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Splinter Cell: Blacklist

Splinter Cell: Blacklist

Guía Splinter Cell: Blacklist, guía completa - ACCEDE A LA COMISARÍA

Las claves para detener la amenaza de la Blacklist. Te mostramos el recorrido paso a paso de la historia y las misiones secundarias, conviértete en un fantasma y completa las misiones sin llamar la atención.

ACCEDE A LA COMISARÍA

Avanza por los tejados con relativa facilidad (sólo te encontrarás con un enemigo directamente) hasta llegar a la tirolina. Baja por ella sin preocuparte del soldado que patrulla al otro lado, cuando estés sobre él déjate caer y noquéale. Entra en el cuarto de la izquierda y llegarás al exterior.

Te encontrarás con varios soldados, y lógicamente, múltiples maneras de resolver esto. La dificultad en esta zona, reside en que el terreno es mucho más grande de lo que a priori se ve. A la derecha hay más guardias vigilando los tejados colindantes, así que si das la alerta, tendrás bastante problemas.

Hay una tirolina en la parte superior que comunica con el siguiente edificio. Si todos tus enemigos te buscan en el primer tejado, escapa rápidamente por la tirolina y evita el tiroteo. Cuando se termine el camino, salta y trepa hacia la izquierda. Sigue la cornisa hasta el final y déjate caer. y colócate bajo la ventana de la casa antes de que el soldado que habla por teléfono te vea.

Entra y realiza un ataque cuerpo a cuerpo para inmovilizarle. Tras esto, asegura el objetivo y ganarás dinero extra al final de la operación. Sal por la puerta y ve a la derecha. Escóndete tras una pequeña estantería y noquea al soldado que aporrea la puerta. Espera a que el pasillo quede totalmente despejado.

Avanza un poco más y deshazte del siguiente enemigo. Continua el pasillo y llegarás hasta unas escaleras que bajan. Aquí hay otro soldado más, aunque es fácil de neutralizar o evitar. Una vez en el exterior, continua hasta llegar a una gran puerta metálica y escala.

Al otro lado, el único enemigo que encontrarás es un perro. Éstos son capaces de reconocer tu olor a bastantes metros de distancia y empezarán a ladrar en cuanto te vean. Lo mejor es dejarlos KO a la primera de cambio, así te evitarás sorpresas desagradables. Sigue y por fin llegarás a la calle de la comisaría.