Veiga brilla en el césped y Vadillo se abona a la grada
Es un gusto ver a los jóvenes tomar el relevo. Gabri Veiga es un juvenil con planta y cabeza de futbolista de mucho nivel. En su bautizo en Primera no se arrugó ante todo un Barcelona. Más bien al contrario, asumió los galones que no le corresponden por edad y se echó el equipo a la espalda cuando más sufría. Tiene talento para marcar una época en el Celta o para ser carne de equipo grande. De hecho, si yo fuera Miñambres no lo hubiera dejado irse a casa hasta firmarle la renovación. También merece mención especial Fontán, corajudo y atrevido en su estreno en Primera.
Hablando de Miñambres, sorprendió que cerrara prácticamente la puerta a más fichajes en la previa del partido. El presidente Mouriño había prometido cuatro, sin contar a Murillo, y no ha llegado ninguno. Óscar debe estar que trina. Igual que Vadillo. Llegó libre del Granada para reforzar la banda celeste y de momento ni se ha estrenado. Su caso es un verdadero misterio. Lleva cuatro partidos en la grada y a este paso Mouriño aún le va a exigir que se haga socio para ocupar su asiento. A falta de más fichajes, Vadillo debe ser una solución. Y si falla, siempre estarán los niños de la cantera, que nunca defraudan. Veiga, Fontán... La nueva generación formada en A Madroa tiene muy buena pinta.