El paso de Wesley por el Atlético de Madrid

Antes de cumplir los 18 años, Wesley Moraes probó dar el salto a Europa a prueba en el Atlético de Madrid. Corría el año 2014 y, todavía en etapa juvenil, el actual delantero del Levante disputó dos torneos como rojiblanco en busca de una oportunidad para mostrar su fútbol en el viejo continente. El anhelo de todo jugador sudamericano, especialmente para un Wesley que buscaba un futuro mejor tras fallecer su padre a los nueve años por un derrame cerebral, consecuencia del alcohol y las drogas, y tener su primer hijo a los 14.

Con 17 años, camino de la mayoría de edad, Wesley estuvo seis meses demostrando su valía en el juvenil atlético en su primera experiencia en Europa, disputando dos torneos, en Croacia y Basauri, compartiendo equipo con Theo Hernández (AC Milán) y Tete Morente (Elche), entre otros.

El gigante brasileño, de más de 1,90, sorprendió con su nivel durante su estancia en la cantera colchonera, pero el intermediario que le llevó a Madrid se descolgó pidiendo una elevada suma por un juvenil. Por lo que la operación se fue al traste y, tras probar con la misma suerte en el Nancy francés, acabó firmando por el AS Trencin de la liga eslovaca en el verano de 2015, conocedor de su interés por desarrollar su carrera al otro lado del charco.

El impacto de Wesley fue inmediato. Ya camino de los 19 años, con ocho goles y cinco asistencias en 22 partidos en Eslovaquia, disputando incluso la fase previa de la Champions frente al Steaua de Bucarest, en enero de 2016 el Brujas belga apostó fuerte por él tras pocos meses en el fútbol europeo. El sueño se convertía en realidad, pero Wesley acusó el salto a un campeonato mayor. En su primer año hizo dos goles en seis partidos y en el segundo seis tantos en 32 encuentros, pero su despegue llegaría en su tercera temporada en Bélgica, con 13 goles en 44 choques. Su explosión definitiva se daría en la 2018-19, convirtiendo 17 goles y 10 asistencias en 48 partidos, enfrentándose incluso al Atlético de Madrid en Champions y dando el salto a la Premier League por los 25 millones de euros que pagó el Aston Villa para hacerse con sus servicios.

Ya en Inglaterra, tras dos importantes lesiones de rodilla que le dejaron sin jugar entre enero de 2020 y abril de 2021, Wesley echó la vista a atrás para volver a relanzar su carrera. Sin fortuna tras su paso por el conjunto de Birmingham, el brasileño trató de reencontrarse a préstamo en el Brujas que le catapultó al éxito y en el Internacional de Brasil. La apuesta fue decepcionante.

Hasta que el Levante apareció en su camino para hacerse con sus servicios el pasado verano con una cesión con opción de compra en caso de ascenso. Junto a Mohamed Bouldini, fue la gran apuesta ofensiva del club para afrontar el regreso a Primera División. Felipe Miñambres, convencido de su potencial, fue su gran valedor. El director deportivo del Levante incluso afirmó en su presentación que el jugador estaba “prácticamente” vendido al Manchester United por 60 millones de euros antes de caer lesionado.

Indiscutible con Mehdi Nafti y más un recurso en la etapa de Javi Calleja, Wesley cerró la primera vuelta de campeonato, además de dos partidos de Copa del Rey, sin ver portería. Pero todo cambió con el inicio de 2023. Un nuevo despertar. El brasileño abrió el año como titular en Copa frente al Getafe y fue el verdugo del conjunto madrileño con un testarazo en el tiempo de descuento que valió la clasificación para los octavos de final del torneo.

Frente al Granada, en la pasada jornada, de nuevo como titular, demostró su mejor versión. Marcó, pese a que el VAR anuló el tanto por un fuera de juego previo de Cantero, y asistió al propio Cantero para hacer el primero del encuentro, allanando el camino hacia el triunfo.

Ahora, el Atlético, que lo rechazó en 2014, sufrirá las particulares condiciones de este gigante brasileño, cuya gran peculiaridad es los tres centímetros de diferencia que tiene entre una pierna y otra. Una malformación física que no le ha impedido alcanzar el fútbol de élite. Y es que Wesley, pese a sus particulares andares por la descompensación de su tren inferior, ahora pisa fuerte en el Levante.