“¡Viva el Off-season!” (La frase preferida de un aficionado de los Redskins)

.

(Este artículo está escrito por Daniel Hidalgo. Periodista de AS y hooligan de los Redskins. Espero y deseo que esta sea la primera de muchas colaboraciones, escribiendo sobre los Redskins hasta las últimas consecuencias. Es para mí un placer presentaros a Dani).

 El magnífico pasado:

En mi caso, naciendo y viviendo los primeros 21 años de mi vida en Washington DC, es obvio que los Redskins sean mi equipo bandera. Aún recuerdo como si fuera ayer el invierno del 91’, la última temporada gloriosa de los Skins: las espirales de 60 yardas de Mark Rypien, las manos mágicas de Art Monk y las intercepciones del inigualable Darrell Green. ¡Qué equipo! Ganando Super Bowl XXVI tan sobradamente… (Ganando en Minnesota 37-24 contra los Bills).


Entonces solamente tenía 6 años, pero recuerdo que fue algo que unió a la ciudad entera durante años. Incluso recuerdo que nos hacían cantar el ‘Redskins Fight Song’ en el colegio todas las mañanas en clase de inglés (¡y eso que estudié en un liceo francés!)

Hail to the Redskins!

Hail Victory!

Braves on the Warpath!

Fight for old D.C.!

Run or pass and score -- we want a lot more!

Beat 'em, Swamp 'em,

Touchdown! -- Let the points soar!

Fight on, fight on 'Til you have won

Sons of Wash-ing-ton. Rah!, Rah!, Rah!

Hail to the Redskins!

Hail Victory!

Braves on the Warpath!

Fight for old D.C.!

Es, sin duda alguna, deportivamente hablando, lo más grande que hemos vivido en la ciudad. (Sin ánimo de ofender al DC United, ganador de cuatro títulos que pasaron bastante desapercibidos. Ja ja ja).

 El terrible presente:

¿Qué tienen en común estos equipos?

Titans, Jaguars, Rams, Buccaneers, Giants, Vikings, Ravens, Raiders, Patriots, Steelers, Eagles, Colts, Panthers, Falcons, Broncos, Seahawks, Bears, Packers, Chargers, Ravens, Cardinals, Saints…

Ante todo, dos cosas:

(1)  Todos han sido finalistas de conferencia en las últimas 13 temporadas

(2)  Ninguno de ellos son los Washington Redskins

Ya han pasado 19 años desde que los ‘Skin fans’ saborean algo de gloria. Y aunque sea normal que muchos equipos tengan una época de ‘cool-down’ tras ser campeones, hay que entender que desde 1991 se haya agotado la paciencia de la hinchada, y más teniendo en cuenta la forma tan terrible en la que se han hecho las cosas en el seno del club. Recuerdo que en mi última visita navideña en Washington encendí la radio en el coche y escuché un cover bastante lamentable de una canción de Jay-Z y Rihanna que decía: “Vamos Skins vamos a ganar mañana a los Cowboys y así al menos aniquilamos sus esperanzas de playoffs. Wooooooh-ooh-yeah”.

Qué triste… 19 años más tarde nos quedamos tan felices con la posible desgracia del eterno rival. (Sin tener que mencionar que el día después perdimos 17-0 y entregamos en bandeja a los Cowboys una plaza en los playoffs).


¡Ya basta!:

La de los Redskins es la franquicia más rica de la NFL y tiene a una de las aficiones más leales y numerosas de toda la liga (es el equipo de los estados de Maryland (salvo la ciudad de Baltimore), Virginia, Virginia del Oeste, Delaware y el Distrito de Columbia. Un sueño lucrativo para cualquier propietario... Y precisamente, por ello, en 1999 cayó bajo las manos de Dan Snyder: un triunfador de Wall Street cuyo único mérito tras una década en el club es un superávit anual 100 millones de dólares (cambiando el nombre del estadio a ‘Fed EX’ Field, subiendo el precio medio de cada entrada hasta los 75$ [los Bucs tienen las segundas entradas más caras de la liga: 63$] y más cosas de ese estilo).

