SOCIEDAD

Caos en Nueva Caledonia

El estado de ultramar de Francia, una colectividad ‘sui géneris’, protesta por una nueva medida que iría en contra de la independencia que buscan los nativos del país.

OLIVIA ILOAOlivia Iloa via REUTERS

El territorio insular de Nueva Caledonia, un grupo de islas situadas en Oceanía con más de 18.500 kilómetros cuadrados y 270.000 habitantes, vive días complicados. El origen de las protestas, que se prolongan ya durante una semana, tiene que ver con Francia. El país europeo, de quien ‘depende’ políticamente al tratarse de una colectividad sui géneris (del latín, de su propia especie), ha provocado el enfado de los nativos ‘canacos’.

El origen de todo esto, y lo que ha provocado las revueltas (en las que han muerto seis personas, dos gendarmes y cuatro civiles), viene por un proyecto de enmienda constitucional para ampliar el censo electoral en las islas, situadas a unos 17.000 kilómetros de Francia. Actualmente, y en base al Acuerdo de Numea (la capital), se limitó el censo electoral para los comicios provinciales a las personas con derecho a voto en esos momentos y a sus descendientes.

Es algo que, ahora, se pretende cambiar para que voten las personas que lleven residiendo al menos durante los últimos diez años. El Gobierno de Emmanuel Macron, presidente galo, estima que el actual censo “no se ajusta a los principios de la democracia”, al limitar el voto a una pequeña parte de la población. La reforma es vista por los canacos como un recorte en sus derechos, al favorecer que el país siga siendo parte de Francia.

La independencia como telón de fondo

Las revueltas producidas a raíz de esta decisión por parte de París son las peores que se producen en el país desde la toma de rehenes de Ouvéa en 1988, en la que murieron 21 personas. El citado acuerdo de Numea (1998) estableció, además de la transferencia de competencias al Gobierno regional, la celebración de referéndums de autodeterminación en los años 2018, 2020 y 2021.

Revueltas en Nueva CaledoniaLILOU GARRIDO NAVARRO KHERACHIvia REUTERS

Con una población muy dividida, los hay partidarios de seguir con el actual modelo. Son los llamados ‘caldoches’, principalmente descendientes de colonos franceses. Y, por otro lado, los independentistas que apuestan por romper su actual relación con Francia. Son los ‘canacos’ y, esencialmente, son nativos de las islas.

En el año 2018 el rechazo a la independencia fue del 56,7%, por un 53,2 en el año 2020. Pero, un año más tarde, los independentistas boicotearon la consulta al considerar que no debía celebrarse debido a la incidencia de la pandemia. Con ello, los partidarios de seguir como hasta hora se hicieron con un aplastante 96,5% de los votos, si bien hubo una abstención de la mitad del censo (un 56%).

Esta decisión de ampliar el censo es lo que ha llevado a los independentistas del Frente de Liberación Nacional Kanak Socialista (FLNKS) a tomar las calles, pues consideran que la medida supondría “minorizar todavía más al pueblo canaco”. En caso de salir adelante la medida, sería más población la que votaría a favor de seguir como hasta ahora, algo que no desean los colonos del estado de ultramar.

Y el momento de las protestas es relevante, pues en este año deben celebrarse nuevas elecciones provinciales (Nueva Caledonia se compone de las provincias del Norte, Sur e Islas de la Lealtad) y los partidos no independentistas habían exigido que se abriera el cuerpo electoral para abarcar un mayor número de votantes.

Relación con Francia

A diferencia de las colectividades de ultramar de Francia (Polinesia Francesa, San Bartolomé, San Pedro y Miquelón y Wallis y Futuna y San Martín), Nueva Caledonia cuenta con un estatus particular, obtenido a raíz del Acuerdo de Numea. Previamente, había sido colonizada por Napoleón III en 1853, algo que los nativos no aceptaron de buen grado, produciéndose una primera revuelta en 1878.

Casi un siglo después, en 1946, pasó a ser un territorio de ultramar hasta 1999, cuando adoptó la actual fórmula de la colectividad sui géneris. No obstante, para Naciones Unidas sigue siendo una colonia de Francia. Entre las competencias del Gobierno de Nueva Caledonia están el derecho al empleo, la fiscalidad, el comercio exterior o la seguridad civil, entre otros. Mientras, Francia dirige la justicia, la defensa, el orden público y los asuntos exteriores.

Tras una semana de revueltas, y después de levantar barricadas, quemar coches y negocios, la situación se encuentra más cercana a la calma, según ha asegurado el alto comisionado de Francia en Nueva Caledonia, Louis Le Franc. La situación ha sido especialmente tensa en la capital, mientras que en todo el país se ha detenido a cerca de 200 personas. Francia, incluso, llegó a decretar el estado de Emergencia, con un toque de queda entre las 18:00 horas de la tarde y las 6:00 de la mañana. Con el fin de “restablecer el orden republicano”, en palabras de la portavoz del Ministerio del Interior, Camille Chaize, Francia ha enviado a mil policías y gendarmes.

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