El COI elige presidente bajo la sombra de Donald Trump
Juan Antonio Samaranch está entre los favoritos, como Kirsty Coventry (sería la primera mujer) y la leyenda olímpica Sebastian Coe.


El Comité Olímpico Internacional elegirá este jueves a su décimo presidente, al sucesor de Thomas Bach y a quien debe guiar a la organización para mantener el deporte lejos de los pringosos dedos de una política cada vez más convulsa. El COI, una boyante empresa que generó 7.300 millones de euros el pasado ciclo olímpico que en un 90% revierten en la pirámide del deporte, celebra su 144ª Sesión en Costa Navarino desde el martes, en el Romanos Resort, a 100 kilómetros de la originaria Olimpia. Allí, 109 miembros, cada uno de su padre y de su madre, algunos elegidos por cooptación, otros por las cuotas de federaciones internacionales o comités nacionales, se encerrarán casi con el secreto de un cónclave cardenalicio, para elegir a su señor de los anillos.
Los candidatos son siete: Sebastian Coe, Kirsty Coventry, David Lappartient, Johan Eliasch, Morinari Watanabe, el príncipe Feisal el Hussein y el español Juan Antonio Samaranch, hijo de quien fuera presidente durante 21 años, hasta 2001, instalando a la organización en la modernidad. En realidad, todo parece indicar que se la jugarán entre Samaranch, la campeona olímpica de natación y el mito del atletismo. Los dos primeros, miembros de la Ejecutiva. El último, presidente de World Athletics. ¿Pero por qué y qué claves se manejan?
El factor Trump.
“Donald Trump ha entrado como un elefante en una cacharrería, y al día siguiente habrá que sentarse a negociar con él porque organizarán dos Juegos, Los Ángeles 2028 y Salt Lake City 2034. Hace falta un buen gestor, con peso y diplomacia y eso favorece a Samaranch”, apunta una voz autorizada del COI (nadie quiere posicionarse públicamente con su nombre en el juego de intrigas). Trump acaba de firmar uno de sus decretos para prohibir competir a deportistas trans y ha negado una visa al equipo cubano de baloncesto para jugar un partido de clasificación a la Americup. Algo que podría hacer con, por ejemplo, Irán, Irak, Siria, Yemen, Afganistán... Poniendo en peligro el concepto de universalidad. “¿Alguien cree que Coventry, con 41 años, va a ser capaz de plantarse?”, se pregunta.
Voto femenino.
Coventry tiene la posibilidad de ser la primera mujer al frente del COI (Anita de Frantz perdió contra Jacques Rogge en 2001). Y ahora mismo, de los 109 miembros, 48 son mujeres. “Si las mujeres votan en bloque, poco habrá que hacer. Pero no todas están de acuerdo en votar a Coventry por su falta de currículum”, apunta otra fuente desde dentro del organismo que define a la de Zimbabue como “la candidata de Bach”. Con el alemán se ha pasado de menos de 20% de mujeres en la Asamblea a un 44%. “Que Coventry le sucediera sería su último legado”, dice. Además, es africana, continente para conquistar por el olimpismo. A favor de ella, el bloque de deportistas (15 votos), ya que presidió su Comisión.
La arrogancia de Coe.
Sebastian Coe preside World Athletics, y en París 2020 quebró un principio del olimpismo sin avisar: premió a los campeones olímpicos de su deporte con 50.000 euros, lo que sentó fatal entre sus colegas. “Pocos votos va a sacar Coe entre los presidentes olímpicos y los representantes de comités nacionales”, advierten. Además, el voto anglosajón puede quedar dividido entre él y Coventry.
Eficaz Samaranch.
El 30 de enero, los candidatos pudieron hacer, a puerta cerrada, una presentación de su proyecto en Lausana ante la Asamblea. “Si puntuamos, a Samaranch le daría un 7 o un 8, a Coventry un 5 raspado y a Coe un 3, estuvo muy débil. Feisal al Hussein también estuvo bien, porque es un buen gestor (también pertenece a la Ejecutiva)”, explica un miembro de COI presente en el acto. El español sabe hablar al oído de sus compañeros. Por ejemplo, quiere volver a las votaciones para elegir sedes.
Presión de Rusia.
Actualmente, Rusia está suspendida (sus deportistas pudieron participar en París como neutrales y bajo estrictas restricciones) por la invasión de Ucrania. Y presionan fuertemente para volver al concierto. Coe ha sido muy beligerante con Putin. Samaranch ha ejercido de ‘fontanero’ en crisis como la del dopaje de Estado. Su padre se apoyó en Rusia para acceder al COI y ese recuerdo se mantiene. También la buena relación con China: Samaranch padre llevó los Juegos a Pekín en 2008 y el feeling con su hijo se mantiene con la Samaranch Foundation, con base en el gigante rojo.
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