El día de volver a ganar

La mejoría en el juego que ha traído la llegada de Fran Escribá no tiene por ahora resultados efectivos en un Real Zaragoza que se encuentra a dos puntos del descenso. Así que la visita del colista Ibiza, que estrena técnico, Lucas Alcaraz, el cuarto ya de la temporada, es bastante más que un encuentro cualquiera del calendario (sigue el partido en directo en AS.com). No hay finales en diciembre en honor a la verdad, pero el equipo aragonés necesita hoy más que nunca la victoria para no verse otra vez en serios problemas. El Ibiza, por su parte, se agarra al viejo tópico futbolístico de a entrenador nuevo, victoria segura. Una máxima que, sin embargo, se cumple mucho menos de lo que parece.

El Zaragoza, que acumula cuatro jornadas sin ganar, sólo se ha impuesto en dos de sus ocho partidos en La Romareda y sus antecedentes frente a los últimos clasificados no invitan precisamente al optimismo, pero el triunfo es inaplazable frente a un rival que acumula nueve encuentros sin ganar y que ha sumado hasta once derrotas en estas diecisiete primeras fechas. El equipo aragonés tiene preparada una auténtica revolución invernal, pero lo más importante ahora es sumar el mayor número de puntos hasta el final de la primera vuelta, el mismo empeño que tiene un Ibiza que no se da por desahuciado por más de que únicamente acumule 12 puntos, seis menos que el Zaragoza.

Escriba sigue sin poder contar con los lesionados Cristian Álvarez e Iván Azón, dos titulares indiscutibles, y tiene, además, la baja por sanción de Petrovic, expulsado en El Plantío. Vada por Larrazábal o Fran Gámez puede ser la única novedad en el once del Zaragoza.

Por su parte, el Ibiza ha dado un nuevo giro de timón para conseguir la permanencia en Segunda División. Para ello, ha contratado a Lucas Alcaraz, que será el cuarto entrenador que se siente en el banquillo celeste esta temporada. El curso lo comenzó Javi Baraja, que fue destituido y su lugar lo ocupó Juan Antonio Anquela, que duró apenas un mes. De forma interina, Carlos Sánchez, secretario técnico de la entidad ibicenca, dirigió al equipo el pasado lunes frente al Andorra, pero ahora ya le llega el turno a un Alcaraz que tiene una difícil papeleta.

Los baleares llegan a La Romareda colistas, hundidos en la clasificación y en plena crisis de identidad y de resultados, con sólo dos puntos sumados de 27 posibles. Para cambiar eso se ha pensado en un técnico tremendamente experimentado y acostumbrado a manejarse en situaciones límite en varios de los equipos en los que ha estado. Puede que él tenga la receta para curar a una UD Ibiza enferma y que está en la UCI, pero no muerta, como advirtió el presidente del club, Amadeo Salvo, en la presentación del nuevo entrenador.

El martes Alcaraz llevó a cabo su primer entrenamiento como técnico del Ibiza y no ha tenido mucho tiempo para preparar el partido frente al Zaragoza. Además, contará con varias bajas que lastrarán el potencial de su conjunto. No dispondrá de los sancionados David Goldar, Pape Diop e Iván Morante. El primero vio la quinta amarilla frente al Andorra y los otros dos fueron expulsados. Además, por motivos físicos no estará Álex Gálvez. Es duda la participación del delantero Sergio Castel y tampoco está clara la presencia de Nolito, pero parece que ambos podrían llegar para este sábado y al menos estar en la convocatoria.

Con estos mimbres, toca ver qué equipo sacará el preparador granadino para empezar a cambiar una dinámica muy peligrosa y enderezar el rumbo de un equipo que, actualmente, va camino de Primera RFEF, si no cambia radicalmente la situación. El andaluz ya dijo este jueves, en la comparecencia previa al choque, que desea un equipo “decidido, compacto y con determinación”, que no sea una escuadra “pusilánime”. Veremos si su discurso ha calado en una plantilla que necesita el refuerzo anímico que dan las victorias. De momento, esta temporada cada vez que ha llegado un entrenador nuevo no ha habido triunfo. En la isla se confía en que con Alcaraz llegue ese balón de oxígeno para los baleares.