Ni aceite de oliva ni de aguacate: el aceite considerado mejor opción cuando la función hepática está alterada

El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo. Actúa como un laboratorio interno: filtra toxinas, produce bilis, regula el metabolismo, almacena vitaminas y participa en la digestión de las grasas. Sin embargo, a pesar de su importancia, muchas veces no se le presta la atención que merece hasta que empieza a fallar.

Un hígado enfermo puede pasar desapercibido durante mucho tiempo, ya que sus síntomas suelen ser vagos o confundirse con otros problemas de salud, por lo que conviene cuidarlo con hábitos más saludables, como eliminar el consumo de alcohol por completo, llevar un dieta baja en grasas, azúcares y alimentos procesos, mantener a raya el peso corporal, y hacer ejercicio regularmente.

Así, cuando se habla de salud hepática, muchas personas piensan inmediatamente en el aceite de oliva o el de aguacate como aliados ideales. Ambos aceites son conocidos por su perfil saludable de grasas monoinsaturadas, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Sin embargo, existe otro tipo de aceite que, aunque menos común en la dieta diaria, ha demostrado ser particularmente beneficioso cuando la función hepática está comprometida: el aceite de hígado de bacalao.

Los beneficios del aceite de hígado de bacalao

El aceite de hígado de bacalao está indicado para las personas que desean cuidar de su salud hepática, ya que se trata de una fuente rica en vitaminas liposolubles A y D, así como en ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes tienen un impacto positivo comprobado en múltiples funciones corporales, incluida la salud del hígado.

Cuando el hígado está inflamado o dañado, ya sea por hígado graso, hepatitis, cirrosis o toxicidad por medicamentos, los omega-3 presentes en el aceite de hígado de bacalao ayudan a reducir la inflamación sistémica y hepática. Además, la vitamina A contribuye a la reparación de células hepáticas dañadas. Y, por su parte, la vitamina D ayuda a reducir reacciones autoinmunes que pueden afectar al hígado.

Eso sí, esto no significa que el aceite de oliva o de aguacate deban eliminarse, pero sí que el aceite de hígado de bacalao podría jugar un papel complementario o terapéutico en situaciones donde el hígado necesita apoyo extra. Y siempre teniendo en cuenta que contiene altas dosis de vitamina A y D, por lo que debe ser consumido con supervisión médica, especialmente en personas con enfermedad hepática avanzada.

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