TENIS

Raducanu cierra su año terrible con balance negativo

La británica, campeona del US Open, dice adiós al resto de la temporada por una lesión en la muñeca derecha con una marca de 17-19 y fuera de top-50.

JUNG YEON-JEGetty

El annus horribilis (año terrible) de Emma Raducanu en el circuito femenino de tenis tocó a su fin el martes en el WTA 500 de Ostrava, donde cayó en la primera ronda ante la rusa Daria Kasatkina. Fue la 19ª derrota de la campeona del US Open en 2021, en una temporada que cerrará con 17 victorias, ya que una lesión en la muñeca derecha no la permitirá competir en los torneos que quedan en 2022. Iba a jugar la semana que viene en el Transilvania Open de Cluj-Napoca, pero el torneo anunció este jueves la baja de la británica de origen rumano.

Raducanu despide el curso con balance negativo y fuera del top-50. Es 67ª, pero puede perder más posiciones de aquí a final de un año que empezó en el puesto 19º y en el que llegó a ser la 10ª del mundo entre julio y agosto. A finales de septiembre su tenis vivió un repunte en Seúl, pero cuando mejor estaba jugando, tuvo que retirarse por lesión (pierna izquierda) en semifinales, en pleno partido contra Jelena Ostapenko.

La letona es precisamente otro de los ejemplos de brilló efímero y sufrimiento posterior desde 2017, cuando finalizó el dominio de Serena Williams en los Grand Slams. Campeona en Roland Garros aquella campaña, hizo semifinales en Wimbledon 2018 y a partir de entonces no ha vuelto a acercarse a las rondas finales de un major. Lo mismo le ocurrió a Sofia Kenin, ganadora del Open de Australia 2020 y finalista poco después en Roland Garros, ahora desaparecida en combate. Y a Bianca Andreescu, que se llevó el título en el US Open 2019 y cayó después en una crisis de la que aún no ha podido salir. Tampoco ha logrado cuajar la vencedora hace un año en París, Barbora Krejcikova, y está por ver si se consolida Elena Rybakina, que ganó hace unos meses en Wimbledon y después cayó en la primera ronda del US Open.

El caso de Raducanu, cerca de cumplir los 20 años, es una prueba de los estragos que causa en ocasiones alcanzar altas cotas de notoriedad deportiva y fama mundial a una edad temprana. En su caso, también e aprecia un problema de gestión. Desde que destacó en el All England Club en 2021, ha tenido seis entrenadores diferentes. Allí la preparó Nigel Sears, al que sustituyó por Andrew Richardson antes de triunfar en Nueva York. Pocos días después lo despidió y tras un breve periodo de tiempo en el que contó con el español Esteban Carril, Emma contrató a Torben Beltz. Pero a finales de abril, la muchacha puso fin a la relación con el exentrenador de Angelique Kerber y se puso a las órdenes de un técnico de la Federación Británica, Iain Bates, hasta que llamó al ruso Dimitry Tursunov, un movimiento polémico en pleno conflicto entre Rusia y Ucrania.

Gente y millones

“Hay mucha gente alrededor. Eso es probablemente algo que ha cambiado. Antes podía hacer lo que quisiera, dejarme llevar. Creo que ahora me rodean muchas personas en todo momento. Es algo que viene con lo que hago y pienso que me adapté. Es parte del deporte. No me quejo”, dijo antes de iniciar la defensa de su título en el US Open, donde no pasó del primer partido (cayó ante la francesa Cornet). Desde su rutilante y contundente triunfo en Estados Unidos el año anterior, el balance acumulado es 19-22 y su mejor resultado, las citadas semifinales en Corea del Sur. En el lado más negativo, 10 derrotas a las primeras de cambio en otros tantos torneos. A pesar de esta caída, Raducanu es una jovencísima millonaria. Ya tenía contratos con Wilson, Nike, y firmó con Dior, Tiffany & Co, British Airways, Evian y Vodafone, que no han visto rentabilizadas, al menos en el aspecto deportivo, sus inversiones. Si se recupera a tiempo, Raducanu volverá a jugar el 16 de diciembre en la exhibición del Mubadala World Tennis Championship de Abu Dabi, donde se enfrentará a la tunecina Ons Jabeur.

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