El Madrid quiebra al Betis con 8 triples en el último cuarto

El Madrid sigue buscándose y se encuentra a ratos. En la Liga, de momento, cuando se deciden las victorias. Esta vez ganó al Coosur Real Betis con una línea ascendente que partió de muy abajo y que le dio para noquear con solvencia a su rival entre el final del tercer cuarto y el inicio del último, cuando el juego fluyó y el trabajo atrás se vio recompensado con un mayor acierto en ataque. Entre Llull, Carroll (14 ambos) y Tavares (13) sumaron 41 puntos, aunque el patrón fue Campazzo, que con 9 asistencias dejó su huella en el despegue. En el desenlace los blancos arreglaron sus porcentajes con 8 triples de 12 intentos en el último acto. Una pegada incontestable.

Laso debió marcharse contento porque su equipo sujetó algo más las pérdidas (11) y casi dobló ese número con asistencias (21). Y, además, el canterano Tristan Vukcevic, de 17 años, contó con su segunda oportunidad en la ACB (2 tiros libres y dos rebotes en 8:31 en cancha). No era tampoco una jornada para alardes, en medio de un carrusel de duelos casi cada 48 horas durante tres semanas y a la espera de recibir el jueves al líder de la Euroliga, el Bayern. A los locales les penalizó mucho que TJ Campbell estuviera desaparecido y tanto o más el buen marcaje de Abalde a Feldeine.

Campazzo y Tavares

Pese al 40-25 favorable a los verdiblancos en valoración, el choque llegó empatado al descanso. Al Madrid el compromiso se le hacía bola mental, más que física. En los dos primeros cuartos, tres aprobados (Campazzo, Tavares y Taylor), un meritorio (Tristan Vukcevic) y el resto, suspenso general. Lo mejor para los de Laso, el marcador: 31-31. Y los ocho puntos de Carroll en los primeros tres minutos. Bonita pugna con Feldeine, secado luego por Abalde, que además dio 5 asistencias. El Betis sobrevivió empujando el duelo a su terreno. Pocas carreras y muchos tiros fallados, hasta 23 marraron los blancos en la primera parte. El senegalés Youssou Ndoye, corpachón y más de 2,10, aguantaba el tipo ante Tavares y trataba de imponer su peso y experiencia a Tristan Vukcevic, al que si sigue así veremos más veces este curso en pista. Talla (2,08 m), movilidad, tiro de larga distancia y muy buen toque cerca del aro.

El Madrid dio un estirón en el tercer cuarto, que arrancó con otras dos dianas del efervescente Carroll, aunque quien cogió el toro por los cuernos fue Campazzo, mágico en el pase. El base conectó varias veces con Tavares, que mostró en ese tramo la mejor versión ofensiva de su carrera. Anotó entonces 9 de sus 13 tantos, incluido un gancho a lo Kareem, y eso que no embocó dos canastas casi hechas. Thompkins también se benefició del Facu mientras Abalde seguía a lo suyo con Feldeine. El mejor bético era su capitán, el granadino Pablo Almazán.

El Real ya veía la meta, restaba un cuarto en terreno descendente y se animó. Mantuvo el nivel defensivo, circuló bien el balón para acertar de tres lo que de inicio fallaba (tres triples seguidos de Llull y otros tres entre Laprovittola, Garuba y Taylor) y pudo hasta darse alguna carrera. En un visto y no visto, +24: 53-77. Volvía Vukcevic. Los minutos de hoy serán la recompensa de mañana. Un día más en la Liga, la oficina cerraba las puertas no sin que antes Llull clavara su cuarto triple, una mandarina en toda regla después de que la pelota rebotara tres veces en el aro. El líder sigue invicto (7-0); el Betis (1-6), en un pelotón nutrido que huye despavorido del descenso.