PRIMERA DIVISIÓN

Los fichajes exóticos de LaLiga

Todos los veranos los clubes de Primera División se refuerzan con algunos fichajes exóticos, desconocidos para el gran público, pero con la ilusión de triunfar en España.

ALVARO RIVERODiarioAS

A lo largo de los casi cien años de LaLiga han pasado por la máxima competición española miles de futbolistas de varias nacionalidades distintas. Muchos de ellos han entrado en la historia al convertirse en el único representante de su país que ha jugado en Primera División. Uno de los ejemplos fue Zhang Chengdong, que apenas jugó ocho minutos con el Rayo, pero fue el primer chino de la historia de la competición. La misma suerte tuvo Teerasil Dangda, el primer tailandés de LaLiga, que apenas disputó seis partidos con el Almería. A ellos se les une Aymen Abdennour, el primer tunecino y por el que el Valencia pagó 22 millones de euros.

También pasaron por la competición aunque con mejor suerte, el exjugador del Racing, Mohammed Tchité, el primer burundés en jugar en Primera División española, Jesper Grønkjær, que nació en Groenlandia y jugó media temporada en el Atleti o el “villano” del Mallorca, Gerry Armstrong, que nació en Irlanda del Norte y marcó el gol que condenó a España en el Mundial de 1982. Curiosamente, esta temporada, Rayo, Almería, Valencia y Mallorca repiten con un futbolista exótico: Abdul Mumin (Ghana), El Bilal Touré (nacido en Costa de Marfil, pero internacional con Malí), Cenk Özkacar (Turquía) y Tinotenda Kadewere (Zimbabwe). Junto a ellos está el Cádiz. El conjunto gaditano cuenta con Awer Mabil, (Kenia, pero internacional con Australia).

Awer Mabil (Kenia, internacional con Australia)

A. Mabil

El extremo del Cádiz, de 26 años, ha vivido una historia de superación. Nació en un campo de refugiados de Kankuma, Kenia. Su padre murió en la guerra que se había desatado en Sudán del Sur, de donde procede y su madre decidió huir hacia ese campo de refugiados. Con 10 años Australia le acogió a él y a su familia y Mabil se convirtió en internacional con su país de acogida. El fútbol se convirtió en su refugio y dieciséis años después, el extremo le ha devuelto la oportunidad que un día le dio Australia. El extremo anotó el último penalti ante Perú para dar a su nuevo país el pase a Qatar 2022. Este invierno volverá al país asiático, pero antes, el ex del FC Midtjylland noruego, intentará que su regate, su velocidad, y su buen golpeo de balón puedan brillar en el Nuevo Mirandilla.

Tinotenda Kadewere (Zimbabwe)

Philana Tinotenda Kadewere, más conocido como “Tino” Kadewere nació hace 26 años en Harare (Zimbabue). A los jugadores de la selección de Zimbawe se les conoce como The Warriors, y precisamente, el delantero es un auténtico guerrero. Es el más pequeño de cuatro hermanos, todos ellos apasionados por el fútbol. Su padre dirigió una escuela de fútbol hasta que falleció en 2015. Cinco años después, también perdió a su hermano mayor. “Tino” se refugió en el fútbol. Destacó en el Le Havre en Ligue 2, donde marcó 27 goles en 51 partidos, lo que le sirvió para fichar por el Olympique de Lyon. En su primer año anotó 10 goles en 33 encuentros en Primera, pero el curso pasado apenas marcó un tanto. Una lesión de cuádriceps ha aplazado su debut con el Mallorca hasta 2023, en el que quiere volver a ser un “warrior”.

El Bilal Touré (Costa de Marfil, internacional con Malí)

Tras la venta de Umar Sadiq a la Real Sociedad por 20 millones más 5 en variables, el Almería fichó a un desconocido de apenas 20 años, que cumplirá 21 en octubre, El Bilal Touré. El delantero se incorporó por ocho millones, más dos en variables, y si los cumple será el fichaje más caro de la historia del club. Nació en Costa de Marfil, pero es internacional Sub-23 con Malí, con quien ganó en 2019 la Copa de África. Tras haber anotado 9 goles en 67 partidos con el Stade de Reims, el equipo del que procede, llega a Almería a pesar de que ha recibido otras ofertas, con la idea de seguir los pasos de Darwin Núñez y Umar Sadiq. El nuevo “9″ del conjunto indálico firma por seis temporadas, hasta 2028.

Cenk Özkacar (Turquía)

En las últimas temporadas, la defensa ha sido el talón de Aquiles del Valencia. Para ello, han traído este verano a Cenk Özkacar, aunque el central turco, que cumplirá 22 años en octubre, es una auténtica incógnita. De la cantera del Altay Spor Kalübü turco, con 19 años llamó la atención del Olympique de Lyon que le fichó en 2020 por 1,5 millones. Tras un año irregular, fue cedido al Oud-Heverlee Leuven belga, donde encontró la regularidad necesaria. Pese a su buen rendimiento, Peter Bosz no contaba con él para el Lyon y se le encontró una segunda cesión, esta vez al Valencia. Con 1,90 de altura destaca por ir bien al choque y su desplazamiento en largo. A pesar de llegar como un desconocido y por un solo año, aunque con opción de compra, él lo tiene claro “Vengo cedido, pero quiero quedarme más tiempo”, afirmó.

Abdul Mumin (Ghana)

El central ghanés, de apenas 24 años, llegó el último día del mercado de fichajes para completar el centro de la defensa, donde solo estaban Catena, Lejeune y Saveljich. Llega procedente del Vitoria Guimaraes ha jugado 61 partidos jugados, 60 de ellos como titular. Aterriza en Vallecas tras disputar la fase previa de la Conference League y ser el jugador con más impacto en los duelos defensivos sin cambio de posesión en la Liga portuguesa, según la Inteligencia Artificial de Olocip. Aunque sea un central muy tarjetero, 13 amarillas, 2 rojas por segunda amarilla y 1 cartulina roja en 61 encuentros, Abdul está muy ilusionado: “Espero poder seguir desarrollándome y alcanzar mi máximo potencial, pero lo más importante es ayudar al club a conseguir sus objetivos”, declaró ante los medios del Rayo.

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