Víctor Bravo, endocrino: “Si quieres introducir una pizza o una tarta en tu dieta, lo puedes hacer sin ningún problema”

Cuando al pilar de la alimentación le nacen grietas, se resquebraja todo el organismo; y el cuerpo, que es un templo, entonces, corre el riesgo de sumarse a los numerosos santuarios clásicos que claudicaron ante el paso del tiempo y terminaron por besar el suelo polvoriento. A nadie escapa que comer bien aporta beneficios en el corto y en el largo plazo, y que lo contrario saca a relucir el antónimo. Por ello, con voluntad solidaria y divulgadora, el creador de contenido y doctor Víctor Bravo, quien acumula más de 650.000 seguidores en Instagram, ha decidido otorgar el consejo definitivo a la red: el contenido de la cesta de la compra de un especialista.

Bravo, que de profesión es endocrino, recomienda “a cualquier persona que quiera bajar la glucosa y el peso” un alimento por delante de los demás. Fruta, que es “fundamental”. “Las manzanas son mis favoritas y los melocotones amarillos; para el verano, me encanta. También sandía y melón, solo que en este caso, no me lo he comprado", confiesa.

Fuentes de proteína e ‘imprescindibles’

Pero hay más. “Verduras, fundamental calabacines, cebolla y pimiento verde”, dice, destacando el último producto citado por su sabor: “Me encanta meter esto en el robot de cocina para crear recetas ricas”. Y para los postres “con fruta y frutos secos”, dos básicos: “Yogur 0% y un cacito de proteína, fundamental en mi alimentación”.

A esto se le añaden “legumbres, como garbanzos o lentejas, que me permiten ahorrar tiempo en preparación y comer grandes cantidades”, así como quinoa, “atún, como fuente de proteína para los platos” y “pasta integral de lenteja, que aporta mucha versatilidad”. Entre todos los productos también hay espacio para el capricho, que en su caso es “lumaconi (un tipo de pasta), que lo como los días que hago más ejercicio”. Y entonces revela su ‘imprescindible’: “También algo de queso, que siempre se disfruta en casi todas las comidas”.

No se trata de una cesta exótica, sino totalmente cotidiana. “Como puedes ver, no he inventado la pólvora”, vacila, argumentando que, en realidad, lo único que ha dejado de echar son “dulces, pipas, patatas fritas o cosas de picoteo, porque no picoteo”. Si uno centra la alimentación en los alimentos que ha expuesto durante el vídeo, entonces “es muy raro que te vaya mal”.

“Luego si quieres introducir una pizza, un dulce, una tarta, lo que sea, lo puedes introducir fuera de casa sin ningún tipo de problema”, sentencia, abriendo la puerta a la picaresca y coartándola con “la regla del 80-20″: “80% que comas este tipo de cosas, que además es muy rica, y 20% que salgas del plan”. Si uno hace esto, puede “jurar y prometer que no va a pasar absolutamente nada”. Y el templo seguirá en pie.

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