SEVILLA

El Sevilla no repartirá dividendos

Un déficit inferior a los 20 millones de euros en la próxima Junta General de Accionistas impide obtener ganancias.

María José López Europa Press

No habrá reparto de dividendos en el Sevilla con el balance del pasado ejercicio. Habrá déficit, de nuevo, inferior a los 20 millones de euros al cierre del ejercicio fiscal el 31 de diciembre y esta coyuntura elimina controversias y armas arrojadizas. Las previsiones estimadas en números rojos generan casi 60 millones en pérdidas los dos últimos años (sin ventas sustanciales y con secuelas de la pandemia), lastre para la reciente planificación de Monchi, pese a los traspasos sustanciosos de Diego Carlos y Koundé de este verano. Las 103.467 acciones de la entidad se quedarán sin premio.

La secuencia arranca en 2017. El Sevilla se convirtió en la primera Sociedad Anónima Deportiva de España en bonificar las acciones, pago que se ejecutó en 2018 con 15 euros por título. El club presentó en la Junta de Accionistas 23,5 millones de superávit después de impuestos. En el ejercicio 17/18 otros 26 millones de beneficios daban luz verde a repetir el dividendo. En 2019, las ganancias se despeñaron hasta los 2,47 millones, aunque valían para seguir la tendencia retributiva, la más alta, de hecho, con 44 euros.

El buen clima financiero languideció más en la temporada 19/20, con el regreso de Monchi y la apuesta ganadora de Julen Lopetegui, que desembocó en la sexta Europa League de Colonia ante el Inter y el cuarto puesto en Liga. El beneficio neto de 1,18 euros, pese a la inversión tremebunda para la revolución del plantel, invitaría a la reanudación de dividendos. En concreto, un pago de 4 euros simbólicos para los accionistas de la entidad en 2021. La cosa ya se puso cruda al cierre del balance de 2021, con 41,1 millones en pérdidas. Así que son dos años ya sin sacar lucro a los bonos, aunque los accionistas recibieran sus ganancias en 2021 (siempre al año siguiente de su aprobación en sesiones del consejo de administración).

El mapa accionarial es un galimatías. El valor nominal quedó establecido en 10.000 pesetas (60 euros) en 1992, hace ya 30 años. La cotización, aunque ha bajado, está entre los 1.500 que paga José Castro y los 1.800 Del Nido, que se sirve del capital extranjero de Sevillistas Unidos 2020. En cada junta general los porcentajes aumentan ligeramente en ambos bandos. Los datos aproximados serían de un 24 por ciento propiedad del expresidente y el gran opositor a Castro, que detenta un 21 por ciento, junto a la familia Alés y Guijarro. Carrión dispone entre el 15 y el 17. Los inversores americanos de 777 Partners cuentan con un 8 por ciento, aunque la alianza de Del Nido hace que se difumine quién termina acopiando cada acción que rastrean.

Quedarían un cuatro por ciento de Gómez Millán, otrora componente de Sevillistas de Nervión, la sociedad que le dio estabilidad al Sevilla durante el mandato de José María del Nido y con quien se alineó en los últimos años de feroz guerra civil. Por cierto, el Sevilla aguarda nuevas demandas en los juzgados. Otro cuatro por ciento de minoritarios y un tres por ciento de accionistas que suelen participar en las asambleas anuales completan el pastel principal. Un diez por ciento del capital está desperdigado y en paradero desconocido, ya que sus propietarios fallecieron y sus familiares no han regularizado la nominalidad.

En la última Junta, con fecha de 26 de octubre de 2021, el presidente del Sevilla recibió las intentonas de asalto al poder de Del Nido con un escudo del 42 por ciento de acciones sindicadas. En las diferentes votaciones, Castro logró un apoyo de entre el 52 y el 54 por ciento de las acciones, con una representación en la sala de más del 88 por ciento del capital social. La poltrona estaba a buen recaudo. No hubo el temido empate técnico.

El anterior déficit de 41,1 millones de euros fue una losa que maniató a Monchi en sus planes de renovación del plantel con tan sólo seis incorporaciones y ciertas carencias que se aplazan a próximos mercados. El director deportivo, que el 1 de septiembre aseguró que “no había dado bandazos en la planificación, recordó que cada presupuesto presenta entre 35 y 40 millones de euros de coste de la plantilla que deben subsanar con traspasos, primordialmente. Es el esquema exitoso del modelo de negocios puesto en marcha desde hace casi dos décadas. En caso de posibles recriminaciones al palco en las próximas citas en el Sánchez-Pizjuán, los dividendos no serán combustible peligroso para un ambiente más caldeado.

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