WIMBLEDON

El embrollo COVID genera debate en Wimbledon

El hecho de que el torneo deje en manos de los tenistas el procedimiento en caso de positivo por coronavirus, genera incertidumbre y vacilación.

Steven Paston - PA ImagesGetty

Los abandonos de Marin Cilic (lunes) y Matteo Berrettini (martes), ambos tras haber dado positivo por coronavirus, antes de sus partidos de la primera ronda de Wimbledon, ha generado un debate en el torneo sobre el procedimiento a seguir en estos casos. Y es que tanto el croata como el italiano tomaron la determinación de no jugar por su cuenta, puesto que la organización, en consonancia con el Gobierno británico, no ha previsto este año ningún protocolo al respecto. Simplemente, deja la decisión en manos de los jugadores.

“Tengo entendido que se puede competir, lo he escuchado antes del partido, en la sala del fisio; si coges la COVID, puedes jugar, no te echan del torneo como pasaba antes. Se lo he oído decir también a un jugador”, cuenta Feliciano López, veterano de 40 años al que todo el mundo conoce en el circuito. “Al parecer, Berrettini y Cilic se encontraban mal. Yo creo que con este tema debemos ser muy cautos y aunque parezca que el virus esté en un momento de debilidad, por decirlo así, debemos tener cuidado para que no se propague por el torneo”, continúa el toledano. La incertidumbre es evidente, igual que el desconocimiento de las reglas, si es que las hay.

“No sé la norma realmente, si podían jugar o no, pero opino que las cosas están yendo bien desde que se ha abierto todo un poco. Que yo sepa, no ha habido muchos casos en los torneos. No creo que haya habido cosas raras y que los jugadores lo hayan tapado”, dice Feli, en referencia a las duras manifestaciones de Alize Cornet, que habla sobre un brote que fue ocultado en el pasado Roland Garros: “Nadie habló. En el vestuario, mucha gente lo tenía y no decía nada. Cuando salga a la luz y se descubra qué jugadores de los importantes lo tuvieron... va a haber un incendio”. La francesa reveló que tenían “síntomas”. “Pero jugamos y todo fue bien. No nos íbamos a hacer test nosotros mismos para tener que irnos. A veces en los torneos hay casos de gastroenteritis, por comida en mal estado, y no vamos a crear un protocolo por eso y expulsar a los tenistas enfermos. Si volvemos a la época de las burbujas, dejaré de jugar torneos”.

Rafa Nadal entró en la discusión después de ganar el martes a Cerúndolo. “Obviamente, espero no verme en esta tesitura. Si me veo, pues actuaré de la manera más responsable posible. Para mí depende mucho de las situaciones, pero la salud general va por delante de cualquier otra cosa”, aclaró. “Creo que no nos tienen que consultar. Nosotros no estamos preparados para tomar esas decisiones. Somos tenistas, no especialistas en salud. Tienen que tomar esas medidas, los que están preparados, los expertos en salud. Todos podemos opinar, sobre todo, pero esto se convertiría en un circo”, añadió, antes de asegurar que no recordaba “casos en Roland Garros”. “Si alguien dio positivo, no lo sé, no tengo esa información. Prefiero no hablar de ello porque no tengo toda la información”.

Compañeros del balear, como Roberto Bautista, son partidarios de continuar en caso de enfermedad: “Supongo que si tuviera COVID, jugaría. Ya he jugado muchas veces en mi carrera enfermo o con fiebre. Y me parece perfecto que la organización deje tomar la decisión al jugador en función de cómo se siente”. Liam Broady habla de la situación con un curioso ejemplo: “Ya no considero que sea una gran preocupación. Es como una clase rebelde de escolares. Si te dan reglas para cumplir, entonces escuchas con mucha más atención. Pero si te dicen que no vas a tener que hacerte más pruebas, nadie se va a hacérselas a sí mismo a propósito”. Para el británico… “Si te has resfriado un poco, juegas el cuadro principal de Wimbledon por 50.000 libras y una oportunidad de ganar más, no estoy seguro de que algunos de los chicos de menor ranking vayan a ser boy scouts y hacerse un test de COVID. Eso sería un poco estúpido a mis ojos”.

Los más precavidos

En el lado más cauteloso está Stefanos Tsitsipas. “Si alguien no se siente bien y especialmente con una enfermedad como la COVID, creo que es difícil salir a la pista y competir. Tiene diferentes efectos en diferentes personas. En este punto tienes que hacerte una prueba para ver qué enfermedad tienes, y es absolutamente normal el procedimiento que siguieron (Cilic y Berrettini). Los demás jugadores deben sentirse seguros en este torneo, porque pueden pasar muchas cosas”.

Coco Gauff va por la misma línea que el griego, aunque no considera que sea un problema grave. “Con las regulaciones en el Gobierno, ahora, si sientes síntomas, hazte el test. Eso es lo que haría si sintiera algún síntoma de COVID. Pienso que también es bueno no tener que hacerlo todos los días o cada dos días. No quiero volver a eso. Con las vacunas, sabemos que la carga viral es baja y es muy difícil de transferir si eres una persona vacunada”. La estadounidense es un ejemplo de la poca información que circula por Wimbledon al respecto de la pandemia: “Honestamente, ni siquiera sabía que la gente estaba dando positivo hasta que vi a otro jugador con una máscara en el piso de arriba”. Y Paula Badosa tiene claro que a ella no le va a pillar otra vez la enfermedad: “No me preocupa, porque he pasado todos los COVID que existen y de todos los colores”.

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