Dan Snyder: cuando un dueño sólo ve dinero...

En el mundo del deporte, no soy el típico que busca culpables fuera de la cancha, pero lo de Snyder es realmente bochornoso. Mirando la trayectoria del dueño, que interfiere continuamente en la labor de su cuerpo técnico, deja totalmente claro que el mayor problema de los Skins está en la cima.


 ¿Listos?

TEMPORADA 2000:

Dejarse 80 millones de dólares de espacio salarial en los agentes libres más conocidos: Bruce Smith, Deion Sanders, Mark Carrier y Jeff George. Se podía argumentar que los tres primeros aún tuvieran algo de gasolina en el tanque pero, ¿¡Jeff George!? El rey del ‘Run & Shoot’ en un ataque clásico, de mal carácter y teniendo ya a Brad Johnson, un Pro-Bowler que había logrado más de 4,000 yardas en la temporada anterior.

Resultado: Tras empezar la temporada con 6 victorias y 2 derrotas, los Skins terminan 8-8 y sin sitio en los Playoffs. Se despide a Norv Turner.

TEMPORADA 2001:

Snyder contrata a Schottenheimer, un técnico que pide tener control absoluto sobre las decisiones deportivas del equipo. El dueño de los Skins decide probar eso de dejar a sus entrenadores hacer su trabajo, pero el ‘salary cap’ (tras las incorporaciones del año anterior) no permite que Brad Johnson siga en el equipo y Schottenheimer tiene que apostar por Jeff George. Los Skins empiezan la temporada con cinco derrotas consecutivas. Jeff George tiene las peores estadísticas de toda la liga y es relegado al banquillo.

Resultado: Schottenheimer, con Tony Banks (quarterback suplente), logra remontar un inicio de 0-5 hasta un 8-8. ¡Qué buen final de temporada! Parece que hay una base... De eso nada, a Snyder no le va eso de no tener mano en el equipo y pide a Schottenheimer que dimita. Él se niega, le despiden y cobra el montante restante de su contrato de 10 millones de dólares por 4 temporadas.

TEMPORADA 2002:

Snyder apuesta por Steve Spurrier: el entrenador más de moda de la liga universitaria. Pero no a cualquier precio, ¡el tito Steve firma un contrato de 25 millones de doláres por 5 temporadas! (su debut en la NFL). Si antes el dueño se dejaba millonadas en jugadores acabados, esta temporada lo hacía en staff técnico, ya que también ficharía a Marvin Lewis, el coordinador defensivo de los Ravens, y le haría el mejor pagado de su categoría. Por no romper tendencias, también se dejan una millonada en el linebacker agente libre Jeremiah Trotter. Se apuesta por un quarterback rookie, drafteado en la primera ronda: Patrick Ramsey.

Resultado: 7-9 y sin Playoffs. Ah, por cierto, ¿se acuerdan de ese tal Brad Johnson al que habían dejado marcharse el año anterior? Pues está en Disney, celebrando el Super Bowl que acaba de conseguir con los Bucs.

TEMPORADA 2003:

Para mi desgracia, los continuos problemas con el salary cap fuerzan la salida de Stephen Davis, mi running back preferido de la última década. Sin embargo, se hace a Laveranues Coles el receiver mejor pagado de la NFL. En cuanto a juego, el QB Ramsey tiene por delante a la peor línea ofensiva que recuerdo del equipo y acaba lesionado.

Resultado: 5-11. Spurrier dimite. Imaginaros lo miserable que tenía que estar para renunciar los 3 años y 15 millones de dólares que le quedaban... Mientras tanto, Stephen Davis hace la temporada de su vida con los Panthers y llega al Super Bowl.


