Salud

Alfredo Corell, inmunólogo: “Recomendaría sin fisuras tomar un yogur al día con estas excepciones”

El experto ha defendido el consumo diario de probióticos en ‘Tiene Sentido Pódcast’, donde ha hablado de lo barato que es cuidar el sistema inmunológico.

Nació en Santa Marta de Tormes en 2001 y creció entre Guadalajara y Badajoz. Amante de la literatura, estudió Periodismo en la URJC. Se estrenó como jefe de Cultura en El Generacional. Ha sido corresponsal para El Estilo Libre y conductor de informativos en Cadena COPE. Entró en Diario AS en 2023 como redactor en Actualidad.
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El cuerpo es un templo cuyas columnas deben ser cinceladas con la rutina para evitar que las grietas terminen por fusionar fachada, techo y pared en un cúmulo de piedras rotas y polvorientas. Puede debatirse su dificultad, que dependerá de la voluntad de cada uno, pero jamás su bajo coste: cuidar las defensas es, simple y llanamente, gratis. Para hablar de este proceso y de su implantación en el día a día ha acudido el inmunólogo Alfredo Corell a Tiene Sentido Pódcast, formato presentado por la periodista Eli Romero. Y en hora y media ha despejado cualquier atisbo de duda.

Ocurre que el 95% de las infecciones se pueden prevenir con hábitos simples. En otras palabras, el sistema inmunológico se blinda gracias a una buena alimentación y la práctica de ejercicio. Era este el eje de la conversación cuando la comunicadora le preguntó al experto si un yogur al día equilibra el sistema inmunitario. “¿Recomiendas a todo el mundo tomar un yogur al día?“, lanzó, a lo que su invitado contestó con rotundidad: ”Sí, recomendaría sin fisuras tomar un yogur al día; y ahora hacemos alguna excepción".

No tarda en matizar. “Un yogur, un kéfir o una leche fermentada. Lo que digo es un probiótico al día”, aclaró. En cuanto a las excepciones: veganos e intolerantes a la lactosa. “Por un lado, las mismas bacterias del yogur las tenemos en bebidas vegetales, a base de avena o de soja o de coco“, cuenta. También hay otras alternativas, aunque los estudios que las avalan —vaticina que serán muchos más en los próximos años— son menos: “El chucrut, que es un fermentado vegetal muy típico alemán, o el kimchi de los coreanos; son verduras fermentadas y tienen probióticos también“. Sea como fuere, no duda: ”Así que sí, me atrevería a decir de una manera o de otra hay que tomar probióticos todos los días".

¿Qué ocurre con los caseros?

Romero pregunta qué ocurre con aquellos que los fermentan de forma casera. “Aquí hay luces y sombras”, sale Corell al corte, quien añade que “hay yogures y kéfires maravillosos en el supermercado” y que únicamente “hay que fijarse en la palabra yogur, que por legislación debe tener dicha palabra cuando, al menos, posee dos tipos de bacterias y se ha hecho con leche”. A la hora de hacerlo en casa, recomienda que se parta de un yogur de supermercado porque, en definitiva, uno se asegura de que “el producto de partida cumple todas las condiciones higiénicas y sanitarias, no contamina ninguna bacteria indeseada y posee las que debe tener”.

En el caso del kéfir, “el casero puede llegar a tener más de 40 especies de bacteria y levaduras“, no encontrándose estas últimas en los yogures. Recomienda, eso sí, extremar precauciones y ser ”super higiénicos": “No podemos usar cosas de madera o plásticos; mejor cristales o aluminios inertes. Y lo mismo, congelar y partir de un producto más higiénico, en lugar de uno que hayamos manoseado varias veces previamente". Al buscarlo en el supermercado, donde los mejores tienen en torno a 16 tipos de bacteria, hay que observar que contenga la levadura del propio kéfir y no de otro sitio. Y con estas recomendaciones invita al oyente a hacer de su templo inmunológico una obra propia del siglo de Pericles.

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