Rahm va al asalto del número uno en su campo fetiche

En Torrey Pines fue donde Phil Mickelson descubrió el gen ganador que porta Jon Rahm y le auguró el espléndido futuro que hoy es presente. También fue allí donde el vizcaíno se consagró con su primer major, el US Open de 2021. Y allí es donde esta semana puede coronar un inicio de año abrumador, en el que ha sumado dos victorias en dos salidas (Torneo de Campeones y American Express), ha igualado la cota de triunfos en el PGA Tour de Seve Ballesteros (nueve) y se ha colocado líder de la FedEx Cup, la clasificación general del circuito norteamericano. Por mucho que el ranking mundial, cuyo mecanismo fue modificado el año pasado, le sitúe tercero, Jon es el golfista más en forma del mundo en la actualidad, y de miércoles a sábado tiene la oportunidad de ponerlo negro sobre blanco. Porque ahora sí que puede desbancar a Rory McIlroy, el único que le ha hecho sombra desde verano, del número uno.

Hay varios escenarios que favorecerían el ascenso del León de Barrika, que saldrá a las 19:30 de este miércoles al campo sur de este complejo público de 36 hoyos, ubicado en la costa noroeste de San Diego (California, EE UU), junto a los estadounidenses Tony Finau y Justin Thomas, en uno de los mejores partidos de la jornada. Si repite triunfo en la primera cita de la gira que añadió a su palmarés, allá por 2017, dará igual lo que haga McIlroy en el Dubai Desert Classic del circuito europeo, con el que se estrena este año. Si queda segundo, necesitará que el norirlandés acabe por debajo del tercer puesto en emiratos; si esa segunda plaza es compartida, habría tres posibilidades; y si acaba tercero en solitario, le valdría con que Rors no pase del 28º peldaño.

El motivo por el que Jon no figura aún en la cima del mundo golfístico es una mera cuestión de cálculo. En 2022 se decidió eliminar el mínimo de puntos que se otorgaba al campeón de un torneo, y que se decidía en función del tour que sancionaba dicho torneo. Ahora tiene más peso en la fórmula la cantidad de participantes, porque se considera que es más fácil ganar a menos jugadores independientemente de su calidad, que también se tiene en cuenta. Por eso ha habido casos como que la final del DP World Tour (antiguo European) del año pasado, que congrega a los 50 mejores de la temporada, diera menos puntos que el evento que se disputaba esa misma semana en Estados Unidos, con 140 jugadores.

Algunos han visto en la modificación un error. Es el caso del propio Rahm, que ha llegado a calificar el sistema de “ridículo”. O de Tiger Woods, que lo considera “defectuoso”. Otros como McIlroy, que jugó esa semana en Dubái, creen que es de justicia. Sea como sea, lo cierto es que la clasificación ya estaba previamente desvirtuada por el hecho de que una parte de los mejores jugadores del mundo llevan meses jugando en el LIV sin recibir puntos por ello, dado que la junta que dirige el ranking mundial no ha dado luz aún a sus repetidas solicitudes de entrada.

Encuentro con Gareth Bale

Este martes, en la jornada Pro Am previa al inicio del Farmers, Rahmbo compartió hoyos con el exfutbolista galés Gareth Bale, entusiasta del golf con un hándicap dos, altísimo para un aficionado. El ex de Tottenham o Real Madrid, que colgó las botas recientemente tras un breve paso por el LAFC, jugará el Pebble Beach Pro Am, torneo que mezcla golfistas y celebridades en uno de los mejores campos de Estados Unidos.

Muchos le piden que inicie una aventura profesional en el golf y Rahm bromeó con su nivel: “No puedes ser tan bueno en el fútbol profesional y en el golf al mismo tiempo, simplemente no me parece justo. No se puede dedicar a una sola cosa y tener tanto talento para el golf. No es justo en absoluto”, soltó entre risas. “En el momento en el que practique más, mejorará mucho. Es un jugador muy, muy bueno”, añadió Jon, al que Gareth no pidió “ningún consejo”. “Ni debería, ya es lo suficientemente bueno”, apostilló el vasco.