BILBAO BASKET 92 - PARTIZÁN 96

El Bilbao se complica la vida en el duelo Hervelle-Velickovic

Los dos exmadridistas atrajeron todos los focos: 21 puntos el belga y 19 el serbio. El Partizán supo jugar mucho mejor sus bazas en el tramo final con los jugones Miller y Williams-Goss.

Miller ante RedivoLUIS TEJIDOEFE

El Bilbao Basket vuelve al lado de las dudas, a complicarse la vida sin una explicación clara. Ante el Partizán, colista del grupo, permitió que se le escapara un partido que no supo rematar con 49-39 al final del primer tiempo (fomentado desde un 12-0) y ave que vuela no suele acabar en la cazuela en términos de baloncesto. El equipo se dejó comer la tostada en ese instante clave hasta el 51-54. Otra horrorosa puesta en escena en el tercer acto. Batacazo. Se está acostumbrado a finales abiertos y no siempre sale cara, como con aquel portentoso 0-15 ante el Zaragoza. El conjunto serbio supo poner el balón en manos de su Big Three y se llevó un encuentro que se trabajó con sabiduría. Por un lado, Velickovic una de sus armas claves. No es aquel jugadorazo del Real Madrid, aquel portento que planteó a la gente que pasaba por el club merengue de puntillas camino de la NBA, como sus sucesores Mirotic, Chacho, Doncic etc, pero continúa teniendo esas gotas de clase que a estos niveles (Eurocup nos referimos) dan partidos. Por otro lado, Miller (tremendo brazo, da la impresión de que podría alicatar cuartos de baño con la uña) y Williams-Goss (casi suena como el delantero de la Real pero este se encuentra más dotado para emplear las manos sabiamente) son dos jugones que volvieron loca a toda la defensa de los MIB. Al descanso los pupilos de Nikolic ya dejaban claras sus intenciones: los norteamericanos llevaban 13 tiros y todo su equipo, 15.

El choque dibujó un pulso igualado y con alternativas en el que los dos equipos se intercambiaron los papeles en el descanso. Hasta la entonces era el Bilbao el que estaba fluido y el Partizán el que a duras penas le seguía de rueda; y en la segunda mitad los serbios tomaron la iniciativa con alta anotación. El RETAbet pilló un atajo recientemente con victorias balsámicas, en especial la de Vilna, pero sigue dejando claro que aún no hay un patrón, que no sabe leer los partidos y escribirlos en su cabeza con renglones rectos. No busca ventajas, tiros lejanos tras un trabajo previo, estos salen de un jugador que se decide a probar aunque el defensor esté encima. Va a golpes de inspiración de Todorovic, que salió de punto en una rotación tras sumar 15 puntos que sostuvieron a su equipo y luego sus compañeros le echaron mucho en falta. O a veces emerge Redivo, por fin hoy el añorado, o Tabu, en otras tardes. El más constante, el fontanero de ambos lados de la cancha, es Pere Tomàs. Los tres cincos no acaban de producir y Hervelle se tiene que multiplicar. El belga sostuvo un duelo precioso con Velickovic, precisamente el que le jubiló en el Madrid. Pocas veces habrá visto Axel una estadística tan galáctica (21 puntos, 6 rebotes y 26 de valoración) que no haya servido para ganar. Tabu no estuvo cómodo y Mumbrú erró muchos tiros. Mal síntoma. 

En ese final a todo o nada el rival de nuevo jugó mejor sus cartas, con palmeos, balones en las manos adecuadas y pasos firmes. Un 0-10 abocó a un 68-73. Hervelle metió cinco canastas seguidas, pero pedía colaboración. El marcador se la negó. Y eso que el Partizán no es aquel equipo temible que llegó a ser décadas atrás. Nuevo fiasco de este equipo empeñado en alborotarse, en lanzar triples a lo loco, dar moral al contrario y hacerle que crea en la victoria (los partisanos son un grupo bisoño, con 70 partidos a sus espaldas hasta hoy, por las 73 victorias de Mumbrú, por ejemplo). Juega a 100 puntos, como si el físico le diera para llegar a 120, y si descuidas la defensa... Comenzó la temporada dando pasos al frente pero estos tres últimos compromisos ha hecho como los cangrejos y ha regresado al punto de origen.

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