Rins aprieta a Bagnaia hasta lograr la victoria

No es la primera vez, ni la segunda, que Bagnaia pierde una victoria que tiene al alcance de la mano, rodando en cabeza, por culpa de una caída mientras siente el aliento en el cogote de su más inmediato perseguidor. El año pasado, el de su primer título en MotoGP, lo hizo en Le Mans, para alegría de Enea Bastianini. Hace dos años, fue en Misano, para beneficio de Marc Márquez. Y ahora lo ha hecho en Austin, donde Álex Rins aprovechó el regalo para firmar su primera victoria en la clase reina a lomos de la Honda.

Es la sexta vez que el catalán cruza primero la meta de MotoGP y en esta ocasión sirvió para rematar un fantástico triplete español que comenzó con el triunfo de Ortolá en Moto3 y que tuvo continuidad con Acosta en Moto2. Eso sí, la carrera no empezó precisamente con muchas alegrías para la afición española, porque la primera vuelta fue caótica, con caída conjunta de Martín y Álex Márquez en la curva 3 y en la 12 de Aleix.

Fueron tres de las muchas que hubo en el bacheado circuito de Austin, porque también se cayeron el citado Pecco más Miller (cuando rodaba tercero), Mir, Binder y Nakagami. Señalar que la acción entre Martín y el pequeño de los Márquez fue un lance de carrera de toda la vida, y que viene bien para recordar que sin Marc Márquez en el asfalto también hay toques. Martinator fue una de las dos víctimas de la enorme pifia del ocho veces campeón en el GP de Portugal y luego se mostró muy crítico con él. Esta vez fue él quien tiró a otro piloto y no al revés, porque estas cosas le pueden pasar a cualquiera. Lo que deja descolocado a cualquiera es que no se comunicara esta vez que el lance fuera investigado por el Panel de Comisarios, porque unas veces sí lo hacen y otras, no, pero realmente no se sabe cuándo toca.

Volviendo al gran protagonista de la carrera, y del fin de semana, porque ya había sido segundo por sorpresa en la Q2 y en la carrera al esprint, señalar que Rins no arrojó la toalla en ningún momento y que se esmeró por meter toda la presión posible al vigente campeón mientras éste estuvo en pista. Alrdedor de medio segundo llevaba el de Ducati cuando perdió la rueda delantera en la curva 3, en la octava vuelta, y de ahí a meta el del LCR Honda se dedicó a gestionar los dos segundos y pico que llevaba sobre sus perseguidores.

El primero en cruzar la meta detrás de Rins fue un Marini que arrasó en la recta de atrás con su Ducati a la Yamaha de Quartararo, que puede dar por bueno este tercero con el que difícilmente contaba antes de empezar la carrera. El cuarto fue Maverick, que se sobrepuso a otra mala salida con la Aprilia que le llevó a rodar en la décima plaza, cuando salía octavo. Por detrás del catalán y hasta cerrar el top diez, Oliveira, Bezzecchi (conserva el liderato), Zarco, Morbidelli, Di Giannantonio y Augusto Fernández. Acabaron en zona de puntos Pirro, Folger y Binder. Es decir, que todos los que acabaron la prueba, 12+1 exactamente, cogieron puntos, pero ninguno tan feliz como Rins, que tiene en el circuito de COTA una de sus pistas talismanes, porque aquí logró su primera victoria mundialista, en Moto3, también ganó en Moto2 y la primera en MotoGP, aprovechando la caída de Márquez y batiendo en un duelo precioso a Rossi. Tiene pinta de que habrá más.