Samaranch: “El deporte siempre se ha organizado en líneas de sexo”
Juan Antonio Samaranch (Barcelona, 65 años) aspira a suceder a Thomas Bach al frente del COI... pero también a su padre, que lo presidió 21 años.

El apellido Samaranch está indisolublemente unido al Comité Olímpico Internacional. El padre, Juan Antonio Samaranch Torelló, llevó al organismo a otra dimensión durante su mandato de 21 años (hasta el 2001), instalándolo en la modernidad (dio entrada a los profesionales), salvándolo de la bancarrota y lidiando con un mundo complejo partido en bloques. Su hijo, Juan Antonio Samaranch Salisachs (Barcelona, 65 años) pretende ahora convertirse en el presidente que suceda a Thomas Bach. Un hábil empresario (fundó la boyante compañía GBS Finanzas) que ha completado 12 maratones y practica la natación de larga distancia y el esquí de montaña. Un fondista que lleva casi 25 años en el COI y conoce a la perfección sus vericuetos. Este jueves, junto a los otros seis candidatos (entre ellos el mito olímpico Sebastian Coe), expone su programa a los miembros del COI en Lausana. El 20 de marzo se elige al nuevo presidente.
-¿Por qué ha dado el salto de competir por la presidencia del Comité Olímpico Internacional?
-Llevo desde 2001 en el COI. En los últimos 12 años he pertenecido a la Ejecutiva, muchos como vicepresidente. Mi vida en lo empresarial ya está consolidada y tengo una gran ilusión por dar los últimos días de mi vida profesional a este sistema de valores que es tan necesario en el mundo de hoy. Es una grandísima oportunidad para seguir manteniendo la relevancia del mundo olímpico.
-¿Qué puede aportar Juan Antonio Samaranch que no puedan aportar otros candidatos?
-El mundo de hoy es muy complejo, tribalista. Donde lo mío es más importante que lo de los demás. En el que desconfiamos del que piensa distinto. Mi religión es la adecuada, mi manera de vivir, mi sistema social es perfecto... Los valores olímpicos, pues, son mucho más importantes ahora que en otros momentos de la historia. Son momentos de respeto, de reconocer y aplaudir la diferencia, de crecer juntos en la diferencia también. Considero que el COI es una ONG muy importante, que reparte el dinero en el deporte de base con la idea de que a través de ello podamos conseguir una mejor humanidad. Pero para eso hacen falta muchos recursos.
-Y los tienen...
-Sí, los tenemos. En el último cuatrienio generamos 7.600 millones de dólares (7.300 en euros). Y aquí no hay dividendos. Además de ONG, somos una máquina brutal de generar negocio, recursos y de gestionarlos bien. Por lo tanto, hace falta una experiencia empresarial, sin duda. Yo fundé GBS Finanzas en el año 1991 con otro socio y hoy tenemos oficinas en tres continentes y nueve países. Tengo mucha experiencia en tratar con grandes empresas y creo que eso es esencial para el próximo presidente. La combinación de conocer los entresijos del mundo olímpico y saber cómo mantener la máquina financiera en marcha.
“El COI es una ONG muy importante”
Samaranch
-¿Necesita el COI un cambio drástico?
-No. Pero Thomas Bach siempre dijo: ‘O cambias o te cambias’. Y eso es verdad. Su grandísima presidencia se ha basado en cambios uniformemente acelerados a medida que las situaciones nos los imponían. Pero los cambios que vienen ahora no son menores. Y todo va más rápido. Las soluciones de hace seis años pueden no valer dentro de seis meses.
-Y en este mundo tan tribalista, ¿un movimiento como el olímpico puede mantenerse neutral?
-O nos mantenemos neutrales, o dejaremos de existir. No podemos tomar partido en las guerras, ni disputas políticas, religiosas o sociales. Existimos para poner a vivir juntos a todos. El ejemplo es la Villa Olímpica. No estamos para criticar, sino para que la juventud del mundo pueda demostrar que juntos hay una humanidad mejor.
