158, poco después de pasar Murcia) es uno de los pocos lugares donde todavía se puede comprar productos de chato murciano criado y elaborado por el dueño, y supone otra buena opción camino de las zonas de playa.