REAL VALLADOLID

Un Real Valladolid de extremos

Plata trabaja con el resto del equipo tras sus molestias y Kenedy apura su recuperación de cara a un tramo final en el que deben ser importantes.

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Una de las necesidades más básicas detectadas en el Real Valladolid actual la destacó ya en verano José Rojo Pacheta, su entrenador, que reclamaba velocidad para el retorno a Primera División. Esto, que se concretó en la compra de Plata y en la llegada primero de Kenedy y en enero de Darwin Machis, sigue vigente, debido a que las problemáticas presentadas en forma de lesión del brasileño y del venezolano han mermado al conjunto blanquivioleta en los extremos. No obstante, a tenor de lo visto en los últimos entrenamientos, parece que llueve menos.

Y es que, en las últimas sesiones, se ha podido ver a Kenedy ya con el grupo, apurando el proceso de recuperación de la rotura del bíceps femoral que se produjo a mediados de enero, más o menos, en los plazos marcados de entre ocho y diez semanas, por lo que no sería descabellado pensar que fuera convocado para el partido en el Bernabéu. Como él, se ha reencontrado con el grueso de sus compañeros Plata, el más habitual en esta posición, después de que unos problemas musculares le impidieran estar en esta última ventana FIFA con Ecuador.

El tercero en discordia, Darwin Machis, continúa al margen, después de lesionarse en Elche fruto de un contacto de Heliberton Palacios que el árbitro no cobró, tal y como denunció posteriormente Pacheta. Al ‘vinotinto’ le quedan varias semanas para poder volver, ojalá, a ser importante, como estaba siendo desde su llegada. No en vano, en medio de la problemática mencionada con las alas, estaba siendo un soplo de aire fresco, rompiendo con su velocidad y gracias a que desde el principio demostró entenderse con Larin.

El goleador canadiense mostró entenderse con Machis desde la llegada de ambos, como probó el gol fabricado al alimón ante el Valencia. A Larin, no obstante, le ayudó también Pozo en el partido frente al Athletic, en el que debutaba el andaluz y en el que se volvió a constatar que el Real Valladolid es un equipo de extremos, que necesita de estos y de su vértigo para poder incidir en campo rival, a pesar de su asignatura pendiente con el gol, ya que, por el momento, solo Iván Sánchez y Óscar Plano, extremos ocasionales, han inaugurado su contador.

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