-¿Cómo pueden ser los Juegos atractivos para las generaciones que vienen?
-París ha sido un éxito. Por grupos de edad, la atención entre televisión y medios digitales de gente hasta 30 años ha superado a la media. Se han enganchado e involucrado. Y eso porque el programa ha evolucionado con deportes que están ahora en la calle, skateboarding, escalada, 3x3... Y los formatos van mejorando. Debemos ser neutrales para poder servir a la humanidad y a la vez tener unos Juegos Olímpicos, donde se escenifica el show de nuestros valores, relevantes en cada momento. Ahora, el programa es la combinación de tradición y novedad. Los deportes tradicionales, que tienen poco seguimiento, durante los Juegos sí lo atraen y yo soy partidario de mantenerlos.
-La Agenda 2020 cambió la forma de relacionarse del COI con las ciudades candidatas. ¿Le gusta el modelo actual?
-Ha cumplido una función muy importante, porque cuando se puso en marcha sustituyó un modelo de competición feroz entre las grandes ciudades del mundo, con muchísima publicidad, que al COI le hizo mucho bien. Llegó un momento en el que se perdió el interés de organizar los Juegos y hacer concursos para que no se presentara casi nadie o provocar referéndums no convenía. En el bache, encontramos dos ciudades muy buenas, París y Los Ángeles, y se solucionó otorgándoles dos ediciones. Para los próximos, en 2036, hay 12 precandidatas en diálogo con el COI. Por lo que creo que ha llegado el momento de que la decisión la tomen otra vez todos los miembros del COI, en una sesión.
-Durante la época de Thomas Bach, los miembros del COI perdieron voz y voto. Las grandes decisiones les llegaron cocinadas. Usted quiere devolverles influencia, incluso en la elección de sedes. Eso en el pasado generó problemas...
-El COI tiene más o menos 130 años de vida y es de las instituciones en mejor forma. Quiero pensar que eso está muy relacionado con el ‘governance’, de esas más de cien personas voluntarias llegadas del deporte, la sociedad o los negocios que sólo tiene el objetivo de reforzar nuestros ideales. Y esto ha funcionado mejor que una administración profesional, una dictadura o un núcleo reducido. Y se han tomado decisiones brutales y valientes: otorgar unos Juegos a Japón tras el desastre de la II Guerra Mundial, a Moscú en 1980 en plena Guerra Fría y después a Los Ángeles. Hubo boicots, pero nos arriesgamos. Fuimos a Seúl para demostrar que la humanidad es mucho más que un país enquistado en un conflicto... Y todo eso lo ha decidió una asamblea de voluntarios. Debemos volver a ese modelo.
-No le gusta la creciente dispersión geográfica de sedes en Juegos. ¿Se está perdiendo el concepto de los Juegos para una ciudad?
-Me parece peligrosísimo y nocivo. Para no concentrar hay que tener un motivo, como no disponer de una instalación que luego no dejaría un legado. Pero no para solucionar problemas políticos internos en los países. El símbolo de la Villa Olímpica es clave. En Milán-Cortina se van a multiplicar.
“O nos mantenemos neutrales, o dejaremos de existir”
Samaranch
-¿Veremos pronto unos Juegos fuera del calendario habitual de verano?
-Si somos universales, decirle a una parte importante de la humanidad que ha nacido en la zona geográfica del ecuador que nunca podrán organizar unos Juegos no parece justo ni consecuente. Aunque haya que cambiar el calendario y afecte a mucha gente. No es aceptable dejar el Medio Oriente, una parte de África, Centroamérica, Asia o pronto el sur de Europa fuera por el calor. Como el clima no se va a ajustar a nuestro calendario, tendremos que adaptarnos al clima.