TEMPORADA 2004:

¡VUELVE JOE GIBBS! Vuelve el entrenador que ganó el Super Bowl en el 91’, ¡vuelve la esperanza! Se lleva adelante el ‘trade’ más importante que recuerdo: el estupendo cornerback Champ Bailey por el runningback de los Broncos, Clinton Portis (el año anterior los Redskins habían usado su draft pick principal para incorporar al también runningback Ladell Betts, un fracaso). La ‘Snyderada’ del año: se ficha a Mark Brunell, cuyo brazo izquierda ya estaba decayendo en Jacksonville (¡lo siento Mariano!) por un contrato astronómico de 44 millones de dólares. Y todo esto para remplazar al que estaba supuesto ser ‘el futuro de la franquicia’ Patrick Ramsey. Brunell empieza la temporada de titular y acaba relegado al banquillo, en su defensa estaba algo limitado por molestias en los isquiotibiales.

Resultado: 6-10, sin playoffs. Sin embargo, Gibbs hace algo de limpia y parece al fin poner algo de orden.

TEMPORADA 2005:

Segunda temporada de Gibbs, cuya figura es demasiado grande para que Snyder se entrometa demasiado en los planes del equipo. Laveranues Coles, al que el entrenador no tragaba, se va a los Jets y llega en su lugar Santana Moss, uno de los mejores retornadores de toda la liga. La única temporada buena de Brunell (tras aquellos 44 millones, menos mal), que lidera al equipo por fin a los playoffs. Recuerdo dos pases de touchdown de más de 50 yardas para ganar a los Cowboys en Dallas, 14-13.

Resultado: 10-6. Victoria contra los Bucs en el Wild Card, después pierde contra los Seahawks. ¡Hail to the Reskins! ¿Se he encontrado por fin el camino?

TEMPORADA 2006:

Tras el mini éxtasis de los playoffs, Snyder vuelve a las andadas y todo vuelve a ser un desastre. Se ficha al agente libre Adam Archuleta por un contrato de 30 millones de dólares y seis años, récord histórico de la NFL para un safety. Randle El, ganador del Super Bowl con los Steelers, llega y cuadruplica su salario anterior con un contrato de seis años. Se usa el primer draft pick con Jason Campbell. ¿Qué equipo gasta su primer draft pick en quarterbacks con sólo tres años de separación? Los Redskins, un equipo sin rumbo... Ah, y casi se me olvida Brandon Lloyd: el receiver que costó dos draft picks y un contrato parejo al de Randle El.

Resultado: Lloyd es el receiver más caro de la historia que no logra ni un solo touchdown en su primer año. Adam Archuleta acaba siendo suplente y es mandado a los Bears a cambio de un draft pick de tercera ronda. 5-11, de nuevo sin post-season.

TEMPORADA 2007:

Año de luto en los Redskins y en Washington, Sean Taylor, el mejor jugador de la plantilla es absurdamente asesinado. Los Redskins tenían una marca de 5-7 cuando sucedió la tragedia y, en honor a su líder fallecido, gana sus últimos cuatro encuentros para entrar en los playoffs.

Resultado: 9-7. Derrota ante los Seahawks en primera ronda. La muerte de Taylor, un golpe muy duro para Gibbs, que decide cambiar una vez más la NFL por la Nascar.


TEMPORADA 2008:

Ningún entrenador de calibre quiere dirigir a los Redskins. Jim Zorn, al que habían contratado para ser coordinador ofensivo, es ofrecido el puesto de entrenador. Randle El no da la talla y los Skins pescan a tres receptores del draft (un puesto que hoy en día sigue siendo un gran punto débil). Snyder quiere fichar a Jason Taylor, linebacker de los Dolphins, porque ha leído en alguna parte que es el líder en sacks de la liga. Los Redskins le contratan a cambio de un draft pick de segunda ronda.

