El último escollo se llama Modric

La hemeroteca es un lugar al que uno sabe cómo entra, pero no cómo sale. Puede encontrarse con que el político de turno dijera lo contrario de lo que ahora defiende, también es un terreno fértil para la nostalgia. Hace once años, España conquistaba su último título, así que la final de la Nations League (sigue el partido en directo en AS.com) de hoy es un buen pretexto para recordar cómo vivimos y contamos aquel éxito en la Eurocopa 2012. En la portada del día de la final, AS titulaba: “¡Juntos podemos!”. La foto mostraba a Ramos y Piqué sujetando una bufanda de La Roja. Luego, ya saben, la Selección destrozó a Italia por 4-0. Era una España tan grande y tan generosa que Del Bosque, al ser preguntado en la rueda de prensa posterior al partido por dónde estaba “el secreto” de aquel equipo, dijo: “En la generación de jugadores de talento, en el trabajo de base y en el camino que marcó Luis Aragonés a partir de la Eurocopa 2008″.

Entonces, aquello parecía fácil, pero el tiempo se encargó de demostrar lo mucho que cuesta levantar trofeos. España y Croacia acarician el de la Nations League esta noche en Róterdam. Para La Roja, sería su quinto título tras las Eurocopas de 1964, 2008 y 2012 y el Mundial de 2010; para los balcánicos supondría inaugurar el palmarés de una selección nacida hace 31 años tras la extinción de la antigua Yugoslavia y que hasta la fecha cuenta con un segundo (2018) y dos terceros puestos en Mundiales (1998 y 2022). No es de extrañar, por tanto, cómo se está viviendo la final en el país balcánico. Su capital no será hoy Zagreb sino Róterdam, donde se esperan 20.000 hinchas en las gradas de De Kuip. Todo por un sueño. Y con Modric en el césped, los sueños siempre están un poquito más cerca.

Luka es a sus 37 años el jugador más veterano de la selección que dirige Zlatko Dalic. Comparte quinta con uno de sus rivales, Jesús Navas, que el jueves batió el récord de longevidad (37 años y 206 días) en la historia de La Roja. Ambos se enfrentaron por primera vez en la Euro 2012. Aquel 18 de junio, en Gdansk, España batió a Croacia por 1-0 en el cierre de la fase de grupos. El gol lo marcó precisamente el lateral sevillano: un disparo con la derecha tras pase de Iniesta en el minuto 88, 27 después de haber entrado en el terreno de juego en sustitución de Fernando Torres.

Rodrigo y Mikel Merino

Pese a su buen partido ante Italia, Navas podría dejar su puesto a Carvajal, mientras que en la otra banda es Fran García quien pugna por la titularidad con Jordi Alba. Le Normand y Laporte suenan intocables en el eje de la defensa, como sucede en la media con Rodrigo y Mikel Merino, los dos únicos que han sido titulares en los tres partidos que De la Fuente ha estado al frente de la Selección, ante Noruega, Escocia e Italia. Arriba, el técnico, que vio cómo ayer Rodrigo Moreno no acababa la sesión por molestias en la planta de un pie, confía ciegamente en Morata aunque los goles hablan alto y claro por Joselu.

Enfrente, Modric maneja la batuta, aunque en esa función de crear cuenta con dos extraordinarios socios como Brozovic y Kovacic. El contraataque es la gran baza rival y en ese terreno se relame Kramaric. Croacia sabe sufrir, es parte de su ADN. Ahí está como credencial el hecho de que de sus últimos diez duelos de eliminación directa, tres acabaron en prórroga y cuatro en penaltis. “Hemos ensayado los penaltis”, reconocía ayer De la Fuente. En el Mundial, entonces con Luis Enrique, también los ensayaron y ya sabemos cómo acabó el cuento. Mejor evitarlos, que el domingo no es día de lotería.