Isidre Esteve: “Quiero repetir lo que logré en moto”
El español afronta su vigésimo Dakar con la motivación intacta y convencido de que tiene margen para volver a codearse en las primeras posiciones.
Cada visita al desierto es motivo de celebración, pero especialmente en esta edición, Isidre Esteve (52 años, Lleida) tendrá una de sus participaciones más especiales en el Dakar. El español protagonizará su vigésima participación en una carrera que ha disfrutado de maneras diferentes... aunque cada vez el camino parece más similar. La experiencia le dice al piloto del Repsol Toyota Rally Team que “está en la senda correcta” para ser tan competitivo como lo fue sobre dos ruedas. La motivación permanece intacta y está convencido de que “hay bastante margen de mejora a nivel deportivo”.
—Va a cumplir 20 años en el Dakar. Después de todo, no sé si se imaginaba llegar a esa cifra...
—Para nada, para nada; ni mucho menos. Estoy agradecido, ¿sabes? a todo el mundo del motorsport. Cuando digo todo el mundo, son las marcas, a KTM, a Toyota, a Repsol, a MGS, a KH7... a toda la gente y patrocinios que me han permitido hacer esto. Ostras, es una gran trayectoria deportiva, que encima en la parte de las motos, pude llegar a formar parte de aquellos pilotos que tenían opciones a ganar todo. Y no durante un año, sino durante cuatro o cinco años. Es decir, el año 2004, cuando Nani (Roma) ganó el Dakar, yo lideraba esa carrera. Luego le cedimos el testigo a él, que fue fantástico, y ganó. En ese momento ganó por primera vez un español, que fue genial. Y luego los años con Marc Coma, luchando allí, estuvieron súper bien. Después de la fatalidad de 2007 (cuando tuvo el accidente que le dejó en silla de ruedas), que uno puede decir ‘ya no hay plan en la vida’, lo hay. Después de ese año hay dos proyectos, no uno; hay un proyecto deportivo, que es lo que hoy presentamos aquí, y que van a ser 10 años, pero luego también hay un proyecto social que compartimos con Lidia (su mujer), que es la fundación desde 2011. Llevamos 13 años abriendo un centro cada día y ayudando a personas a que su futuro sea mejor, o a que encuentren más motivos para luchar. Y esto está realmente bien.
—Dice que el segundo es el primero de los perdedores, pero a usted el Dakar siempre le da algún tipo de ganancia; al menos a nivel personal.
—Sí. Para mí el Dakar, ahora en esta nueva etapa de coches, es un reto y es un objetivo. Para que se entienda bien, mi objetivo con los coches es hacer lo mismo que he hecho con las motos. Y siento más que nunca, que estamos en la senda correcta, a todos los niveles. Y todavía no he llegado a ese objetivo. Entonces, cada día vengo aquí, me levanto, entreno, voy al Dakar, me voy a Portugal y me voy a Marrucos porque quiero ser mejor. Ese es el objetivo y eso es lo que me da.
—Por lo que dice sigue viendo margen de mejora a nivel deportivo.
—Creo que hay bastante margen de mejora a nivel deportivo. Mientras yo me vaya encontrando bien y Lidia me continúe machacando como lo hace (risas), va a estar bien. Espero que la motivación aguante para continuar estando ahí. De momento está intacta, como el año 2009 que fui al Dakar en coches, está igual. Bueno, creo que estamos mejor y ahora siento todavía más, que lo que tenga que venir, va a venir.
—Entonces esa cifra de 60 años en la que se ha demostrado que se puede ganar el Dakar, no es su límite; queda Isidre para rato.
—Quiero puntualizar sobre esto, porque siempre me gusta puntualizar cosas que pueden llevar a equivocaciones. Aunque haya dicho que si a los 60 años se puede ganar, no me quería comparar con Carlos Sainz porque no puedo hacerlo. Ni me gusta, ni puedo. Pero quiero decir que tengo 52 años, que me encuentro bien, que estoy motivado y que creo que tenemos margen.
—Entiendo que el programa deportivo de este año, Dakar, Portuga y Marruecos, con más actividad, le ha confirmado esas sensaciones.
—Nos reunimos después del Dakar en febrero en Repsol, porque es el máximo patrocinador y siempre es a quien consulto primero. Y lo primero, tenemos un proyecto con el combustible renovable desde 2021, que estamos muy comprometidos con esto y no hemos llegado al final. Porque al final es llegar al 100% renovable. Y tenemos un proyecto deportivo que nos tiene que conducir a algún sitio. Entonces decimos, ‘¿qué tenemos que hacer?’. Y vimos que teníamos que hacer más carreras. Por eso hicimos Portugal y Marrucos. Y eso es cierto que nos hace llegar a Dakar más frescos. Estamos frescos y vamos a por todas.
—¿Qué ha mejorado este coche para este año? Porque a última hora, en Marruecos, decidieron no cambiar de unidad.
