Edy Tavares: "El Real Madrid es casi idéntico a la NBA"

Edy Tavares regresó a Europa en 2017, cansado de buscar su gran oportunidad en la NBA. Estuvo cerca del Barcelona pero acabó en el Real Madrid, que hizo en noviembre de ese año un fichaje que ha acabado resultando clave. En dos temporadas de blanco, Tavares ha ganado una Euroliga, dos Ligas, una Supercopa y el premio de Mejor Defensor de la máxima competición continental en 2019.

Antes del debut en la Euroliga 2019-20, ante el poderoso Fenerbahçe de Obradovic, el pívot de Cabo Verde cuenta en Eurohoops cómo se gestó su regreso a España: “Los Cavaliers contaban conmigo hasta que traspasaron a Kyrie Irving, llegó en la operación otro pívot y me dijeron que me tenía que marchar. Mi contrato no estaba garantizado y no quería volver a la Liga de Desarrollo. Fiché por el Madrid aunque muchos decían que no triunfaría en un sistema como el de Laso, que era un entrenador que no sacaba partido a los pívots grandes... Pero me adapté rápido, me ayudó mucho todo el mundo, hay un gran cuerpo técnico...”. Ahora tiene contrato en Madrid hasta 2024: “Es muy buena noticia. Estoy en un club en el que hay mucha presión, en el que siempre tienes que mejorar y hacerlo lo mejor posible. Tener un contrato largo me da estabilidad, en la NBA iba de un sitio de EE UU a otro... ahora puedo concentrarme en mi carrera durante cinco años".

¿Será la NBA una tentación en el futuro como lo ha podido ser en los últimos veranos para Sergio Llull o Facundo Campazzo? “El Real Madrid es como la NBA, es un club de esa categoría. Aquí tienes que jugar siempre a tu mejor nivel, todos los rivales están más motivados de lo normal porque tú eres el Madrid. El Madrid no es la NBA pero es algo casi idéntico. Las instalaciones son increíbles, la atención que se recibe... Jugar aquí es como hacerlo en la NBA, no hay una gran diferencia”.

Por el último, el gigante de 2,21 cuenta cómo fue presentarse al draft de la NBA (número 43 en 2015) solo cinco años después de haber cogido por primera vez un balón de baloncesto: “Lo más difícil fue encontrar zapatos de mi talla para la ceremonia del draft. Tuve que llevar unos que habían sido de Shaquille O’Neal pero que él nunca se había llegado a poner. Los había pedido pero ni había ido a recogerlos. De los demás no había mi talla ni en una zapatería que suele trabajar con jugadores de la NBA. Y allí tenían los de Shaquille... que eran dos tallas más que la mía, así que me resultó difícil subir las escaleritas para saludar al comisionado en el escenario”.