Inglaterra

Palmer se ‘acuerda’ de Guardiola: “Cuando no juegas, molesta...”

Cole Palmer, junto a su compatriota y joven estrella ‘red devil’ Kobbie Mainoo, cuenta cómo fue su fría despedida del Manchester City antes de fichar por el Chelsea: “Gracias por todo. Me voy”.

Londres (Inglaterra)

Kobbie Mainoo y Cole Palmer son, además de dos estrellas de Manchester United y Chelsea respectivamente, así como el futuro de la Selección inglesa, los protagonistas de la última portada de British GQ. Con motivo del número de los ‘Hombres del Año 2024′, sendos futbolistas de apenas 19 y 22 años, han repasado sus cortas pero deslumbrantes trayectorias. Dos carreras que no han hecho más que despegar pero que auguran muchos éxitos tanto a sus clubes como a Inglaterra. “La sensación que tienes cuando ganas... la quieres otra vez. No quieres parar y no volver a tener esa sensación”, afirma el ‘20′ del Chelsea.

Especialmente interesante han sido los detalles revelados por Cole Palmer sobre su salida del Manchester City de Pep Guardiola, irrupción en el Chelsea y el gol anotado en la final de la pasada Eurocopa ante la Selección española. Además de contar que ambos fueron los únicos que tuvieron que someterse al test antidoping tras enfrentarse a los pupilos de Luis de la Fuente – “Hicimos eso, y luego volvimos al hotel, vimos a las familias, y por la mañana nos habíamos ido”–, la precoz estrella del conjunto londinense cuenta cómo fue su representante quien le convenció para fichar por los blues y lanza un pequeño dardo a Pep Guardiola.

Kobbie Mainoo y Cole Palmer, jugadores de Manchester y Chelsea, portada de 'British GQ'.

Salida del Manchester City: “Ni siquiera iba a ir al Chelsea. Me convencieron. Simplemente sabía que no iba a jugar tanto como quería. Incluso cuando iba a las concentraciones de Inglaterra con categorías inferiores, había jugadores que jugaban en la liga todas las semanas. Uno mira a su alrededor pensando: ‘Yo puedo jugar en la liga (inglesa)’. Cuando no juegas, es molesto. ¿Sabes qué? Sólo quería irme cedido. Recuerdo entrenar un miércoles con el Manchester City por la tarde, y las noticias eran: ‘Están intentando acordar una cantidad’. Cada vez que salía el balón le preguntaba al utillero o al médico si ya habían acordado el precio, pero el acuerdo se alargó, como suelen alargarse los acuerdos, y la mayoría de la gente se fue a casa. No tuve ocasión de ver a mucha gente y decirles que me iba. Sólo tenía que recoger mis cosas. Mandé un mensaje al chat del grupo. Dije: ‘Gracias por todo. Me voy’. Eso fue todo”.

Irrupción en el Chelsea: “La gente decía: ‘Está en buena forma’. Creo que fue después de la primera concentración de Inglaterra cuando me quedé un poco tranquilo, y la gente decía: ‘Esto siempre iba a pasar’. Pero luego me recuperé y fui a más. Jugué contra el Middlesbrough en casa, contra el Everton, contra el United en casa, y no paré de marcar, marcar y marcar. Sabía que podía hacerlo, pero que ocurriera tan rápido... Me sorprendí a mí mismo, sí”.

Cole Palmer

Desarrollo como jugador: “Quizá porque no era el más rápido cuando era más joven, tenía que utilizar el movimiento del cuerpo en lugar de la velocidad. Recuerdo que decía: ‘Quiero ser rápido, quiero ser más fuerte, más grande’, porque era muy pequeño, diminuto. Intentaba hacer algo y me quitaban el balón de encima. Me preguntaba por qué era así y mi padre me dijo: ‘Espera. Te harás con todo el mundo’. Me mandó un mensaje (su padre Jermaine) el otro día, después de que marcara aquella vaselina contra los wolves, diciendo: ‘¿Te acuerdas de practicar las vaselinas en el parque? La verdad es que sí. David Beckham me mandó un mensaje. Un día marqué y lo vi en mis mensajes directos. Era extraño. La primera vez que marcaba o algo así, estaba como muy excitado, miraba el móvil. Ahora, cuanto más me pasa, me doy cuenta de que la gente habla por hablar. No le doy importancia. A veces es molesto seguir viéndote a ti mismo”.

Escasa participación con Inglaterra en la Eurocopa y gol ante España en la final: “Con Inglaterra fue frustrante, para ser sincero. No quiero decir que los jugadores no sean buenos, pero justo después de la temporada que había hecho, de la forma en la que estaba, de todo lo que estaba haciendo... No jugar en los dos primeros partidos, incluso cuando el equipo estaba sufriendo, fue un poco como: ‘¿Por qué?’. Sabes lo que quiero decir, ¿no? Si me sacas al campo en el tercer partido y no hago nada, no puedo decir nada. Sólo tenía que intentar forzar mi entrada. Recuerdo que salió (Ollie) Watkins, y yo pensaba: ‘¿Por qué yo no?’. Tenía la sensación de que iba a marcar (en la final). Incluso en el hotel, la noche antes del partido, me miraba al espejo y pensaba: ‘¿Qué voy a hacer si marco? ¿Voy a celebrarlo? ¿Voy a volverme loco?’. Todo sucedió muy rápido. Obviamente, lo he vuelto a ver todo, los mejores momentos y eso, pero es una de esas cosas que pasaron tan rápido que realmente no lo recuerdas.

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