Landaluce y Llamas se despiden, Munar se emplaza con Struff

La andadura de Martín Landaluce y Pablo Llamas, las dos principales promesas del tenis español masculino de cara a los años venideros (Carlos Alcaraz a un lado), en el Mutua Madrid Open finalizó este miércoles a las primeras de cambio. Mejor le fue a Jaume Munar, el primer tenista nacional que compitió en el cuadro final ATP, y que batió al portugués Nuno Borges por 7-5 y 6-4 en 1h57. De los otros dos representantes españoles en liza en el día de hoy, ninguno de ellos pudo avanzar a segunda ronda. Landaluce sucumbió frente al alemán Daniel Altmaier por 6-1 y 7-5 en 1h34, mientras que Llamas fue apeado por el eslovaco Lukas Klein con un resultado de 6-1, 4-6 y 7-6 (4) en 2h11.

Munar, de 26 años y 73º del ranking mundial, superó la primera ronda en Madrid por segundo año consecutivo (en 2023 llegó a la cuarta fase), algo que no había logrado en sus cinco participaciones previas en la capital. El balear estuvo especialmente inspirado con su servicio, con tres juegos en blanco para abrir el encuentro frente al portugués Borges, de 27 años y 56º de la ATP. Su siguiente parada será, el viernes, el alemán Jan-Lennard Struff, 23º cabeza de serie y sorprendente finalista en la Caja Mágica el año pasado.

No corrieron la misma suerte Landaluce y Llamas. El primero, de 18 años y 322º mundial, por segundo año consecutivo en el que era invitado al cuadro final, cayó en el Estadio Manolo Santana ante el alemán Altmaier, 25 y 61º. Después de ser avasallado en la primera manga, el madrileño le fue cogiendo ritmo al encuentro y plantó cara al teutón, aunque era demasiado tarde para la remontada. Cerró así la tercera experiencia Masters 1.000 de su vida, la segunda este año después de Miami (ganó a Munar en primera fase).

Quien se estrenaba en un torneo de esta categoría era Pablo Llamas, 21 y 146º, después de superar la previa. Le pasó algo parecido, y es que el eslovaco Klein, 26 y 120º, también de la qualy, le pasó por encima durante la primera manga para que el jerezano, que jugó con un vendaje en el muslo derecho, despertase en el segundo set. Llamas aprovechó dos de las tres bolas de quiebre de las que dispuso, gran efectividad, aunque no fueron suficientes oportunidades. En el parcial definitivo llegó a ir break arriba, pero Klein devolvió la rotura de inmediato y forzó un tie-break en el que fue superior.

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