LOS ANGELES LAKERS

Medina: “Pau Gasol se sintió traicionado por los Lakers”

Un artículo de Mark Medina repasa la carrera del español en Los Ángeles, incluido el difícil trance de la frustrada ‘operación Chris Paul’.

LUCY NICHOLSONREUTERS

Mark Medina es uno de los periodistas que cubría el día a día de los Lakers durante los más de seis años de Pau Gasol en la franquicia angelina. Un tramo que ha entrado en la leyenda de la franquicia con la retirada, en marzo, del número 16 que llevó el español, que además ha entrado este verano en el Hall of Fame. Unos meses inolvidables que Medina ha aprovechado para recorrer, ahora en Sportskeeda, con un artículo en el que el propio Gasol repasa su tramo laker junto a otros protagonistas esenciales de esos años: la ahora propietaria Jeanie Buss, Phil Jackon, Luke Walton, Mitch Kupchak (era el general manager), el ilustre Gary Vitti (fue jefe de preparados físicos)…

Sobre el traspaso que en febrero de 2008 llevó a Pau a los Lakers, y al que siguió un tramo de tres Finales de la NBA y dos títulos para un equipo liderado por Kobe Bryant y el ala-pívot español, Phil Jackson reconoce que tenía dudas en un primer momento: “Habíamos hablado la temporada anterior sobre ir a por Pau. Mis dudas eran porque no se trataba de un pívot de perfil defensivo. Y proteger la zona era una prioridad para nosotros en ese momento. Pero teníamos a Andrew Bynum, que permitía a Pau jugar en las dos posiciones interiores en los años de nuestros títulos. Esa capacidad de Pau para jugar como ala-pívot y como pívot nos convirtió en un equipo muy poderoso en ataque”.

Mitch Kupchak, el directivo que orquestó la operación, la explica así: “Después de que se cerrara el traspaso, Kobe me llamó. Estaba excitado como un niño. Phil Jackson era más estoico. No tenía ni idea de que íbamos a hacer la operación hasta la noche anterior. Le dijo que íbamos a cerrar algo al día siguiente y me miró y me dijo ‘¿de verdad?’, y se fue. Tenían reacciones muy distintas, Kobe y Pau. Los Grizzlies negociaron duro, no paraban de pedir más y más cosas. Otra primera ronda, tres millones de dólares, otras rondas sobre las que nosotros teníamos los derechos… Parecía que no se iba a cerrar nunca. Pero cuando se hizo público, todo el mundo dijo que era muy favorable para nuestros intereses. Yo estaba incómodo porque me gustaba Chris Wallace, el general manager de los Grizzlies, le respetaba mucho. No parecía justo, y dos años después esa segunda ronda que pidieron se convirtió en Marc Gasol. Al final no fue tan descompensado el traspaso. La NBA es así”.

En cuanto al impacto en el juego, Kupchak se dio cuenta desde el principio de que habían acertado: “Recuerdo cuando llegó, cuando hablamos con él mientras pasaba el reconocimiento médico. Era un momento muy emocional para él, tenía un problema de espalda… era imposible no preguntarse si iba a funcionar. Pero ya en el primer partido, fue totalmente fluido. Yo lo estaba viendo por televisión en L.A. y los Lakers parecían otro equipo. Y desde ahí ya solo fue a mejor. Con su llegada, despegamos”.

Jeanie Buss también valora la capacidad de adaptación que tuvo Pau: “Aprendió a jugar en el triángulo ofensivo de Phil Jackson en tres días. Era el jugador perfecto. Phil me decía que una franquicia primero elige cómo quiere jugar y qué tipo de equipo quiere ser. Luego busca un entrenador que encaje con eso y después trata de draftear o hacer traspasos para tener a los jugadores idóneos. Y Pau era ideal, el jugador que encajaba a la perfección en lo que estábamos haciendo”. Y Luke Walton se frotaba las manos como compañero: “Era la pieza perfecta, el jugador perfecto y el compañero perfecto. Su talento, su capacidad para ser segunda espada al lado de Kobe, su encaje en el triángulo ofensivo de Phil Jackson, su personalidad… eso fue lo que nos permitió jugar tres Finales seguidas y ganar dos anillos”.

Pero entonces llegó el frustrado traspaso de Chris Paul a los Lakers, una operación que fue echada atrás finalmente y cuando estaba cerrada desde las oficinas de la NBA, que gestionaban de forma interina unos Hornets en tránsito de venta. Pau Gasol y Lamar Odom, dos de los estandartes del campeón en 2009 y 2010, iban a irse pero tuvieron que volver cuando se paró una operación que Kupchak asocia con la ambición deportiva del fallecido Jerry Buss, padre de Jeanie y mítico propietario de los angelinos. “Solía comer con el Doctor Buss y él siempre quería ir un paso por delante, que si hacíamos un traspaso era mejor hacerlo un año antes, no un año después. Son cosas difíciles, decisiones complicadas. Los Mavericks nos habían derrotado en los playoffs de 2011, el equipo estaba envejeciendo… era una forma de inyectar el talento de un all star más joven. Fue una decisión muy difícil, pero el Doctor Buss decía que había que hacerlo antes que los demás. Cuando el traspaso se echó para atrás, fue muy duro. Pau y Lamar Odom tuvieron que volver a los Lakers. Ya había sido para ellos suficientemente malo hacerse a la idea de que los íbamos a traspasar, pero tener que volver fue todavía peor. Sobre todo para Lamar. Pau se fue haciendo a la idea, pero estoy seguro de que nunca lo olvidó. Así que cuando se convirtió en agente libre, hicimos todo lo posible para que se quedara pero optó por irse. Sé que en el fondo le habría encantado acabar su carrera en los Lakers, pero decidió marcharse a Chicago”.

Gary Vitti reconoce que el factor humano pesó mucho a partir de entonces: “Lamar Odom y Pau Gasol se sintieron traicionados. Los dos habían sacrificado cosas de su juego para que los Lakers tuvieran éxito, y entonces les dimos la espalda y los traspasamos. Lamar nunca se recuperó. Pau estaba también muy dolido, pero fue mucho más profesional”.

Pau Gasol siguió en los Lakers hasta 2014, cuando eligió irse como agente libre a Chicago Bulls. Lo hizo después de un tiempo malo en lo deportivo, con cambios en un banquillo por el que pasaron Mike Brown y un Mike D’Antoni con un estilo opuesto al que mejor le iba al español. “El estilo de Phil Jackson era perfecto para Pau. Pero llegaron los cambios de entrenador y eso cambió también. Se dejó de usar el triángulo ofensivo. Mike Brown tenía otra idea, y después Mike D’Antoni otra diferente. Sobre todo este último, quería que Pau se fuera a la esquina a tirar de tres. Pau decía que ese no era su juego. Creo que al principio se resistió, pero acabó haciéndolo, se puso a tirar triples como le acabó pasando a su hermano Marc. El baloncesto estaba evolucionando hacia lo que es ahora”, dice un Kupchak al que a la razón Vitti: “Por muy bien que me caiga Mike D’Antoni a nivel personal, es obvio que sacó a Pau del lugar en el que era mejor. Y ese lugar era el poste bajo. Le ubicaba en sitios de la pista donde no podía explotar sus puntos fuertes. Pero era un profesional, no se quejaba. Hacía lo que se le pedía, y lo hacía bien aunque estaba frustrado por tener que jugar así. Lo hacía por el equipo”.

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