Enric Mas también muerde

La jornada desprendía desde la víspera un ambiente de día grande. La crisis de Remco Evenepoel en La Pandera, cuando parecía intocable, había abierto la expectativa de un vuelco en La Vuelta en la etiquetada etapa reina, que coronaba Sierra Nevada a 2.512 metros de altitud. Y no defraudó. Hubo varias carreras en una sola carrera. Thymen Arensman, otro joven valor de 22 años, conquistó la victoria. Enric Mas, segundo, se consolidó en el podio, a la par que arañó tiempo a sus rivales. Primoz Roglic pegó otro pellizco al líder. Evenepoel salvó el maillot rojo con mayor entereza que el sábado. Y Juan Ayuso ganó el duelo del futuro para desbancar a Carlos Rodríguez del cuarto puesto.

Si el día anterior había deparado una dentellada de 58 segundos de Roglic, esta vez fue Enric Mas quien demostró que también sabe morder. El líder telefónico arrancó en Sierra Nevada, cuando Evenepoel y Roglic se marcaban en una lucha por La Vuelta. El belga no quiso o no pudo responder a la provocación. Mas avanzó hacia la posición de Miguel Ángel López, que había saltado un poco antes. No se llevan bien, hay que recordarlo. El año anterior tuvieron sus líos en la jefatura del Movistar. Pero encontraron intereses comunes, para cruzar la meta detrás de Arensman, el único superviviente de la escapada. Enric recortó 27 segundos a Roglic y 42 a Evenepoel. Una buena renta que le ratifica en la tercera plaza, con muy buenas sensaciones para la última semana.

Por detrás, Roglic también remachó a Evenepoel, pero únicamente pudo pellizcar 15 segundos, para situarse a 1:34 a falta de seis etapas. El Jumbo había marcado antes un ritmo exigente para hurgar en la debilidad del belga. Lo hizo en el Purche, con un Robert Gesink magistral. Y también en su descenso, donde Roglic estiró el grupo en primera persona para incomodar a los rivales. El punto más duro era el inicio de Sierra Nevada, la zona de Hazallanas, donde el rodillo amarillo impuso un ritmo violento, casi un esprint en rampas del 18%, que desintegró al grupo, pero no inmutó a Evenepoel. Tanto movieron el árbol, que finalmente cayeron ellos mismos. Fue un ejercicio de autodestrucción, una mala ejecución de los planes, que aisló al maillot rojo, sí, pero también a su generoso jefe de filas. Es más, Evenepoel pudo parar de la fuga a Louis Vervaecke, mientras que Roglic se quedó solo. Ya había quemado todos los petardos. Únicamente faltaba su petardo final.

La etapa reina también fue un curso acelerado para Carlos Rodríguez y Juan Ayuso, que se descolgaron en los primeros lances de Sierra Nevada y se vaciaron durante el resto de ascensión para intentar remontar. Los dos compartieron juntos el sufrimiento, escoltados por dos compañeros. Ayuso, con João Almeida, que también defiende sus beneficios en la general. Y Rodríguez, con Richard Carapaz, que se dejó caer de la fuga para ayudar a su joven socio. La asistencia del ecuatoriano fue fundamental, pero favoreció igual a los dos ciclistas del UAE Team, que luego aprovecharon su ausencia para atacar a Rodríguez, rival directo en la clasificación, hasta que consiguieron descolgarle. Ayuso se rehízo con tanta fuerza, que llegó a superar incluso a Evenepoel. El andaluz, por su parte, se desfondó y cedió la cuarta posición en favor de su colega generacional.

El vencedor, Arensman, procedía de la fuga. El terreno ondulado de la Sierra Sur de Jaén, tocado por el alto del Castillo de Locubín, ya auguraba desde Martos una salida nerviosa en busca de la escapada. Su formación fue dura, hasta que finalmente se destacó un amplio grupo de 29 corredores, donde todos los gallos metieron a los suyos. Había que colocar los peones para la partida decisiva. Ahí se colaron también varios ilustres a la caza de la etapa. Uno de ellos era Marc Soler, en busca de un doblete que ya habían conseguido Jay Vine y Carapaz, que también participaron en la fiesta dominical. Soler afrontó parte de la subida en cabeza, pero cedió a seis kilómetros ante Arensman, que firmó su mejor victoria y ascendió a la octava plaza del top-10. A su edad, llegarán muchas más.