INDYCAR | PALOU

“He perdido cinco años de vida”

Tras la cita en Nashville, Álex Palou aumenta su ventaja hacia el segundo campeonato de la IndyCar con un nuevo podio que costó más de lo esperado: “Ha sido estresante”.

Travis Hinkle

Nashville fue menos Crashville que nunca. Dos banderas amarillas y tan solo una roja hicieron la que la cita de este pasado domingo fuera más dura de lo previsto para Álex Palou. Dos de esas banderas no llegaron hasta la parte final de la carrera y eso hizo que el español sudara para llegar hasta el final. Pendiente del cambio de combustible, el líder de la IndyCar catalogó de “muy estresante” la prueba de este pasado fin de semana, en la que pudo sumar un nuevo podio (fue tercero) para su casillero, que le deja más cerca de su segunda corona en la competición estadounidense. “Creo que he perdido como cinco años de mi vida con el ahorro de combustible y rezando por una bandera amarilla”, aseguró el español en la rueda de prensa posterior a la cita que ganó Kirkwood.

Y fue precisamente la falta de banderas amarillas lo que precipitó la carrera de Palou. El español apostó por una “estrategia agresiva” con su equipo que le llevó a pasar por boxes en la vuelta 13 para quitar las gomas blandas. “Lo teníamos planificado previamente pero no fue la opción correcta esta vez”, asumía el piloto del Chip Ganassi Racing, que esperaba “que hubiese más amarillas durante la carrera”. La suerte les sonrió casi al final, en la 74 de las 80 vueltas a completar, por lo que pasó por boxes una tercera vez para repostar y llegar al final (la segunda parada fue a 35 giros del final). “Tuvimos suerte de que llegara, hay que reconocerlo, porque sin ella no lo hubiésemos conseguido”, confesaba Palou, que ya no podía apurar más el ahorro de combustible.

“Era imposible ahorrar tanto, estábamos perdiendo dos segundos por vuelta de ritmo”, indicaba. De hecho, pensando ya en que no llegaría una nueva bandera, y contando con una tercera parada asegurada, Palou pasó a apretar para recuperar el mayor número de posiciones posibles si no se daba el milagro. “Dejamos de ahorrar y apretamos para tratar de no volver últimos a pista. Si podíamos acabar 15º, mejor que 20º. Lo hicimos durante una vuelta y media”, explicó, pero entonces se dio la situación perfecta. Estaba tercero, había bandera, podía entrar y respirar tranquilo. Además, con la relanzada se dio otra bandera que le dio más ventaja: “Eso me permitió al menos poder ser más agresivo en la defensa en la resalida final”.

Con el punto final puesto al sufrimiento, la cita se resume en un paso al frente hacia su segundo campeonato, ampliando la distancia con Newgarden (a 120 puntos) y Dixon (a 126). “En general ha sido un día muy bueno, podía haber sido más sencillo y más ‘limpio’, pero nos lo complicamos. Sin problemas de estrategia creo que podríamos haber peleado por la victoria, teníamos el coche y el ritmo, hemos perdido esa oportunidad pero estoy contento con el podio. El resultado es de 10″, resumió el español, a falta de cuatro citas para poner el broche de oro a una temporada en la que, de nuevo, puede ser campeón de la IndyCar.

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