-¿Los Juegos de Invierno deben evolucionar? Entre otras cosas, el cambio climático reduce los territorios...
-Nos estamos quedando con cada vez menos sitios. Un estudio nos dice que tenemos garantizada la nieve hasta 2050, pero en lugares cada vez más específicos. Y habrá que tomar medidas al respecto. Los de Invierno son un producto importantísimo para el COI.
-¿Son demasiados cuatro años entre dos Juegos?
-(Sonríe, diplomático) ¡Es que somos un milagro! El fútbol, el baloncesto, la Fórmula 1... están on season diez meses al año y nosotros somos siempre off season excepto 32 días cada cuatro años, 16 y 16... y producimos 7.600 millones. Creo que ahora no es momento de especular con ello.
-¿Es partidario de que los medallistas olímpicos sean premiados económicamente por el COI?
-No. Ya reciben premios económicos desde los años setenta, por parte de sus gobiernos. También tienen patrocinadores. Pero del dinero que se genera en los Juegos, entre televisión y patrocinadores, el 92% retorna a la base de la pirámide. La mitad va a ayudar a la financiación de los Juegos en las ciudades y el resto va a través de las federaciones internacionales y los comités olímpicos nacionales a la base. Lo más importante para nosotros es lograr equilibro, que haya igualdad. El dinero que han generado los héroes olímpicos tiene que servir para producir otros. Si el dinero lo dedicamos a los medallistas, contribuiremos a desequilibrar el terreno de juego. Los Juegos son algo particular.
-¿La Inteligencia Artificial y el manejo del big data puede ser un ‘dopaje’ que favorezca a los países más avanzados?
-Ya montamos un grupo de expertos, hace poco yo mismo estuve en el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) y tenemos muy claro que es una herramienta extremadamente poderosa pero hay que asegurar de que llegue a todos en las mismas condiciones. Nos va a ayudar a ser más eficientes, a tener mejores arbitrajes, mejores entrenamientos, menos lesiones... Pero trabajamos en que esas bases de datos no sean privadas, sino públicas a través del COI. Que un atleta de Tanzania pueda tener los mismos datos que uno de Palo Alto.
“¿Juegos en invierno? Los Juegos tendrán que adaptarse al clima y no al revés”
Samaranch
-¿Veremos los eSports en los Juegos?
-Los Olympic eSports Games van a comenzar este año o el próximo. A veces hay que ser valientes. Tendremos tres ámbitos, los mixtos con actividad física como el ciclismo, remo, boxeo, kárate... Los eSports de deportes virtuales tipo el FIFA. Y eGames siempre con respeto a los valores olímpicos porque no puede haber sangre, muertes... ¿Por qué? Si decimos que hay que sacar a los chicos del sofá, hacemos esto porque los que están ahí sentados no van a llegar a nosotros. Así que vamos a ir nosotros, con cuidado, a por ellos. Si logramos que así entiendan los valores del deporte y el ejercicio habremos logrado algo que está en nuestra misión.
-¿El modelo actual del deporte, basado en las federaciones internacionales y nacionales está en peligro? Cada vez surgen más organizadores privados a los que sólo les interesa el negocio, no la promoción del deporte.
-Sí. Si convertimos las competiciones en ligas cerradas y altamente profesionalizadas, no sé quién va a pagar los campeonatos del mundo o de Europa júnior o cadete de cualquier deporte. En Estados Unidos, el dinero sale de los colleges y universidades. Pero en Europa el modelo está basado en los clubes y las federaciones en todos sus escalones. Eso hay que nutrirlo y se nutre, principalmente, de los Juegos.
-Insiste mucho en proteger la integridad del deporte femenino. ¿El COI debe ser líder en este aspecto? ¿Cómo integrar sin polémica a deportistas trans?
