Traca en los Pirineos

Ultima semana de Tour de Francia. Seis etapas hasta París y una carrera que parece cosas de dos: Jonas Vingegaard, el actual líder, y Tadej Pogacar, el ganador de las dos últimas ediciones. Decimos parece porque en lo referido a la clasificación no es tan evidente: el danés aventaja en 2:22 al esloveno, que a su vez tan solo tiene una renta de 21″ respecto a Geraint Thomas, campeón de la edición de 2018.

A nivel de sensaciones, son los dos primeros los que están un paso por delante. Pogacar solo falló un día, en el Col du Granon, pero suficiente para que Vingegaard tenga una ventaja apetecible. En 2021, tras el segundo día de descanso, el esloveno contaba con una diferencia de 5:18 respecto al segundo en aquel momento, Rigoberto Urán, que posteriormente fue adelantado por Vingegaard. En 2020, año en el que Pogacar conquistó su primer Tour, también marchaba, como este año, segundo en el inicio de la última semana. Eso sí, lo hacía a 40″ de su compatriota Primoz Roglic, al que superaría en la crono previa a París, en una hoja de ruta parecida a la que tendrá esta semana.

El ganador de este año se conocerá el sábado tras la contrarreloj de 40 km, llana, con desenlace en Rocamadour. Para llegar hasta allí hay que superar antes las jornadas montañosas de los Pirineos, que hoy tienen un primer aperitivo, sin acabar en alto, y con Peyragudes (mañana) y Hautacam (jueves), como días señalados. Y será un duelo UAE vs. Jumbo de seis contra seis, después de que los neerlandeses perdiesen a Roglic y Kruijswijk el domingo. “Pese a ello, tenemos un equipo fuerte. Intentarán atacarme, está claro, pero al final será hombre contra hombre. Ya lo vimos en el Col du Granon y en el Alpe d’Huez. Espero muchos ataques en los Pirineos, y las jornadas serán más agotadoras por el calor”, dice el líder Vingegaard, recuperado aparentemente de su caída camino de Carcasona.

El calor no cesa, los camiones siguen regando las carreteras para que el asfalto sea ciclable para bicicletas, la fatiga empieza a hacer mella… pero Pogacar, con su habitual buen ánimo, promete batalla una vez más. “Tengo que aprovechar cada subida, cada momento, y atacar para no arrepentirme en París”, destaca el esloveno, con su habitual sonrisa, y sin perder el ánimo tras no poder haber despegado de su rueda a Vingegaard tras intentarlo en subidas como Alpe d’Huez y Mende.

“Eso me motiva aún más. Es el hombre al que tengo que vencer y es muy fuerte, pero pueden pasar muchas cosas en tres días. Todos están mental y físicamente cansados”, destaca el del UAE. Mientras, el actual líder se quita presión: “Si gano el Tour, genial. No me castigo cada segundo, diciéndome que es una obligación ganarlo. Estoy bien y daré lo mejor de mí para triunfar. Será una gran pelea”, asegura el danés, que tiene revolucionado a todo su país, con un enorme despliegue de medios en el Tour procedentes de Dinamarca, y que aspira a subir a lo más alto del podio tras ser segundo en 2021. Para Pogacar, por su parte, y tras haber ganado la carrera dos veces, el reto de una nueva corona es todavía real: “No es el fin del mundo si no llego a París de amarillo, pero no me daré por vencido”.

Llegados a este punto, el Ineos puede tener un papel protagonista en la carrera. Geraint Thomas y Adam Yates son 3º y 5º. ¿Posibles aliados para Pogacar? Thomas no llegó a descartarlo ayer: “No nos vamos a llamar ni vamos a hacer un plan por la noche, pero una vez en carrera, si se da una situación que podría beneficiar a ambos, lo veríamos”. Mas allá de mirar para atrás a corredores como Bardet y Quintana en la lucha por el podio, el británico mira para adelante: “Los Pirineos serán emocionantes... y tengo la contrarreloj”, avisa. Tanto Pogacar como Thomas saben lo que es ganar en París. Vingegaard aspira a ello. Semana trepidante para decidir el ganador.