Darder y Cabrera dejan de ser ‘libres’ este lunes

Empieza la segunda semana de trabajo del Espanyol 2023-24 de la mano de Luis García, también la segunda completa para Fran Garagarza como director deportivo, después de que el club haya cerrado otras tantas salidas de jugadores con contrato en vigor: la de Joselu Mato al Real Madrid (sobre el papel, una cesión con opción de compra) y la de Tonny Vilhena, traspasado al Panathinaikos. Pero este 10 de julio no es un día más en el calendario de la entidad perica. Más bien se trata de la primera de las grandes fechas límite, ‘deadline’ como gusta decir ahora, del mercado de fichajes.

Acaba este lunes a la medianoche un plazo que se había impuesto en algunos de los contratos más significativos de jugadores del Espanyol. Lo tenía Joselu cuando fichó libre procedente del Alavés, aunque el Madrid no recurrió a ello, y lo siguen teniendo por escrito tanto Leandro Cabrera, de cuando renovó hace un año, y la joya de la corona, Sergi Darder, quien igualmente lo firmó al extender su contrato en agosto pasado hasta 2026. Consiste la cláusula en que, durante los diez primeros días de mercado, que abrió el pasado 1 de julio, cualquier club puede hacerse con el préstamo de uno de estos futbolistas si le abona la ficha íntegra que percibía en Primera, y que también por contrato se ha reducido a la mitad con el descenso a Segunda División.

Una situación en el que, incluso en el peor de los casos, el Espanyol cuenta con derecho de tanteo al más puro estilo baloncestístico: puede retener al jugador en cuestión si decide igualarle la ficha, es decir, pagarle como si estuviera aún en la máxima categoría.

A la espera de que algún club como el Al-Jazira de Abu Dabi (al que se le ha vinculado en las últimas horas) dé la sorpresa con Cabrera, a quien le han salido aspirantes desde Grecia, Turquía y el mismísimo Getafe, donde militó hasta enero de 2020 cuando recaló en el Espanyol, lo que parece descartado salvo debacle es que se emplee este método con Darder, quien si sale lo hará de la mano del club perico, es decir, con una operación que sea beneficiosa para todas las partes. Dicho de otro modo, que se amolde a su cláusula de rescisión, de diez millones hasta el próximo día 31 (otra fecha límite) y de 15, desde el 1 de agosto.

Un miembro de la plantilla con el que no existe esta peculiaridad en el contrato, o sea que no puede irse este lunes por el importe de su ficha en Primera, es César Montes. Sin embargo, en el caso del mexicano el Espanyol exigiría al menos, junto al pago de su ficha, que se abonara la parte proporcional de lo que ha costado su compra. Como quiera que se abonaron ocho millones a Monterrey y firmó hasta 2028, esa cantidad rondaría el millón y medio de euros. Claramente, inasumible para cualquier club, que en ese escenario siempre preferiría adquirirlo en propiedad.