Veiga, de becario a director en dos años

Los canteranos del Celta tienen en común, entre otras cosas, contar con planes de futuro muy definidos para cuando cuelguen las botas. Iago Aspas quiere ser director deportivo, Denis Suárez ya ejerce de empresario, Kevin Vázquez se ha formado universitariamente para dedicarse a la Química y Gabri Veiga estudia Periodismo. Este último, una de las grandes revelaciones de la Liga en el arranque de la temporada, se lo puso fácil este domingo a sus futuros compañeros de profesión. Todo titular del partido contra el Betis debía empezar por su nombre.

Como si de la redacción de un medio de comunicación se tratara, Veiga ha pasado de becario a director. Aunque puede parecer que es un recién llegado a Primera, llevaba dos años llamando a la puerta antes de conseguir derribarla. Su debut en la élite como titular se remonta al 1 de octubre de 2020. Aquel día, de manera sorprendente, Óscar García lo incluyó en el once para recibir al Barcelona. Los blaugranas ganaron por 0-3, pero los primeros 45 minutos que completó el desconocido mediapunta de 18 años causaron sensación.

Pese al gran rendimiento ofrecido en su estreno, el talentoso porriñés no repitió presencia de inicio y un mes después del duelo con los culés Óscar García fue destituido. El Celta apostó por Eduardo Coudet y el argentino no le dio minutos al canterano hasta la última jornada de Liga. Durante el verano del 2021 estalló el caso Bugarín, que hizo saltar por los aires la relación entre el presidente Carlos Mouriño y Denis Suárez. Veiga fue una víctima colateral de ese enfrentamiento al pertenecer a la misma agencia que el centrocampista y como medida de presión el club no le permitió entrenarse a las órdenes del Chacho hasta que no firmara la renovación.

La situación se desbloqueó el pasado mes de mayo y a partir de ahí el jugador de O Porriño regresó a la dinámica del primer equipo. El veto del presidente a Denis y la confianza que ha ido generando en Coudet han acelerado un proceso que culminó ayer frente al Betis. Veiga, todavía con ficha del filial, jugó por segunda vez en su carrera como titular en Primera y en el minuto 9 soltó un latigazo desde fuera del área que decantó el partido a favor de los celestes.

Sin Aspas

Su actuación frente a los verdiblancos resultó aún más meritoria por lo sucedido en la antesala del encuentro. Una indisposición estomacal dejó a Iago Aspas fuera de combate para iniciar el partido. El Celta se quedaba sin su líder y Veiga sin su mejor socio, quien semanas antes le dio la asistencia en el Metropolitano para que abriera su cuenta goleadora en Primera. Esa ausencia obligó al mediapunta de 20 años a echarse al equipo a la espalda y la responsabilidad no le pesó.

“Soy un afortunado por estar en el club de mi vida y espero que sea por muchos años más”, señaló el canterano tras ser la estrella ante el Betis. Su contrato concluye 2026, pero sus agentes están negociando una mejora y, de esta manera, convertirse a todos los efectos en jugador del primer equipo. Una vez que ha tomado el mando de la medular céltica, su siguiente reto llegará el domingo en el Camp Nou frente al rival que asistió al primer día en la oficina de aquel prometedor becario.