Dembélé pone hoy a prueba su confianza ante el Espanyol

Ousmane Dembélé tiene más que perder que ganar esta tarde en Lleida. Segundo fichaje más caro de la historia del Barça (105 millones fijos más 35 en variables), el extremo francés comienza a dejar algunas dudas de comportamiento fuera de las instalaciones del club, algo que podría estar perjudicando de manera directa a su rendimiento. Lesionado en septiembre, pasó lo que debió ser la fase de adaptación al juego del equipo entre visitas médicas y las manos de los fisios, que hicieron lo posible por devolverle pronto a la rutina de grupo.

Menos de 395 minutos en nueve partidos oficiales (siete de Liga, dos de Copa y uno de Champions) son el bagaje del extremo, que hasta el momento sólo pudo dar dos asistencias de gol, ambas aprovechadas por Luis Suárez. De ahí que esta tarde, siendo el jugador más caro sobre el césped, Dembélé tendrá que destacar en un equipo que mezclará a los suplentes de Valverde con tres de los más habituales jugadores del filial que se ejercitan con el primer equipo: Costas, Aleñá y Abel.

Quique Sánchez Flores parece que ha logrado una tregua con los seguidores pericos que desconfían desde hace tiempo de su feeling con el club y el proyecto. Comenzó el técnico a ganarse a esos habituales inconformistas el día que Melendo superó a Cillessen en la ida de los cuartos de la Copa. Aquel tiro certero pudo con el Barça (invicto hasta ese momento), aunque no valió para pasar ronda (el Barça es finalista), pero abrió la veda a una serie de cruces dialécticos entre jugadores culés y pericos, que acabó con comunicados en las redes sociales y una guerra que el paso de los días fue apagando.

Jurado y Puado tratarán de poner al límite a Yerry Mina, ausente en las últimas convocatorias de Valverde. El colombiano sigue siendo una duda para todos los culés, examen que parece haber suspendido ya André Gomes. Al portugués no le pasan ni una en el Camp Nou y deberá comandar hoy la zona ancha para ser el encargado de dar fluidez al juego culé. Casi nada.