-Hace cuatro años tomamos una decisión que no es una tontería. Ante un mundo tan complicado, dijimos que lo más importante era proteger el deporte femenino, con seguridad y justicia. Una niña no puede competir contra una persona que tiene una ventaja injustificada, artificial. Como el transgénero afecta de forma diferente al tenis de mesa o al fútbol, para que las normas fuesen justas cada cual debía adaptarlas a su deporte. Estaba bien tirado. Pero no funciona, porque la alarma social mundial sigue ahí. París fue maravilloso, pero la gran crítica vino de este tema (se refiere al caso de las boxeadoras intersexuales). Debemos reconocer que nos equivocamos. Si el COI es el líder espiritual del deporte, debemos tomar una decisión enseguida, que sea sencilla, clara y universal. El mundo del deporte siempre se ha organizado en líneas de sexo. En competiciones de hombres y mujeres.
-¿Va a volver Rusia a competir con su bandera?
-No suspendimos a Rusia por la guerra (con Ucrania) porque no podemos. Hay 47 guerras en este momento en el mundo. Primero dijimos a Rusia que no estaba alineada con las normas del movimiento olímpico porque invadió a otro país durante la Tregua Olímpica. Se le quitaron las distinciones a Vladimir Putin, se prohibieron competiciones internacionales en su territorio... Luego, el Comité Olímpico Ruso usurpó las competencias del de Ucrania en el Donbás y eso iba contra la Carta Olímpica, por lo que les suspendimos abriendo la puerta a deportistas no implicados. Todo cambiará cuando las causas que han generado el problema desaparezcan. Antes no.
-Recuerdo una frase que me dijo su padre en una entrevista, cuando Madrid aspiraba a los Juegos y él ya no era presidente. ‘Ahora tengo influencia, pero no tengo poder’. ¿Cuánto poder tiene el presidente del COI?
-Tiene mucha influencia en el mundo del deporte, pero somos una entidad que debe ser apolítica dentro de un mundo político. Nos toca lidiar con ello. Pero no se nos pueden pedir cosas que corresponden a la ONU, a Estados Unidos o a Europa. El COI no puede castigar a los jóvenes de un país A o B. El poder lo tienen los políticos.
SIETE CANDIDATOS, ENTRE ELLOS EL MITO SEBASTIAN COE, PARA LA ELECCIÓN EL 20 DE MARZO
Siete candidatos pugnarán, el 20 de marzo en la 114ª Sesión del COI en Costa Navarino (Grecia) a puerta cerrada, por convertirse en el décimo presidente, por un periodo de ocho años. La decisión se tomará entre 110 miembros (el kuwaití Sheikh Ahmad Al-Fahad Al-Sabah está suspendido), entre ellos los españoles Pau Gasol y Marisol Casado. Unos miembros que se eligen por cooptación (se proponen entre ellos) pero con cuota para deportistas, presidentes de Federaciones Internacionales y presidentes de Comités Nacionales o asociaciones continentales (no más de 15 por cada categoría). Se irán haciendo rondas y el que recoja menos votos será eliminado, hasta que uno de ellos obtenga la mayoría absoluta. El presidente del COI no vota, pero tiene el derecho a ejercer un voto decisivo en caso de dos vueltas en las que se haya producido empate. Este jueves 30 de enero, en Lausana, los candidatos harán una presentación de 15 minutos, también a puerta cerrada, ante todos los electores.
El británico Sebastian Coe (67), mito del atletismo y presidente de World Athletics, parece a priori el hueso más duro de roer, aunque es el más rupturista y eso choca con el establishment del COI. Kirsty Coventry (Zimbabue, 41), doble campeona olímpica de natación es ministra y expresidenta de la Comisión de Atletas. Johan Eliasch (Suecia, 62) preside la Federación Internacional de Esquí. Feisal al Hussein (60) preside el Comité Olímpico Jordano. David Lappartient (Francia, 51), la Unión Ciclista Internacional y el Comité Francés. Morinori Watanabe (Japón, 65), la Internacional de Gimnasia.
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