Rahm: seis hoyos nunca vistos y una remontada
El vizcaíno reacciona tras firmar el peor arranque de su carrera en los grandes y cierra con -1. La paternidad no distrae a un buen Scheffler, -4.
Que a Jon Rahm de tanto en tanto le cuesta arrancar en los grandes no es noticia. Sí lo son los seis primeros hoyos que firmó este jueves en Valhalla, en el día en el que Forbes le situaba como el segundo deportista mejor pagado del mundo. Para abrir boca el vizcaíno se despachó con cuatro bogeys y dos pares, el peor arranque de su carrera en un torneo del Grand Slam. Ni siquiera en el US Open de 2018, una de sus pocos cortes fallados en el círculo supremo del golf, desafinó tanto en los primeros compases.
El caso es que con frecuencia transforma esos tropiezos iniciales en tarjetas dignas. Lo vimos hace un año en el Masters. Lo ganó tras un doble bogey en el primer hoyo, algo que nadie había hecho desde Sam Snead en 1952. Y lo vimos en la primera vuelta de este 106º PGA Championship. Tras el calvario de los nueve primeros, que completó en -3 con un birdie aprovechando el par 5 del 7, a Rahmbo se le abrieron los cielos en la segunda mitad del diseño de Jack Nicklaus. La abrochó en -4, cinco birdies y un bogey, cerca del eagle en el 13, el hoyo estrella. Total un -1, que no es una bicoca precisamente en la jornada con más vueltas bajo par (64) desde las 60 que se entregaron el primer día en Medinah 2006, pero tampoco le descarta totalmente ante el histórico -9 de Xander Schauffele.
Eso fue por la mañana, y obligaba a los ‘gallos’ de la tarde a acelerar. Para sorpresa de nadie uno de los que se destacó en la persecución del californiano fue Scottie Scheffler, al que no distrae ni su reciente paternidad. Por si a alguien se le había ocurrido pensar en un bajón a raíz de la buena nueva, lo primero que hizo fue enchufarla desde la calle para eagle. Dudas despejadas. Al final tiró un 67 (-4), cuatro birdies y dos bogeys, dejando de nuevo por el camino una sensación de suficiencia casi insultante, incluso sin estar súper con el putter. Con -5, emitiendo señales cada vez más parecidas al golfista dominante que fue en el tramo 2020/2021, concluyó Collin Morikawa.
Otaegui y Puig, en un pulso por París
Por detrás de la zona noble, y en clave española, se disputaba un pulso por los Juegos Olímpicos que acogerá París en verano. Lo protagonizaban Adrián Otaegui y David Puig, junto a Jorge Campillo, ausente en este PGA, los grandes candidatos a acompañar a Rahmbo en la capital francesa, los tres en un lapso de siete puestos (del 109 al 115) en el ranking mundial.
Por la mañana jugó Otaegui, autor de una vuelta apañadita, cuatro birdies y tres bogeys para -1. Sin grandes alardes pero solidísimo, el donostiarra se dejó muy de cara pasar el corte. Algo más de trabajo tendrá en ese sentido David Puig, que juega invitado su segundo major como recompensa al esfuerzo que ha invertido en escalar en el ranking a través del Asian Tour, que tiene un convenio con el LIV. El catalán, que hizo la goma todo el día, acabó en +1 lastrado por un doble bogey al 15. Primera batalla perdida, que no la guerra.
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