FINALES NBA | WARRIOS - CELTICS (3-2)

La leyenda de ‘Game 6 Klay’

A las puertas de un sexto partido ante Boston que puede valer el anillo a los Warriors, viene a la memoria las actuaciones históricas del escolta en este momento de los playoffs.

Kevin JairajUSA Today Sports

Desde la temporada 2014-15 los Golden State Warriors son el referente absoluto de la NBA. En ese tiempo han ganado anillos los Cleveland Cavaliers, los Toronto Ratoprs, Los Angeles Lakers y los Milwaukee Bucks. Pero ninguno de ellos ha logrado tres y ha llegado a seis Finales, como sí han hecho el ahora equipo de San Francisco, que está rozando con los dedos su cuarto título en siete años. Nadie hacía algo semejante desde los Bulls de Jordan en los 90.

Para ganar el anillo ya sin esperar a jugar el séptimo ante su público deben asaltar el Garden de Boston, algo que ya hicieron el pasado viernes en el cuarto encuentro de la serie con una actuación histórica de Stephen Curry. El base está siendo el protagonista y arma principal de los suyos en estas Finales, pero al llegar a otro Game 6 es inevitable acordarse de otro nombre que ha sido igual de importante en estos años de leyenda para el equipo de la Bahía: Klay Thompson. El escolta, uno de los mejores de la historia en su posición y sin duda el mejor de la Liga hasta su lesión en 2019, ha creado una especie de alter ego capaz de llevarse por delante a casi cualquier rival que desde 2016 ose retar a los Warriors en un sexto partido. Se trata de Game 6 Klay, una máquina de baloncesto perfecta con la mejor puntería jamás vista desde el perímetro que incluso ya ha aparecido en estos playoffs y a estas alturas de la carrera del jugador, que tras una rotura de ligamentos de la rodilla y otra del tendón de Aquiles esta lejos de ser su mejor momento deportivo. Pero eso no impidió para que en semifinales de conferencia, en el sexto ante los Grizzlies, cerrase la eliminatoria con 30 puntos, 8 rebotes y un 8/14 en triples. Todo esto cuando venía promediando en la serie 16,2 puntos y un 29,3% desde el perímetro. El problema para Memphis es que ya no tenían enfrente a Klay Thompson. Se enfrentaban a Game 6 Klay.

En Oklahoma se creó la leyenda

Lo de este año ha sido un bonito recordatorio de lo que en su día fue casi una costumbre. Una que empezó en Oklahoma y que supuso el principio del fin de un proyecto ganador como eran aquellos Thunder: Kevin Durant, Russell Westbrook, Steven Adams, Serge Ibaka, Andre Robertson... Aquel grupo de jugadores tenía contra las cuerdas a los Warriors del 73-9, el mejor récord de la historia en temporada regular. Los Thunder se pusieron por delante en la eliminatoria en cuanto ésta echó a andar en Oakland para dejarla casi sentenciada (1-3) después de dos palizas en casa: +28 y +24 de diferencia. Los Warriors salvaron al primer match ball ante su público en el quinto con Klay avisando de lo que estaba por venir. Ese día ya metió 27 tantos.

Pero para pasar a la historia hay que hacer algo realmente extraordinario y él lo iba a hacer. ¡Vaya que si lo iba a hacer! Y eso que los Thunder jugaron seguramente el mejor partido posible ante aquella máquina de hacer baloncesto. Anularon en muchos momentos el juego colectivo de los Warriors con una defensa en bloque sobresaliente y fueron por delante en el marcador en 38 de los 48 minutos. Cuando empezó el último cuarto ganaban de 8; con poco más de cinco minutos por jugarse estaba 7 arriba. Pero todo fue inútil ante Game 6 Klay, que estaba naciendo en ese momento. 41 puntos (su máxima anotación en playoffs) y 11/18 en triples (récord en tiros de tres anotados para cualquier jugador en un partido de eliminatorias). Su último cuarto -19 puntos y 5/6 en triples- fue perfecto. De hecho él sólo metió más que todos los Thunder juntos (18). Dos de sus aciertos de tres fueron demoledores: un triple frontal, lejano, de donde no había nada, para rebajar la desventaja a 4, y otro a minuto y medio del final para poner a los suyos por delante.

Los Rockets, víctimas por partida doble

Dos años después volvió a aparecer el alter ego de Thompson, esta vez en casa ante los Rockets, que mandaban 3-2 en las finales de conferencia y que, eso sí, habían perdido por lesión a Chris Paul en el partido anterior. En el sexto los Warriors se impusieron sin dificultades, pero no sería Stephen Curry ni Kevin Durant el héroe de la noche, sino Klay. El escolta acabó como máximo anotador del partido, otro sexto en el que su equipo se jugaba seguir con vida, con 35 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias, 4 robos y, cómo no, 9/14 desde el triple. Pero no contento con eso, un año después Game 6 Klay volvía a machacar a los Rockets en un sexto partido, en este caso de semifinales y para ganar la eliminatoria, con 27 tantos. Entre él y Curry (33), hicieron que no se notara la baja por lesión de Durant.

Ese 2019 estuvo a punto de ver otro magisterio del escolta en un Game 6, pero la maldita rotura de ligamentos de la rodilla con la que comenzaron sus casi 1.000 días sin jugar lo iba a impedir. Fue en las Finales ante los Raptors, en las que el equipo canadiense lograría el primer y único anillo de su historia ante unos Warriors que jugaban su quinta final consecutiva pero a la que llegaron más tocados que nunca físicamente. Con 3-1 para los de Toronto, los californianos sacaron toda la grandeza que habían acumulado durante años para ganar el quinto fuera (105-106), a pesar del golpe que supuso la rotura del Aquiles de Durant en el segundo cuarto, en su primera aparición en la eliminatoria por el título. En ese encuentro Klay acabó con 26 puntos y 7/13 en triples.

Y llegaba el sexto. El último encuentro de los Warriors en el Oracle Arena, ya que la temporada siguiente se trasladaban al Chase Center. El destino, cruel como él solo, quiso estropear de la peor manera posible lo que parecía la enésima exhibición de Game 6 Klay, y encima en un día tan señalado para su franquicia y su afición. Cuando quedaban 2:20 para el final del tercer cuarto una falta de Danny Green cuando intentaba un mate al contraataque hizo que Klay pisase mal al caer y se rompiese los ligamentos de la rodilla. Aún le daría tiempo a meter los dos tiros libres que dejaban el marcador 85-80 a favor de los suyos. Hasta es momento llevaba 30 puntos y 4/6 en triples en 32 minutos. Pero los Warriors, machacados físicamente, no dieron más de sí y acabaron perdiendo 110-114.

Ahora tiene la oportunidad de tomarse la revancha ante los Celtics. De pelear por otro anillo sin tener las manos atadas en la espalda. Con un equipo potencialmente menos talentoso que el de 2019, pero con el mismo espíritu ganador de siempre. Y con un Klay Thompson que cada vez acostumbra menos a sacara a pasear a su alter ego. Lo que no quiere decir que no vuelva a aparecer. Que se lo digan a los Grizzlies. A fin de cuentas se va a jugar un Game 6 y seguro que en Boston un escalofrío está recorriendo la ciudad.

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