MOTOGP

El lado oscuro de Quartararo

El francés lleva 10 carreras sin acabar entre los dos primeros. Jamás había acumulado una racha así en MotoGP y él mismo se ha descartado por el título.

Parece demasiado prematuro renunciar al título de MotoGP en una temporada donde el vigente campeón Bagnaia, está segundo del Mundial con dos ceros en tres de las carreras dominicales. El italiano ha sumado más puntos los sábados (28) que los domingos (25), y aunque eso demuestra que el esprint lo ha cambiado todo y ha dado la bienvenida a una nueva era, a Quartararo no le queda ninguna esperanza después de los tres primeros grandes premios. “La M1 tiene que cambiar, no he notado una mejora en cuatro años”, aseguró el francés tras el esprint de Austin, antes de mostrar esa imagen derrotista y quién sabe, si empapada de realismo: “Como tenemos la moto ahora mismo del campeonato nos podemos olvidar, no podemos ni pensar en ello”.

La misma Yamaha que a principios de temporada auguraba una mejora aproximada de 5 km/h en velocidad punta, su gran talón de Aquiles en los últimos cursos, vuelve a ser la que era. En Austin “ni la velocidad fue igual a la de las primeras carreras”, aseguró Quartararo y con esa pérdida, en una época donde la aerodinámica está marcando la diferencia, “para añadir tanta aerodinámica tienes que disponer de motor”. Y en la casa de los diapasones esa sigue siendo su debilidad. “Estas motos no parecen ni siquiera motos, sino cohetes”, y puesto a que la fábrica japonesa todavía no ha diseñado el suyo, el francés sólo es capaz de acentuar una crisis que comenzó en el GP de los Países Bajos 2022.

En Assen tuvo el punto de partida la notable caída de resultados de El Diablo. De la victoria en Sachsenring a la caída en el trazado neerlandés sólo hubo un gran premio de diferencia, pero demasiado contraste en la progresión de un piloto que está mostrando su lado oscuro. Desde la cita en Assen hasta día de hoy, ha habido en juego en MotoGP 361 puntos. Del total, Quartararo sólo ha anotado en su casillero 110, un 30,47%, que impulsó su tercera posición del domingo en Austin. Aunque su regreso al cajón también dejó un dato demasiado revelador. El campeón de 2021 lleva 10 carreras sin acabar entre los dos primeros. Nunca antes el francés había pasado tanto tiempo sin visitar los dos escalones más altos del podio en MotoGP y ni siquiera su actuación en Las Américas, cambia un discurso crítico donde tiene claro cuál es el objetivo final.

Tras el podio Quartararo aseguró que “iba al límite durante toda la carrera”, pero al menos vio la bandera a cuadros y pudo “ver muchas cosas” de las que lleva avisando a la fábrica japonesa “desde hace mucho tiempo”. Es ahí (especialmente en la velocidad y el paso por curva) “donde hay que fijarse para mejorar”. Adelantar es a día de hoy misión imposible en Yamaha y “la frenada es el único punto donde se puede ganar algo. Pero te la juegas varias veces y al final te caes”, como se vio el sábado en Austin: “Y después de caerme, no estoy motivado”. Lo ocultó bien el domingo, aunque sin los tres arrastrones (de Martín, Álex Márquez y Aleix) de aquellos que luchaban por delate igual hubiese sido diferente la historia. De ahí que ese tercero no cambie la visión de un Fabio, que al menos, sigue teniendo un objetivo: “Encontrar velocidad y una manera de luchar con ellos (Ducati)”.

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