Resultado: Patética inversión la de Taylor, que logra 3 sacks en toda la temporada. Ah, y los tres receptores rookies, entre los tres logran 21 recepciones y 0 touchdowns. Los Redskins empiezan el año con una marca de 6-2, pero acaban en 8-8 y sin playoffs.

TEMPORADA 2009:

En la última temporada, Snyder no puede resistirse y vuelve a despilfarrar con los ‘free agents’. Esta vez contrata al ‘defensive tackle’ Albert Haynesworth con un astrocontrato de 100 millones de dólares (41 millones de ellos garantizados, un récord en la NFL). Sin mucho más que destacar respecto a la última temporada y rumbo a una marca de 4-12, la peor de la era Snyder, el dueño multimillonario despoja al técnico de su privilegio de escoger las jugadas del equipo. Así es, Zorn fue durante media temporada más preparador físico que entrenador… Y lo más cachondo es la historia detrás de su sustituto: Sherman Lewis, un técnico asistente jubilado de 67 años que estaba cantando partidas de Bingo en una residencia para ancianos. Créanme, no me podría inventar algo así.

Resultado: 4-12. Con partidos estelares como el 14-19 contra los Lions (la primera victoria de Detroit tras 19 derrotas consecutivas) y la derrota por 17-0 contra los Cowboys en casa.

P.D.: Esta temporada me compré el i-plus en parte para poder ver partidos de los Redskins en HD. Al final, y con razón, no se emitió ni un solo partido de los Skins en España.

Tanta turbulencia en el área técnica también nos hizo lograr el peor ‘trick play’ de la década, según ESPN (y el sentido común):

TEMPORADA 2010: ¿Otro suplicio?

Hasta aquí hemos llegado. De momento he de decir que no me disgusta lo que se ha hecho. Los Redskins han rescindido el contrato de 10 jugadores: Randle El (que nunca estuvo a la altura), el cornerback Smoot (echaré de menos los gritos de ‘Smooooot’ en el Fed Ex), Randy Thomas y Cornelius Griffin, entre otros… Y ha fichado al runningback Larry Johnson, que pese a no romper la barrera de las mil yardas desde el 2006 y teniendo en cuenta como está Portis, sólo puede venirle bien al equipo. También me sorprende ver que no hayan ido a por Julius Peppers y otros tochos del ‘free agency’. Será porque Dan Snyder ha conseguido un deseo que tiene desde el 2004: tener a Mike Shanahan de entrenador. El ex de los Broncos había rechazado varias ofertas en el pasado, pero sus años en el paro y los 35 millones de dólares de contrato que se llevará por entrenar al equipo cinco temporadas le han convencido.

Aún es pronto para saber cómo pintará la nueva temporada. Hay que ver qué movimientos se hacen antes del preseason y sobre todo ver que pasa en el Draft. Lo que tenemos ahora mismo no vale para mejorar los números de la pasada temporada. Veamos si Snyder deja a Shanahan trabajar, porque desde luego tiene su confianza. Sólo queda el consuelo de que esta vez no vayan a experimentar trayendo a un entrenador universitario o a un técnico jubilado repescado de la Nascar (con todo mi respeto para el gran Joe Gibbs).

Pronóstico: 5-11. Me duele, pero tengo en cuenta que los Giants, Cowboys y Eagles no pintan mal la próxima temporada y que no veo el juego ofensivo mejorando. Moss sigue siendo el único receptor fiable (y nuestro ‘tight end’ Chris Cooley) y con los pocos recursos que hay Campbell no basta para dirigir el ataque. La defensa volverá a ser nuestra único punto fuerte, aunque ruego a los dioses que los Redskins fichen a un Free Safety esta temporada. Laron Landry, cuya posición natural es la de Strong Safety, ha sido un desastre actuando de FS.

Entonces, ¡viva el Off-season! La única época en la que los ‘Skin fans’ estamos en igualdad de condiciones y podemos hacernos ilusiones.

Daniel Hidalgo

Lo más visto

Más noticias