—Sí, podíamos haber cambiado el coche. Había muchas posibilidades de cambiar el coche. En Marruecos podíamos haber tenido opción de coger un V6 biturbo de los nuevos e ir al Dakar. Y después de analizarlo dijimos, ‘la lógica dice que sí, pero la experiencia dice que no’. Es decir, tenemos un coche que sabemos cómo funciona, está todo bien, hemos venido de Marrucos, sabemos todo. Y sé que para poner el coche a punto necesito unos meses y necesito unos kilómetros. Porque si no puede ser que el segundo día me falle algo que sea una tontería. Entonces dijimos ‘no, apostamos’, porque ya sabíamos que el Dakar, más o menos, iba a ser un Dakar todavía más difícil, más duro, donde lo importante en el Dakar 2025 es no pararse. Y dijimos ‘no Isidre, este es el coche, funciona, va bien, lo conocemos, todo nuevo y vamos con esto al Dakar’.
—Habla de que va a ser un Dakar de no pararse y de regularidad. ¿Estará ahí la clave?
—Yo creo que los equipos van a tener que trabajar como equipo más que nunca. Los que quieren ganar. Va a ser importante no pararse, pero para ganar hay que correr. Hay que encontrar un equilibrio ahí.
—¿Y cuesta encontrar el equilibrio?
—Claro, porque todo el día quieres ganar las etapas. Pero hay veces que el riesgo para ganar no es necesario, porque quedan 3.000 kilómetros (de carrera por delante). Yo creo que Toyota tiene un equipo muy numeroso, tiene siete coches de forma oficial, pero luego está Al Rajhi y están otros pilotos. Creo que tiene el coche más fiable por años de experiencia en el Dakar que otros equipos y creo que tiene una gran oportunidad para ganar el Dakar. Y nosotros tenemos un coche muy fiable que nos tiene que permitir conseguir un buen resultado.
—Dice que Toyota tiene una buena oportuidad para ganar. ¿No ve a ninguna de las marcas recién llegadas, como Ford o Dacia, capaces de ganar?
—Hasta ahora no lo ha hecho nunca una marca. Pero es verdad, y no estaría bien no decirlo, que estas marcas que han llegado tienen unos pilotos ganadores. Pero más que nunca tienen que encontrar el equilibrio, porque va a ser difícil.
—Y yo creo que más que nunca, Txema Villalobos, su copiloto, este año va a ser decisivo puesto a que se separan los recorridos entre coches y motos.
—Sí, ya lo vimos en Marruecos y nos gustó el día que abrimos la etapa; por las dunas fuimos solos. Y Txema ha mejorado muchísimo, tiene mucha confianza y tomó decisiones correctas. Va a estar bien, esto va a estar bien, seguro.
—Después de toda la odisea de 2024, ¿cómo afronta el momento en el que vuelva a salir a las dunas?
—Bueno, hemos tomado nota (risas) y sabemos que cuando entremos en zonas 100% de dunas, hay ciertas cosas del coche que tienen que estar de cierto modo. El año pasado fue una fatalidad al romperse el diferencial delantero en las dunas. No tenía que pasar, era la primera semana de carrera, todo nuevo, todo el mundo va igual. Todos los pilotos oficiales de Toyota llevaban el mismo diferencial que yo y nadie lo cambió; y el mío se rompió. Ahora sabemos que es por mi forma de conducir. Como llevo los mandos en el volante, cuando llego al final de una cresta no puedo pulsar el freno y romper la cresta con el freno. Tengo que cruzar la cresta acelerando y cuando la rueda toca en el suelo todavía está acelerada y le da un golpe al diferencial. Es mi forma de conducir, que fastidia mucho el diferencial delantero. Y por eso hemos tomado nota con esto y vamos a ver qué gestión hacemos de los diferenciales.
—Una vez descubierto ese problema, la fiabilidad del Toyota sigue siendo una baza a su favor. ¿Se ve entre ese grupo de 20 pilotos que conforman los pilotos oficiales?
—Sí, yo creo que tenemos un coche que es fiable, tenemos experiencia, nos adaptamos mejor a una carrera de resistencia que a una carrera al esprint... Creo que vamos a tener nuestras opciones de conseguir un buen resultado.
—¿Y qué es un buen resultado?
—Cualquier resultado parcial o final que esté dentro de los 20 primeros va a ser extraordinario. Tanto como si es un 13º, como un 17º, como un 18º; va a ser extraordinario. ¿Por qué? Porque esto quiere decir que vamos a estar dentro de las posiciones que están los pilotos que pertenecen a una escuadra oficial. La parrilla es de 70 y de esos 20 oficiales, diez quieren ganar y solo va a ganar uno. Hay que ser honestos con todo esto. Pensar que puedo hacer de los cinco primeros es poco honesto y es un suicidio deportivo. Tú no puedes salir allí el primer día y pensar que puedes estar de los cinco primeros, porque el coche no va a llegar al final ni de coña. Nosotros sabemos es que hay momentos que vamos a exigir más a todos y hay momentos que vamos a guardar un poco. Vamos a ver cómo se desarrolla la carrera.