La victoria en Zaragoza fue Ricky

En Zaragoza se jugaban dos partidos este jueves. España perdió ante Letonia (75-79) pero, aunque este sea un deporte de equipo, hay excepciones y esta era una. Ricky confirmó que ha ganado el suyo a la salud mental para ilusión de todos. Seis meses y medio después de parar, el mago de El Masnou le puso el punto seguido a su carrera en un Príncipe Felipe abarrotado y entregado. Un momento de una tremenda emotividad. Con el pelo corto, un cuerpo que ha perdido algo de músculo pero que sigue fino, el dorsal número nueve y sus zapatillas moradas, Sergio Scariolo respetó sus galones y le dio la camiseta de titular. Juzgar su partido severamente sería absurdo, pero como era el día de su regreso, queden ahí sus datos: 20 minutos, 11 puntos, 5 asistencias. Su magnetismo es genuino y, más allá de los números (su 20% de porcentaje en el tiro reflejó su inactividad), se le vio a muy buen tono, mucho mejor de lo que cualquiera hubiese pensado después de medio año de paréntesis. Lo más difícil, volver, ya está hecho.

Paralelamente, el España-Letonia era, por otra parte, algo más que el regreso de Ricky. Siempre hay alguna cuenta que saldar en el baloncesto, reencuentros que llegan antes de lo previsto. Y todavía había rescoldos del partido de Yakarta que terminó por ser la tumba de la Selección en el Mundial. Letonia no parece flor de un día. Pese a la ausencia de ilustres como Porzingis, Bertans o Zagars, una de las revelaciones en la cita de septiembre, Luca Banchi le ha dado sello propio a una selección que, como España, jugará el Preolímpico. La Selección, con bajas también de mucho rango (Rudy, Llull, Lorenzo Brown, Abrines, Willy, Aldama, Garuba), superó dos momentos difíciles antes del descanso. Su pésimo porcentaje en el primer cuarto (27,78%) le condenó a irse nueve puntos abajo (14-23). Scariolo intentó subir el nivel defensivo del equipo con Alberto Díaz y Claver. Un parcial de 8-0 llevó el partido al 22-23, pero Letonia volvió a estirar el marcador a un peligroso 29-40 que la actual campeona del Eurobasket maquilló antes del descanso (37-40) con un buen esfuerzo. Por el camino, los primeros puntos de Ricky en tiros libres y muchas conversaciones con Pradilla, uno de los que mejor entendió sus continuaciones. Ya se sabe que descifrar a Ricky no está al alcance de cualquiera pero el que lo consigue se hace de oro.

España volvió a salir dormida en la reanudación. Los bálticos volvieron a marcharse hasta un peligroso 39-48. Por tercera vez, a remar. Y por tercera vez, reacción. Una canasta sobre la bocina de Darío Brizuela dejó el partido empatado (57-57) al final del tercer cuarto. El partido iba a estar para quien tuviese más corazón y más gasolina…No pareció, por un momento, un partido de Preeuropeo en el que, además, la clasificación para el Eurobasket será coser y cantar (pasan tres de cuatro y, si uno de ellos es Letonia, que es anfitrión, se clasifican los dos mejores clasificados junto a los bálticos). Pero estaba la espinita de Yakarta…

Nada más empezar el último cuarto, Letonia perdió a Grazulis por cinco faltas, técnica a Banchi incluida (61-61). Scariolo, que sabía que había cosas más importantes que un partido de clasificación en juego, la autoestima de una estrella, le dio las llaves del final del partido a Ricky, que metió su primera canasta en juego a tres minutos del final (66-68). Su primer triple, a un minuto del final, también metió en el partido a España (71-73). El desenlace no fue redondo, pero no había final más feliz posible que su regreso a las canchas. De momento, suficiente para la película.