Alcaraz: “Quiero ser como el Big Three, número uno mucho tiempo”

Después de alzarse con su primer Grand Slam en Nueva York y de certificar el pase a cuartos en la Copa Davis, Carlos Alcaraz ha podido respirar, pero de aquella manera. Ha tenido un breve parón en cuento a competiciones, pero no en su agenda, muy reclamada por las grandes marcas. Entre ellas, Babolat. “Probé distintas raquetas en mis primeros años hasta que, hace nueve, empecé a jugar con Babolat y, desde el principio, me enamoró. Durante toda mi carrera hasta ahora”, reveló el murciano, este miércoles, en una entrevista virtual con la compañía francesa. “He tenido varios días de descanso con los amigos y la familia. Ahora, es tiempo de volver al trabajo”, continuaba, ratificando el calendario que tiene por delante: el ATP 500 de Astana (del 2 al 9 de octubre), el de Basilea (del 24 al 30 de octubre), el último Masters 1.000 del año, París-Bercy (del 31 de octubre al 6 de noviembre), las ATP Finals de Turín (del 13 al 20 de noviembre) y la fase final de la Copa Davis, en Málaga (del 23 al 27 de noviembre).

Un atracón final, en el que no mencionó la defensa de su título en las NextGen ATP Finals de Milán, tras percatarse de la dimensión de sus logros. “La semana después del US Open, tuve la Davis. No pude descansar ni darme cuenta de lo que hice. Ahora, he tenido una semana para ser consciente de lo conseguido y para rebajar la presión”, reconocía. En Nueva York, elevó al máximo exponente una temporada que ya era de matrícula de honor, que empezó con su primer ATP 500, en Rio de Janeiro, y continuó, Barcelona mediante, con sus primeros Masters 1.000, en Miami y Madrid. Mérito tras méritos hasta auparse hasta la cima del ranking mundial, una que siempre ha perseguido. “Todos los niños tienen sueños y el mío era ser el número uno del mundo, no tenía ninguna duda. Siempre tuve ese sueño. Desde el principio”, revelaba Charly, con su característica sonrisa.

“No siento la presión como antes”

Una ambición cultivada desde edad temprana, pero inagotable. “Tengo que trabajar para seguir siendo el número uno durante mucho tiempo. Quiero ser como el Big Three, estar todo el tiempo posible ahí”, aseguraba, con su natural convicción. “Sólo puedo decir que tengo que entrenar y estar listo para hacer frente a esta presión y aprender a manejarla”, reflexionaba el murciano tras caer ante Tommy Paul en Canadá, en el único momento de su temporada con ciertas dudas. Ya ha pasado página. “No siento la presión como antes. Estoy disfrutando de jugar al tenis, de estar en la pista, de trabajar. Es lo que estoy haciendo y lo que que seguiré haciendo, pese a ser número uno”, analizaba, antes de cerrar la conversación con un sentido agradecimiento: “Lo único que puedo decir es gracias a todos por el apoyo, por creer en mí todo el tiempo”.